Mariela Castro Espín, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (Cenesex), adelantó en encuentro con la prensa nacional parte de las actividades que se realizarán el próximo mes de mayo, durante la Jornada contra la homofobia que se celebra cada año en la isla.
Hemos decidido este año trabajar con un componente académico más fuerte, para el que van a venir personas muy reconocidas como por ejemplo el sociólogo inglés Jefrey Weeks, que hace mucho tiempo estamos deseando que venga y al fin hemos logrado su visita. Está muy entusiasmado, es la primera vez que viene a Cuba. Él ha hecho aportes muy importantes al estudio sociológico histórico de la sexualidad, las tendencias, cómo se han ido articulando prejuicios, como todo esto iba determinando políticas…
Va a venir también una profesora norteamericana, una investigadora Kearsley Stewart, ella vino, se presentó en el Cenesex, nos habló sobre sus investigaciones en Uganda sobre el VIH/sida y está empezando a trabajar en un estudio comparativo entre Cuba y Uganda para ver la respuesta de cada país a esta problemática y también se interesó en publicar un artículo en la revista y participar en la jornada aportando sus experiencias.
Destacó además la participación de otros ponentes extranjeros.
Por primera vez vamos a incluir actividades deportivas, anunció. Ya no solo artísticas. El INDER va a participar, es un viejo deseo y por fin se dio la oportunidad de dialogar y quieren participar, estamos ahora decidiendo qué cosas se pueden ser más interesantes…
Ya se ha hecho habitual compartir la sede de las celebraciones entre la capital y otra provincia del país, esta VI Jornada viajará hasta Ciego de Ávila con un programa integrador que busca la consolidación de un escenario de respeto e integración a la diversidad sexual.
Fuente: CubaSi
Se presentan los resultados de la caracterización genotípica de Pneumocystis jirovecii, obtenida de muestras procedentes de 41 pacientes cubanos fallecidos por sida con neumocistosis entre los años 1995 y 2008. La secuenciación nucleotídica de los dos genes mitocondriales (mayor y menor) del patógeno permitió comprobar que existía un predominio mantenido en el tiempo del genotipo 3 (85T/248C) del mitocondrial mayor.
De la misma manera, el estudio reportó por primera vez en la literatura mundial un nuevo genotipo del mitocondrial menor del patógeno (160A/196T). Estos resultados sugieren, que en nuestro medio, circula con una alta frecuencia (81,3 %) el genotipo 85T/248C//160A/196T. Adicionalmente, el análisis multilocus de las muestras investigadas sugiere una circulación limitada del patógeno en nuestra isla con la existencia de un genotipo clonal con estructura epidémica.
El estudio también ofrece datos que indican que no existen mutaciones vinculadas a la resistencia a sulfamidas en muestras de tejidos embebidos en parafina de fallecidos cubanos por sida con P. jirovecii en la serie analizada. La investigación describe por primera vez en Cuba características socio-demográficas y clínicas de la infección por P. jirovecii en pacientes con VIH/sida.
Los resultados obtenidos en este estudio demuestran la utilidad de las muestras fijadas en formol y embebidas en parafina para realizar estudios de epidemiología molecular de P. jirovecii durante 14 años. Este trabajo no solo es de un valor extraordinario para el conocimiento de la neumocistosis en Cuba, sino a nivel mundial. Por lo tanto, los resultados brindan informaciones novedosas que pueden ser utilizadas en un mejor manejo de esta enfermedad en los servicios de salud.
Pneumocystis jirovecii en fallecidos por sida, IPK 1995-2008. De Armas Rodríguez, Yaxsier (2012). Doctor en Ciencias de una Especialidad, Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.
El sarcoma de Kaposi es una enfermedad tumoral descrita por primera vez por el médico húngaro Morita Kaposi en 1872 y puede presentarse con marcada frecuencia en pacientes seropositivos como enfermedad marcadora de sida.
