Trayectoria de un año de cambios cognitivos en sobrevivientes mayores de COVID-19 en Wuhan, China
La pandemia de COVID-19 ha afectado a más de 418 millones de pacientes hasta el momento, y el número va en aumento. El impacto a largo plazo de la COVID-19 en la cognición se ha convertido en un importante problema de salud pública.
Este trabajo tuvo como objetivo investigar la trayectoria de 1 año de cambios cognitivos en sobrevivientes mayores de COVID-19.
Se realizó un estudio de cohorte que reclutó a 3233 sobrevivientes de COVID-19 de 60 años o más que fueron dados de alta de 3 hospitales designados para COVID-19 en Wuhan, China, del 10 de febrero al 10 de abril de 2020. Sus cónyuges no infectados (N = 466) fueron reclutados como controlar la población.
Se excluyeron los participantes con deterioro cognitivo previo a la infección, un trastorno neurológico concomitante o antecedentes familiares de demencia, así como aquellos con enfermedad cardíaca, hepática o renal grave o cualquier tipo de tumor. El seguimiento del funcionamiento cognitivo y el deterioro se realizó a los 6 y 12 meses. Se incluyeron un total de 1438 sobrevivientes de COVID-19 y 438 individuos de control en el seguimiento final. COVID-19 se clasificó como grave o no grave siguiendo las pautas de la American Thoracic Society.
El resultado principal fue el cambio en la cognición 1 año después del alta del paciente. Los cambios cognitivos durante el primer y segundo período de seguimiento de 6 meses se evaluaron mediante el Cuestionario de informantes sobre el deterioro cognitivo en los ancianos y la Entrevista telefónica sobre el estado cognitivo-40, respectivamente.
Con base en los cambios cognitivos observados durante los 2 períodos, las trayectorias cognitivas se clasificaron en 4 categorías: cognición estable, deterioro cognitivo de inicio temprano, deterioro cognitivo de inicio tardío y deterioro cognitivo progresivo. Se utilizaron modelos de regresión logística condicional y multinomial para identificar los factores asociados con el riesgo de deterioro cognitivo.
Entre los 3233 sobrevivientes de COVID-19 y los 1317 cónyuges no infectados examinados, 1438 participantes que fueron tratados por COVID-19 (691 hombres [48,05 %] y 747 mujeres [51,95 %]; mediana [IQR] de edad, 69 [66-74] años ) y 438 individuos de control no infectados (222 hombres [50,68 %] y 216 mujeres [49,32 %]; mediana [RIC] de edad, 67 [66-74] años) completaron el seguimiento de 12 meses.
La incidencia de deterioro cognitivo en los supervivientes a los 12 meses del alta fue del 12,45%.
Los individuos con casos graves tuvieron puntuaciones más bajas en la Entrevista telefónica del estado cognitivo-40 que aquellos con casos no graves e individuos de control a los 12 meses (mediana [IQR]: grave, 22,50 [16,00-28,00]; no grave, 30,00 [26,00-33,00]; control , 31.00 [26.00-33.00]). La COVID-19 grave se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de aparición temprana (odds ratio [OR], 4,87; IC del 95 %, 3,30-7,20), deterioro cognitivo de aparición tardía (OR, 7,58; IC del 95 %, 3,58- 16,03) y deterioro cognitivo progresivo (OR, 19,00; IC del 95 %, 9,14-39,51), mientras que la COVID-19 no grave se asoció con un mayor riesgo de deterioro cognitivo de aparición temprana (OR, 1,71; IC del 95 %, 1,30-2,27 ) al ajustar por edad, sexo, nivel educativo, índice de masa corporal y comorbilidades.
A modo de conclusión, en este estudio de cohortes, la supervivencia de la COVID-19 se asoció con un aumento del riesgo de deterioro cognitivo longitudinal, lo que destaca la importancia de las medidas inmediatas para hacer frente a este desafío.
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