Fibromialgia como un componente de COVID-19 persistente

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fibromialgiaLa enfermedad causada por SARS-CoV-2 ha tenido un impacto profundo en la salud global, resultando en un aumento de la mortalidad y la morbilidad de manera generalizada.

Aunque los síntomas respiratorios agudos de la COVID-19 han sido ampliamente descritos, un gran porcentaje de los pacientes que la padecieron reporta síntomas persistentes y prolongados después de la enfermedad aguda.

Este síndrome pos-COVID-19 agudo puede manifestarse con secuelas en casi todos los órganos y sistemas. Resultan particularmente interesantes las secuelas a nivel musculoesquelético, en donde recientemente se ha descrito la presencia de un síndrome de dolor generalizado similar a la fibromialgia.

La red médica Medscape profundiza en el tema a través de una publicación de un grupo de investigadores italianos que estudiaron pacientes que habían presentado COVID-19 y que persistían con sintomatología musculoesquelética. Paralelamente, los investigadores recabaron información demográfica, comorbilidades y otros datos clínicos relevantes. Ninguno de estos pacientes tenía antecedentes de dolor musculoesquelético crónico ni contaba con el diagnóstico de fibromialgia.

La mayoría de los pacientes era de sexo femenino (77,4%) con una edad media de 45 ± 12 años, Las comorbilidades más prevalentes fueron ansiedad (17,5%), obesidad (16,6%), hipertensión arterial (15,7%) y enfermedades pulmonares crónicas (8,4%), entre otras.

Del total de casos, 189 pacientes (30,7%) cumplieron con criterios de clasificación para fibromialgia. Este grupo de pacientes era en su mayoría de sexo femenino (56,6%) y en comparación con aquellos que no cumplían con los criterios de fibromialgia, tenían un mayor porcentaje de antecedentes de hospitalizaciones (19% frente a 7%; p < 0,0001), una mayor proporción de ellos requirió oxígeno suplementario (18,0% frente a 7,5%; p < 0,0001) y tenían una mayor prevalencia de obesidad (49,2% frente a 2,1%; p < 0,0001) e hipertensión arterial (27,0% frente a 10,8%; p < 0,0001).

Al realizar un análisis multivariado, los autores encontraron que el sexo masculino (OR: 9,951; IC 95%: 6,025 a 16,435) y la obesidad (OR: 82,823; IC 95%: 32,192 a 213,084) eran factores de riesgo para presentar fibromialgia. Cabe destacar que estos factores de riesgo también se asociaron con mayor gravedad de la COVID-19 en su fase aguda, por lo que los autores señalan que es posible que la enfermedad aguda sea el verdadero factor de riesgo para el desarrollo del dolor crónico generalizado.

Aunque no se ha esclarecido el mecanismo por el cual la COVID-19 podría conducir a la aparición de fibromialgia, existe evidencia que sugiere que el daño vascular o neuromuscular inducido por la infección viral podría ser un mecanismo desencadenante.

La fibromialgia tiene diferentes componentes que interaccionan para desencadenar las alteraciones de la nocicepción. De manera importante, la esfera psicológica también podría ser un componente que contribuye para desarrollar fibromialgia como parte del síndrome pos-COVID-19 agudo.

La estancia prolongada en cama, el desacondicionamiento físico y el estrés postraumático podrían jugar un papel importante en el desarrollo de alteraciones del estado de ánimo y en la aparición de la fibromialgia.

Según en este estudio, hasta un tercio de los pacientes desarrolló síntomas clínicos de fibromialgia. Esto señala la importancia de considerar siempre esta asociación al momento de brindar atención a los pacientes con el antecedente de COVID-19.

Vea el artículo en:

Ursini F, Ciaffi J, Mancarella L, et al.     Fibromyalgia: a new facet of the post-COVID-19 syndrome spectrum? Results from a web-based survey. RMD Open 2021;7:e001735. doi: 10.1136/rmdopen-2021-001735

Fuente: Fibromialgia como un componente de COVID-19 persistente. Medscape – 13 de diciembre de 2021.

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