Presentación de caso: se presenta el caso de sarcoma de Kaposi ocular en un paciente con sida con mala adherencia, factores socioeconómicos y enfermedades oportunistas. Paciente de 66 años de edad, blanco, masculino, procedente del municipio de Ciego de ávila, con antecedentes de haber sido diagnosticado como seropositivo al VIH en agosto del año 2003. En el mes de noviembre del mismo año se diagnostica como caso sida por presentar cifras bajas en el conteo de los linfocitos T CD4+ y cifras elevadas de la carga viral, se le indica iniciar tratamiento antirretroviral con lamivudina, estavudina y nevirapina. En el año 2004 se le diagnostica un tumor maligno del colon, por lo que es intervenido quirúrgicamente y finalmente realizada una colostomía. El paciente presentaba factores socioeconómicos muy desfavorables, alcoholismo e inadecuada alimentación, lo que genera reiteradas visitas en su hogar por el médico, trabajadores sociales y psicólogo con el objetivo de proporcionarle confianza y apoyo ya que esta situación había devenido en abandono de la terapia y la consiguiente mala adherencia.
El paciente evolucionó de manera desfavorable hasta su lamentable deceso. El conocimiento y tratamiento del sarcoma de Kaposi ocular como manifestación clínica, puede permitir adoptar una conducta adecuada previa valoración integral del paciente.
Se abre la discusión del caso. Incluya criterios u opiniones al foro virtual Discusión de Caso. Sarcoma de Kaposi
Sarcoma de Kaposi ocular. Presentación de un caso. Dr. Axel López Valdés, Dra. Vivian María Couce Herrera, Dr. Erians Valdés Pérez, Dra. Roxana María Almanza Alarcón, Lic. Edelby Escobar Carmona. Gaceta Médica Espirituana 2012; 14(Supl 1)
La malaria continúa siendo un problema de salud pública mundial. Durante los siglos XX y XXI el abordaje de esta enfermedad sufrió cambios paradigmáticos muy interesantes, pero principalmente estuvo influenciado por los descubrimientos relacionados con la segunda guerra mundial, la situación económica mundial, el advenimiento de nuevas estrategias de control y el abordaje de la enfermedad por medio de la participación comunitaria y el sector de la salud.
El propósito de este trabajo es presentar los cambios de paradigmas desde una óptica vertical o erradicación, a una horizontal o eliminación, y desde lo positivista cuantitativo a lo mixto, en el abordaje de la malaria en Guatemala. Se realiza una reseña histórica de la malaria y se discuten los aspectos bioéticos del uso del insecticida dicloro-difenil-tricloroetano a nivel mundial.
En los países desarrollados fueron justificadas las intervenciones de erradicación con el rociamiento intradomiciliar del insecticida citado y completarlas con el diagnóstico y tratamiento de la malaria; la realidad en la mayoría de los países en vías de desarrollo, fue diferente, puesto que no pudieron mantener los programas de erradicación por problemas financieros, un ejemplo claro de iniquidad global.
Guatemala en esta década trabaja en la fase de preeliminación-eliminación, con buenos resultados, lo que marca un cambio de paradigma e indica que las medidas contra la malaria deben ser horizontales y favorecer el trabajo intra e intersectorial. ¹
La malaria y el sida, dos de las patologías infecciosas más extendidas en el mundo, responsables del 9% del total de las enfermedades en el África Subsahariana, se agravan la una a la otra y su combinación tiene un impacto muy negativo en los sistemas de salud de los países pobres.
Las interacciones biológicas entre la malaria y el VIH se empezaron a investigar en serio a partir de 1998 y, desde 2006, están bien documentadas en la literatura científica. Los estudios indican que la malaria es más común y agresiva en los adultos que también están infectados por el VIH, así como en las mujeres embarazadas y en los niños. La carga viral es más alta en las mujeres con malaria y los niños cuyas madres están afectadas por ambas enfermedades tienen más riesgo de ser prematuros, de tener bajo peso al nacer e, e incluso, de fallecer, en comparación con los bebés de madres infectadas sólo por el VIH. También se sabe que el tratamiento antimalárico es menos eficaz en las personas seropositivas.
Una investigación en un distrito de Kenia mostró que la interacción entre malaria y VIH había contribuido a la aparición de 980.000 episodios extra de malaria y 8.500 infecciones por VIH. Debido a estas cifras, se han hecho fuertes críticas a los programas de control y prevención de estas enfermedades porque no tienen en cuenta estas interacciones y los problemas que generan a los sistemas de salud y las abordan por separado. Los autores del artículo, de la Escuela de Medicina Tropical de Londres y las Universidades de California (EEUU) y Kampala (Uganda) insisten en la necesidad de que «las estrategias de diagnóstico para malaria y VIH estén más coordinadas».
