Declaración sobre la actualización de las definiciones de trabajo y del sistema de seguimiento de las variantes preocupantes y las variantes de interés del SARS-CoV-2
La Organización Mundial de la Salud ha actualizado su sistema de seguimiento y las definiciones de trabajo de las variantes del SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19.
Esta actualización busca reflejar mejor la situación actual de las variantes a nivel mundial, evaluar de forma independiente los sublinajes de la variante ómicron en circulación y clasificar con mayor claridad las nuevas variantes cuando sea necesario.
El SARS-CoV-2 sigue evolucionando. Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, la OMS ha designado múltiples variantes preocupantes y variantes de interés en función de la evaluación de su potencial para propagarse, sustituir las variantes anteriores y provocar nuevas oleadas de infecciones con una mayor circulación, así como de la necesidad de ajustar las medidas de salud pública.
Basándose en comparaciones de la reactividad cruzada antigénica utilizando sueros animales, estudios de replicación en modelos experimentales de las vías respiratorias humanas y pruebas de estudios clínicos y epidemiológicos en humanos, existe consenso entre los expertos del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2 en que, en comparación con las variantes anteriores, la variante ómicron representa la variante preocupante más divergente vista hasta la fecha.
Desde su aparición, los virus ómicron han seguido evolucionando en los planos genético y antigénico y han dado lugar a una gama cada vez mayor de sublinajes, todos los cuales se han caracterizado hasta ahora por su capacidad de evadir la inmunidad existente de la población y por infectar preferentemente las vías respiratorias superiores (frente a las inferiores), en comparación con las variantes preocupantes anteriores a la ómicron.
Más del 98% de las secuencias genéticas públicamente disponibles desde febrero de 2022 corresponden a virus ómicron, y estos virus constituyen el fondo genético a partir del cual es más probable que surjan nuevas variantes del SARS-CoV-2, aunque sigue siendo posible la aparición de variantes derivadas de variantes preocupantes anteriormente en circulación o de variantes completamente nuevas.
En el sistema anterior, todos los sublinajes ómicron se clasificaban en la categoría de variantes preocupantes ómicron, lo que no ofrecía la granularidad necesaria para comparar los nuevos linajes descendientes con fenotipos alterados con los linajes parentales de ómicron (BA.1, BA.2, BA.4/BA.5). Por tanto, a partir del 15 de marzo de 2023, los sublinajes ómicron serán clasificados de manera independiente en el sistema OMS de seguimiento de variantes como variantes bajo vigilancia, variantes de interés o variantes preocupantes.
La OMS también está actualizando las definiciones de trabajo de variante preocupante y variante de interés. La principal actualización consiste en hacer más específica la definición de variante preocupante para incluir los principales pasos evolutivos del SARS-CoV-2 que requieren importantes intervenciones de salud pública. Las definiciones actualizadas se pueden consultar en el sitio web de seguimiento de variantes de la OMS.
Además, a partir de ahora, la OMS seguirá nombrando las variantes preocupantes con letras del alfabeto griego, pero ya no lo hará con las variantes de interés.
Teniendo en cuenta estos cambios, las variantes alfa, beta, gamma y delta, así como el linaje parental de la variante ómicron (B.1.1.529), se consideran variantes preocupantes anteriormente en circulación. La OMS ha clasificado ahora la variante XBB.1.5 como una variante de interés.
La OMS también seguirá publicando periódicamente evaluaciones de riesgos con respecto tanto a las variantes de interés como a las variantes preocupantes (véase la última evaluación de riesgos respecto de la variante XBB.1.5).
La OMS hace hincapié en que estos cambios no implican que la circulación de los virus ómicron ya no suponga una amenaza para la salud pública. Más bien, los cambios se han introducido para identificar mejor las amenazas adicionales o nuevas, además de las que plantean los virus ómicron actualmente en circulación.
Fuente: OMS Noticias –
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