Mantenimiento de las medidas de prevención y control de las infecciones por el virus de la COVID-19 en los establecimientos de salud
Entre finales de marzo y mayo de 2022, el número de casos de COVID-19 disminuyó en países de todo el mundo, excepto en la Región de las Américas y la Región de África de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El aumento de la inmunidad de la población como consecuencia de infecciones anteriores y/o la vacunación ha dado lugar a una disminución del impacto de la pandemia en los sistemas de salud. Muchos países han levantado las medidas sociales y de salud pública (MSSP) y están examinando las medidas de prevención y control de infecciones (PCI) aplicadas en el contexto de la COVID-19 que podrían relajarse en los establecimientos de salud.
Desde el inicio de la pandemia, en enero de 2020, la OMS ha recomendado que los países apliquen un conjunto integral de medidas adaptadas a los contextos locales y escenarios epidemiológicos para prevenir la transmisión de la COVID-19 durante la pandemia, incluidas las MSSP y de PCI en los establecimientos de salud. Estas medidas tienen por objeto limitar la transmisión del SARS-CoV-2 entre personas, lo que permite proteger del contagio a las personas y sus contactos.
En el contexto de la circulación de variantes conocidas de preocupación del SARS-CoV-2 y la posible aparición de futuras variantes preocupantes, y sobre la base de los datos probatorios disponibles y el consenso de los expertos, la OMS continua aconsejando que se refuercen las actuales medidas recomendadas de PCI y se sigan aplicando estrictamente en los establecimientos de salud.
Entre las estrategias y medidas clave de PCI que se aplican actualmente en los establecimientos de salud para la gestión de los casos de COVID-19 cabe destacar:
1) un programa de PCI o al menos un coordinador específico de PCI formado en la materia;
2) cribado y triaje para la detección precoz de las infecciones extrahospitalarias y las contraídas en el ámbito de la atención de salud y la rápida aplicación de medidas de control de la fuente;
3) aplicación de las precauciones habituales y para evitar la transmisión;
4) aislamiento y agrupación segregada de pacientes;
5) uso universal de mascarillas médicas bien ajustadas;
6) controles administrativos;
7) realización de controles técnicos y del entorno, prestando especial atención a la ventilación;
8) vacunación contra la COVID-19 de los trabajadores de la salud;
9) prevención, identificación y manejo de los casos de COVID-19 entre el personal de salud.
En este sentido, la OMS publicó un documento orientador dirigido a las autoridades nacionales, subnacionales y de establecimientos (incluidos los coordinadores y equipos de PCI), las instancias normativas, los responsables de la formulación de orientaciones normativas, los donantes, los administradores de establecimientos de salud, los asociados en la ejecución y aquellos que participan en la gestión de la PCI en el contexto de la COVID-19.
Este documento tiene como objetivo alentar a los países a elaborar y aplicar políticas destinadas a mantener y fortalecer los programas y medidas de PCI en los establecimientos de salud en el contexto de la transmisión en curso del SARS-CoV-2, reconociendo que las tendencias epidemiológicas pueden variar; para ello, también ha de tenerse en cuenta el riesgo de transmisión de otros patógenos. Estas políticas deberían alcanzar las metas siguientes:
• mantener los logros en materia de PCI y subsanar de forma prioritaria las deficiencias importantes en los programas de PCI;
• mantener la disposición operativa en materia de PCI para hacer frente a rebrotes de casos de COVID-19 y otros patógenos emergentes y reemergentes,
• aumentar la capacidad de PCI destinando importantes inversiones al cumplimiento de los requisitos mínimos de PCI y al objetivo final de lograr la aplicación de todos los componentes básicos de la PCI y garantizar la resiliencia y la sostenibilidad.
Tal como se indica en el marco y el conjunto de herramientas de la OMS para la preparación, capacidad operacional y respuesta en materia de PCI frente a brotes en el contexto de la COVID-19, los países deben aplicar y adaptar las medidas de PCI al contexto local.
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