Lo que el coronavirus le hace a nuestro cuerpo

0

pulmonesA diferencia de sus primos causantes de resfriado común, los coronavirus zoonóticos que dieron el salto de animales a humanos como los que causan el SARS y el MERS, pueden provocar una cascada de daños inducidos por virus en muchos de los órganos de una persona, y la nueva enfermedad, denominada COVID-19 por la Organización Mundial de la Salud, no es una excepción cuando transita a su expresión más grave .

Eso ayuda a explicar por qué la epidemia de COVID-19 ha provocado la muerte a tantas personas, superando el número de muertes por SARS en cuestión de semanas. Si bien la tasa de mortalidad de COVID-19 parece ser una quinta parte de la del SARS, el nuevo coronavirus se ha propagado más rápido.

Si este brote continúa propagándose de esta manera, no se sabe cuán dañino podría llegar a ser.

Para la mayoría de los pacientes, COVID-19 comienza y termina en sus pulmones, porque al igual que la gripe, los coronavirus son enfermedades respiratorias. Consecuentemente, causan síntomas similares a los de la gripe: los pacientes pueden comenzar con fiebre y tos que progresa a neumonía. Del mismo modo, COVID-19, según los primeros datos, causa síntomas más leves en aproximadamente el 82% de los casos, mientras que el resto llegan a ser graves o críticos.

Durante los brotes de SARS y MERS, casi una cuarta parte de los pacientes sufrieron diarrea, una característica mucho más significativa de esos coronavirus zoonóticos. Pero aún no está claro si los síntomas gastrointestinales juegan un papel importante en el brote actual, dado que los casos de diarrea y dolor abdominal han sido raros. Los investigadores creen que el virus de la COVID-19 utiliza el mismo receptor que el SARS CoV, y esta “puerta” se puede encontrar en los pulmones y en el intestino delgado.

Dos estudios, uno en el New England Journal of Medicine y otro preprint en medRxiv, también han detectado el virus en muestras de heces, lo que podría indicar que el virus podría propagarse por esta vía.

Los coronavirus también pueden causar problemas en otros sistemas del cuerpo, debido a la respuesta inmune hiperactiva que se desencadena en la segunda etapa de la enfermedad.

Un estudio de 2014 mostró que el 92 por ciento de los pacientes con MERS tenían al menos una manifestación del coronavirus fuera de los pulmones. De hecho, se han observado signos de bombardeo de cuerpo completo con los tres coronavirus zoonóticos: enzimas hepáticas elevadas, recuento más bajo de glóbulos blancos y plaquetas, y presión arterial baja. En casos raros, los pacientes han sufrido una lesión renal aguda y un paro cardíaco.

A partir de ahí, los pacientes pueden empeorar. En algunos de los casos más graves de COVID-19, la respuesta de las citoqinas, combinada con una capacidad disminuida para bombear oxígeno al resto del cuerpo, puede provocar una falla multiorgánica. Los científicos no saben exactamente por qué algunos pacientes experimentan complicaciones fuera del pulmón, pero podría estar relacionado con afecciones subyacentes como enfermedades cardíacas o diabetes.

Cuando un coronavirus zoonótico se propaga desde el sistema respiratorio, el hígado a menudo es un órgano que sufre a escondidas. Los médicos han visto indicios de lesión hepática con SARS, MERS y COVID-19, a menudo leves, aunque los casos más graves han provocado daños hepáticos graves e incluso insuficiencia hepática.

Según los especialistas, una vez que un virus ingresa al torrente sanguíneo, pueden viajar a cualquier parte del organismo. El hígado es un órgano muy vascular, por lo que un coronavirus puede entrar fácilmente en sus células. De cualquier manera, los datos indican que la insuficiencia hepática nunca fue la única causa de muerte para los pacientes con SARS. Para cuando el hígado falla, a menudo sucede que el paciente no solo tiene problemas pulmonares y hepáticos, sino que también puede tener problemas renales, y para entonces se convierte en una infección sistémica.

El seis por ciento de los pacientes con SARS, y una cuarta parte de los pacientes con MERS, sufrieron daño renal agudo. Los estudios han demostrado que el nuevo coronavirus puede hacer lo mismo. Puede ser una característica relativamente poco común de la enfermedad, pero es fatal. El 91.7% de los pacientes con SARS con insuficiencia renal aguda murieron, según un estudio de 2005 en Kidney International.

Si bien la lesión renal aguda en pacientes con SARS podría deberse a un conjunto diverso de causas, que incluyen presión arterial baja, sepsis, medicamentos o un trastorno metabólico, los casos más graves que condujeron a insuficiencia renal aguda mostraron signos de una tormenta de citoquinas.

La insuficiencia renal aguda también a veces puede ser provocada por antibióticos, insuficiencia multiorgánica o el estar conectado a un ventilador durante demasiado tiempo. Todo está conectado.

La revista National Geographic, amplía sobre estos temas en entrevista con destacados especialistas.

Vea el texto completo (en inglés).

Fuente: National Geographic. Science – febrero 2020

Los campos con asterisco (*) son obligatorios.

*

code