COVID-19 persistente: cómo manejarlo en la consulta de atención primaria
oct 13th, 2025. En: COVID-19, NotiWeb.
La enfermedad de COVID-19 persistente se reconoció en 2021 y es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el estado pos-COVID-19 que se presenta en personas con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio de la COVID-19.
Incluye síntomas que persisten durante al menos dos meses y no pueden explicarse por un diagnóstico alternativo. Los síntomas comunes incluyen fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, entre otros, y generalmente afectan el funcionamiento diario”.
“Hasta un 20 % de la población que ha tenido la infección desarrolla COVID-19 persistente. Aunque afecta más a las mujeres, también hay niños, adolescentes. Todo esto supone un reto tanto para el paciente como para el sistema sanitario, porque desconocemos el efecto a largo plazo de esta enfermedad”, declaró a Univadis España la Dra. Lorena Bailo Vinués, médica de familia en el centro de salud Zuera, en Zaragoza, miembro del Grupo de Trabajo de Sanitarios de la Asociación Long COVID Aragón y paciente ya recuperada de COVID-19.
¿Qué síntomas presenta?
“Se han descrito más de 200 síntomas, es un complejo multisistémico. Ante todo, los pacientes que vayan a la consulta y refieran astenia moderada, disnea, dificultad para concentrarse con carácter fluctuante que interfiere con su actividad diaria, tanto en las actividades básicas de la vida diaria, a nivel laboral, social, familiar,… tenemos que pensar en un COVID-19 persistente”, respondió la Dra. Bailo. El cuadro clínico del paciente con COVID-19 persistente lo resume en cuatro síntomas: “Malestar posesfuerzo, cualquier esfuerzo físico o mental va a suponer un sobreesfuerzo y un malestar durante unas horas o días, el paciente incluso se encuentra encamado.
La disnea va a ser un patrón supra torácico, no tienen capacidad de hacer una respiración funcional, es una respiración disfuncional. Síndrome de taquicardia postural ortostática y taquicardia sinusal inapropiada. Y la llamada ‘niebla mental’, un deterioro cognitivo que produce dificultad para pensar y concentrarse, y también es muy característica la anomia o dificultad en el lenguaje”.
Seguimiento del paciente con COVID-19 persistente
Según explicó la especialista, además de la anamnesis y la exploración básica, es necesario realizar un seguimiento del paciente: “Se recomienda hacerlo a los cuatro meses del diagnóstico para ver la adherencia del tratamiento y posteriormente, si es posible, cada tres meses hasta el alta. Además hay que hacer una monitorización de los síntomas a lo largo de las visitas y con todo ello realizar una valoración funcional mediante la escala Post-Covid 19 Functional Status”.
En cuanto al perfil de pruebas que se deben pedir desde la consulta, la SEMG dispone de una guía que detalla el tipo de pruebas que deben llevarse a cabo, aunque en palabras de la Dra. Bailo, “a todo paciente con COVID-19 persistente de entrada le vamos a pedir hemograma, velocidad de sedimentación, estudio de coagulación, y bioquímica que incluya deshidrogenasa láctica (LDH), proteína C reactiva (PCR), metabolismo del hierro, función tiroidea, vitamina B12, ácido fólico, vitamina D y calcio-fósforo”.
Lea el texto completo en: COVID-19 persistente: cómo manejarlo en la consulta de atención primaria – Medscape – 25 de jul de 2025 (debe registrarse en el sitio web).






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