COVID-19 y riñón: riesgo, daño y secuelas
La enfermedad renal crónica es un factor de riesgo de mayor prevalencia y riesgo para la gravedad de la COVID-19. En este estudio se demuestra el daño renal agudo y crónico en pacientes fallecidos por COVID-19 y se identifica el daño renal crónico en pacientes egresados.
Se estudió el riñón de 85 fallecidos y se realizó un estudio clínico con una muestra de los 197 egresados (46,7 %) del Hospital “Dr. Salvador Allende” de La Habana durante abril-junio de 2020, a los (6, 12 y 24) meses. Se realizó un cuestionario clínico, ultrasonografía renal, orina, hemoquímica, hematología, pruebas funcionales e histopatología.
Del estudio histopatológico de los 85 fallecidos resultó que el 91,8 % tenía un daño renal agudo y el 36,47 % tenían un daño renal crónico previo; solo el 8,2 % tenía el diagnóstico previo de enfermedad renal crónica.
Marcadores de inflamación elevados: a los (6, 12 y 24) meses: ferritina [(15,2; 2,2; 19) %], proteína C reactiva [(25; 22; 29,1) %], índice plaquetas linfocitos [(23,9; 62,2; 68,4) %], cistatina C [(64,1; 64,4; 43) %]. Índice neutrófilos-linfocitos >3 [(0; 21; 27,8) %].
Marcadores de daño renal positivos a los (6, 12 y 24) meses: relación proteína-creatinina [(16,3; 7,8; 7,6) %], índice albúmina-creatinina [(3,3; 8,9; 25,3) %], creatinina [(2,2; 4,4; 7,6) %], cistatina C [(64,1; 64,4; 43) %].
Prevalencia de enfermedad renal crónica a los (6, 12 y 24) meses: 21,7 %, 17,7 % y 27,8 %.
Los resultados muestran que la prevalencia de enfermedad renal crónica post-COVID-19 es muy elevada en asociación con la inflamación crónica persistente.
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