Estos expertos indican que las enfermedades bacterianas asociadas al VIH pueden presentar síntomas muy similares a los de la malaria y recibir un diagnóstico erróneo, ya que las estrategias de diagnóstico indican que cualquier cuadro de fiebre alta sea tratado como malaria. Al mismo tiempo, los programas de control del sida no hacen ninguna referencia a la malaria. Una situación que los especialistas califican de «oportunidad perdida».²
1 Paradigmas de control de la malaria en Guatemala, siglos XX y XXI, de la erradicación a la eliminación. MSc. Jaime Juárez. Revista Cubana de Salud Pública 2013;39(2)
2 Interaction of malaria and HIV in Africa. Richard Reithinger, Moses R Kamya, Christopher JM Whitty, Grant Dorsey, Sten H Vermund. BMJ 2009;338:b2141.
David Holmes comenta para la revista The Lancet Infectious Diseases sobre el caso del bebé nacido con VIH que venció la infección.
El lunes, 4 de marzo del 2013, el mundo despertó con la noticia de que un equipo médico en el estado de Misisipi, Estados Unidos, había hecho historia después de presenciar la primera curación funcional documentada de un bebé nacido con el VIH. El extraordinario hecho es el resultado de dos decisiones, a veces incisivas y a veces poco ortodoxas, del personal en el Centro Médico de la Universidad de Misisipi (UMMC) por un lado, y de la madre del bebé por el otro.
Deborah Persaud, viróloga de la Universidad Johns Hopkins, al presentar el caso en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Atlanta, Georgia, explicó que la madre del bebé no supo que era VIH positiva hasta recibir los resultados de una prueba de rutina y se presentó cuando ya estaba en las últimas etapas del embarazo, demasiado tarde para someterse sin riesgos a un tratamiento con antirretrovirales.
Dado el considerable riesgo de transmisión de madre a hijo, Hannah Gay, especialista en VIH pediátrico del Centro Médico optó por un curso agresivo de tratamiento: un cóctel intravenoso de tres medicamentos (zidovudina, lamivudina y nevirapina, reemplazado con lopinavir y ritonavir en 7 días), en régimen terapéutico en lugar de una dosis profiláctica y, sobre todo, aplicado a sólo 30 horas después del nacimiento.
Las pruebas realizadas en dos muestras de sangre obtenidas antes de iniciarse el tratamiento confirmaron que el bebé estaba infectado con el VIH. Las pruebas de carga viral en plasma en muestras tomadas en 7, 12 y 20 días después de iniciado el tratamiento, también fueron positivas antes de que se reportara un índice de carga viral indetectable, utilizando un análisis estándar a los 29 días.
El niño continuó con los antirretrovirales hasta que, por motivos no revelados, la madre le retiró el tratamiento a los 18 meses de edad. Cuando la madre y el niño de 24 meses se presentaron a un chequeo nuevamente, inesperadamente no se encontró ninguna señal del VIH en el infante.
En este momento, los médicos clínicos en el UMMC establecieron contacto con los laboratorios colaboradores en los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas y la Universidad de California en San Diego, que pudieran aportar pruebas ultrasensibles para averiguar si podían detectarse trazas del VIH.
Encontraron una única copia de ARN del VIH en el plasma, pero ninguna replicación – competente en 22 millones de células T CD4 en reposo co-cultivadas y purificadas. La prueba detectó una reserva de ADN viral en células mononucleares de sangre periférica, pero ninguna evidencia de la replicación del virus. Así que, aunque todos los rastros del VIH no han sido erradicados (conocido como cura de esterilización), los investigadores concluyeron que el niño podría considerarse funcionalmente curado.
