Aspirina en pacientes ingresados en el hospital con COVID-19 (RECOVERY): un ensayo de plataforma abierto, aleatorizado y controlado
Según los resultados del ensayo clínico RECOVERY, la aspirina no se asoció con reducciones en la mortalidad a los 28 días o en el riesgo de progresar a ARM. La trombosis es una característica clave del COVID-19 grave.
La padecen entre 5 y 30% de los pacientes hospitalizados (según la gravedad de la enfermedad) que presentan un evento tromboembólico venoso importante (principalmente embolia pulmonar) y hasta un 3% de los pacientes que presentan un evento tromboembólico arterial, en particular infarto de miocardio y accidente cerebrovascular isquémico.
Se informa que el riesgo de complicaciones tromboembólicas es mayor en COVID-19 que en otras enfermedades médicas agudas e infecciones respiratorias virales, y se asocia con un peor pronóstico.
La terapia antiplaquetaria podría tener efectos beneficiosos en el COVID-19 grave a través de varios mecanismos, incluida la inhibición de la agregación plaquetaria, la reducción de la inflamación derivada de las plaquetas y el bloqueo de las trampas extracelulares de neutrófilos trombogénicos.
La aspirina es un fármaco asequible y disponible en todo el mundo que, en dosis bajas, inhibe de forma irreversible la enzima ciclooxigenasa-1, responsable de la producción de tromboxano A2 y prostaglandinas proinflamatorias.
La aspirina puede reducir los eventos trombóticos arteriales y venosos y se ha demostrado que previene la hiperactividad in vitro en las plaquetas de pacientes con SARS-CoV-2. La evidencia existente de ensayos aleatorizados ha demostrado que 75-150 mg de aspirina por día es tan efectivo como dosis más altas para prevenir eventos cardiovasculares.
Sin embrago, este ensayo clínico mostró lo contrario. Vea el artículo completo en:
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