Fatiga e intolerancia al ejercicio post-COVID
Un ensayo clínico cruzado aleatorizado sugiere limitaciones funcionales e intolerancia al ejercicio en pacientes con afección pos-COVID. Los hallazgos sugieren que se debe recomendar una rehabilitación cautelosa con ejercicios para evitar un mayor deterioro de la condición física entre estos pacientes.
En este ensayo clínico aleatorio cruzado de 31 pacientes con condición post-COVID (CPC) y 31 participantes de control emparejados, la respuesta al ejercicio fue en gran medida comparable entre los grupos, sin una exacerbación profunda de los síntomas. Los pacientes con CPC informaron más dolor muscular después del HIIT y problemas de concentración después del MICT y tenían menor capacidad aeróbica y menos fuerza muscular; el 62 % presentó signos miopáticos.
La pandemia de COVID-19 ha dejado a un número significativo de personas con problemas de salud a largo plazo a pesar de recuperarse inicialmente de la infección aguda por SARS-CoV-2.
La constelación de síntomas que estos pacientes continúan experimentando después de 3 meses o más ha sido denominada condición post-COVID por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y afecta aproximadamente al 10 % al 20 % de los infectados con SARS-CoV.2, incluidas las personas no hospitalizadas. Los síntomas más comunes incluyen fatiga persistente, mialgia, disnea y disfunción neurológica o cognitiva.
Estos síntomas empeoran después del esfuerzo físico, fenómeno descrito como malestar postesfuerzo (PEM) o exacerbación de los síntomas postesfuerzo.
Como resultado de la intolerancia al ejercicio reportada, organizaciones clave de salud pública, incluida la OMS, han desaconsejado la rehabilitación basada en ejercicio gradual en pacientes que experimentan PEM para evitar la exacerbación de los síntomas.
Esto ha llevado a muchos profesionales de la salud a ser reacios a incorporar el ejercicio en los programas de rehabilitación para pacientes con CPC. Sin embargo, existe amplia evidencia de que la inactividad física afecta negativamente a la salud, incluido el deterioro funcional en cuestión de semanas y un mayor riesgo de enfermedad cardiometabólica a largo plazo. Esto último representa una carga significativa para los sistemas de atención de salud en todo el mundo.
Si bien se han propuesto varios factores plausibles para explicar la intolerancia al ejercicio en personas con CPC, incluida la atrofia muscular, la falta de condición física, la disautonomía y el aumento de la inflamación, los datos actuales son limitados porque la mayoría de los estudios han sido análisis retrospectivos de pacientes remitidos con solo 1 a 2 exámenes por estudio.
Vea el análisis completo en: Fatiga e intolerancia al ejercicio post-COVID. Intramed. Noticias – 16 abril 2024 (debe registrarse en el sitio web).
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