El único caso confirmado de un adulto que se ha curado funcionalmente del VIH es Timothy Ray Brown, conocido como el paciente de Berlín. Brown había vivido con la infección por VIH por más de 10 años cuando, en 2007, recibió un trasplante alogénico de células madre para tratar la leucemia. El procedimiento reemplazó las células inmunes de Brown con células de un donante con una rara mutación; esta mutación pasó a las células inmunes CD4 de Brown y de estas al virus. Luego de que Brown entró en remisión por la leucemia y dejó la terapia antirretroviral, su carga viral de VIH plasmático no se recuperó, y sigue siendo considerado funcionalmente curado.
Ambos casos tienen implicaciones importantes en la búsqueda de una cura más amplia, según explicó John Frater, de la Universidad de Oxford. «El paciente de Berlín demuestra que con sofisticadas y costosas (incluso mortales) medidas, es posible erradicar el VIH de un paciente con una infección crónica, pero esto solo prueba el principio de que puede ser eliminado, y aunque no es relevante para la población en general, es evidencia vital para los investigadores. El niño de Misisipi sugiere que puede existir un punto crítico en el ciclo de vida del virus que significa que en las primeras horas después de la transmisión el virus no está totalmente establecido y puede interrumpirse la infección mediante terapia estándar», dice.
Persaud está organizando ensayos para probar si esta estrategia puede ser eficaz en otros recién nacidos de alto riesgo, pero muchas preguntas deban ser respondidas antes de hacer conclusiones definitivas. Frater, dice: «lo que realmente sucedió no está del todo claro ¿El virus volverá eventualmente? ¿Es este niño simplemente un controlador élite que habría tenido éxito de todas maneras? ¿Un adulto con una infección aguda de VIH-1 similar respondería de la misma manera que este recién nacido?». WHO dijo en una declaración que mantendría las recomendaciones actuales de efectuar «pruebas tempranas de VIH a todas las embarazadas y suministrar tratamiento ARV a todas madres VIH-positivas, junto con la profilaxis infantil, para prevenir la transmisión del VIH al niño» y seguiría de cerca los estudios que confirmen estos resultados.
Los investigadores saben desde hace tiempo que hay pacientes que reciben los antirretrovirales poco después de la infección y pueden, en algunos casos, mantener la carga viral baja después de suspender la terapia a pesar de tener una reserva viral latente. Pero tal tratamiento temprano no es posible en la mayoría de los casos y sólo parece conferir una habilidad para controlar naturalmente la enfermedad en algunos de los pacientes.
Aunque los antirretrovirales han revolucionado el control del VIH, subsisten problemas con su costo, con la toxicidad potencial, la resistencia a los medicamentos y la fatiga del tratamiento, lo que significa que el hallazgo de una cura definitiva tendrá lugar a muy largo plazo. La mayoría de los esfuerzos se ha centrado en maneras de eliminar el depósito del VIH latente que es capaz de evadir los antirretrovirales escondiéndose en las células. Desde una perspectiva estratégica esto puede ser abordado en cuatro formas, explica Frater: «agotar (activar el depósito proviral conjuntamente con la terapia antirretroviral), matar (dirigir el ataque a las células con infección latente ), silenciar (silenciar la transcripción desde el depósito proviral) o reemplazar (crear una nueva población de células resistentes al VIH)». De éstos, los enfoques de agotar y reemplazar han recibido más atención. Jerome Zack, Director del Centro de Investigación del Sida, UCLA, y su equipo, es uno de los muchos siguiendo la estrategia del agotamiento. «El objetivo es encontrar agentes que induzcan la expresión del virus latente mientras el paciente está en tratamiento antirretroviral para poder inhibir la propagación de nuevos virus, que podría lo mismo exponer la célula al sistema inmune, que convertirla en la diana de reactivos virus – específicos tales como inmunotoxinas», explica.
Puede ver el artículo completo en inglés, previa inscripción gratuita en el sitio, en:
The Lancet Infectious Diseases, Volume 13, Issue 4, Pages 298 – 299, April 2013
Los trabajadores del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología en la provincia de Las Tunas incrementan las acciones para evitar que aumenten en el territorio las Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS) y el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH/SIDA).
Actualmente se reporta un incremento en el diagnóstico de la sífilis y la gonorrea, pero disminuyen otras como el herpes simple, el condiloma y los síndromes, entre ellos el de flujo vaginal, de secreción uretral y del dolor abdominal bajo. Ver más…