COVID-19: Habrá que estar muy atentos para no retroceder

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“Todavía hay una batalla grande por ganar”. La expresión fue compartida este martes por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con el grupo de expertos y científicos que lideran las actividades de ciencia e innovación tecnológica en el enfrentamiento al nuevo coronavirus.

El Jefe de Estado, quien felicitó a sus interlocutores —los que junto a un ejército de mujeres y hombres consagrados y sabios han llevado al país a las actuales y alentadoras cifras alusivas a la epidemia—, habló de una batalla por delante no solo pensando en cómo hacer para no perder lo ganado cuando la Isla abra del todo sus compuertas al mundo: el dignatario estaba haciendo además una mirada al futuro cuando mencionó, en los primeros minutos del encuentro, el tema de la post—COVID-19, algo en lo que ya andan enfocados nuestros científicos.

El primer punto en la agenda del encuentro —que sesionó desde el Palacio de la Revolución y que también estuvo presidido por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz— versó sobre la actualización de los modelos de pronósticos, cuya exposición estuvo a cargo del Dr.C. Raúl Guinovart Díaz, decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana.

Según afirmó el profesor, en sentido general la semana que ha terminado puede calificarse de buena en cuanto al control de la COVID-19. “Ha continuado en todas las provincias, dijo, la disminución de los casos confirmados; incluso aquellas provincias que mantienen todavía una incidencia alta de la transmisión, como Pinar del Río, Sancti Spíritus, Camagüey y Las Tunas, también han tenido un descenso”.

Tomando como apoyo esquemas sobre el comportamiento total de la enfermedad, el experto alertó que, aunque la tendencia de las cifras relacionadas con la COVID-19 es a disminuir, “la epidemia no ha acabado. Todavía nos queda mucho”: el descenso de las líneas —recalcó— ha sido bastante rápido, pero “para lo que nos queda de octubre y noviembre, todavía puede haber un número alto de casos”.

Los gráficos de pronósticos dan una buena noticia, apuntó Guinovart: “nosotros no llegaríamos, por lo menos en noviembre, a la cifra de los 10 000 fallecidos”. Eso significa que, según el matemático, se está “ralentizando” el crecimiento de ese número. Queda claro, como también dijo el experto, que los modelos están siendo elocuentes de “la eficacia de las vacunas que se están aplicando, y de los métodos de tratamiento a los pacientes”.

¿Qué ventajas tenemos en comparación con noviembre del año pasado?, preguntó el decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de La Habana, para seguidamente hablar de que “hoy hay una gran cantidad de personas inmunizadas en la población”, y “esperamos que verdaderamente esa inmunización resista” la llegada de otras personas desde otras partes del mundo; resista ante una amenaza de propagación de la epidemia.

Entre otros datos alentadores, Guinovart hizo referencia a un modelo de pronóstico aportado por la Universidad de Sancti Spíritus, el cual ratifica que el número de casos confirmados muy posiblemente descienda a mediados de noviembre a cifras ostensiblemente bajas.

En cuanto a los niveles de recuperación de la enfermedad, Raúl Guinovart destacó que estos ya superan la cifra del 98%. De una semana a otra, el incremento de ese indicador ha sido del uno por ciento; pero en casos como estos, subir la cuesta, como reflexionó el experto, requiere de mucho trabajo.

“Para el próximo mes esperamos que estemos por debajo de los 2 000 casos diarios; y a mediados de noviembre, en unos 600 casos diarios aproximadamente, eso nos pondría en una situación muy favorable para enfrentar las nuevas medidas que se avecinan”, razonó el matemático, a propósito de lo cual el Presidente Díaz-Canel habló de congratularnos pero “sin confianza, sin extrema confianza”.

En esta hora —argumentó el mandarario— Cuba tiene ante sí varios retos: uno de ellos, ser eficientes en aplicar la dosis vacunal de refuerzo, para blindar a la población; y se impone, dijo, el adecuado tratamiento a quienes arriben al país, porque de bajarse la guardia, alertó, el escenario epidemiológico podría volver a complicarse.

La ciencia cubana no descansa

La actualización de indicadores de la enfermedad severa y la letalidad por COVID-19 en Cuba fue un tema que también formó parte de la agenda del encuentro con los expertos y científicos. La Dra. C. Lisset Sánchez Valdés compartió en tal sentido un enfoque cuantitativo, a través del cual, entre otras ideas, expresó que en estos momentos todas las provincias muestran cifras de  mortalidad de acuerdo con la incidencia de transmisión de la epidemia que presenta cada territorio.

A modo de resumen, la Doctora enunció que los estudios recientes confirman “el impacto positivo de la vacunación caracterizada por alta velocidad del proceso; y la universalidad de la estrategia vacunal, lo que de conjunto con el resto de las medidas clínicas y epidemiológicas, ha permitido mantener una baja letalidad”.

Igualmente comentó que las diferencias en los indicadores epidemiológicos entre los territorios del país, están demandando “nuevos análisis integrales”. Y a lo anterior sumó que “las acciones en los territorios más vulnerables deben ser reforzadas siguiendo el enfoque de riesgo”.

Por su parte la Dra. Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (Minsap), compartió el esquema de una escalera alusiva a las “nuevas premisas del protocolo” atemperado al presente: para el escalón de la población sana, el fin es que ella no enferme; para el escalón del paciente confirmado, el propósito es que no agrave; y para el paciente grave o crítico, la meta es que no fallezca. Y en todo esto, enfatizó, “una de las premisas fundamentales es vacunar”.

La experta habló de establecer un nuevo protocolo para los convalecientes. “Eso lleva, dijo, una estrategia particular que hemos estado reforzando”.

El Dr.C. Pedro Más Bermejo hizo referencia a la importancia de estudiar, con luz larga, el impacto de la COVID-19 en la población: “Todavía están por ver los resultados de Cuba ante esta pandemia”; lo dijo, por ejemplo, pensando en cómo la Isla no es homologable con ningún otro país en cuanto al alcance y rapidez con que ha asumido el proceso de vacunación.

“Hay tres experiencias fundamentales que hemos ganado aquí en este combate —explicó el Doctor Agustín Lage—: una es la importancia de tener un protocolo integral estratificado, que combina intervenciones farmacológicas y las no farmacológicas. La otra experiencia es el reposicionamiento de los productos de nuestra industria. Y la tercera es trabajar la ciencia del lado de la demanda; es decir, pedir a los científicos lo que queremos que investiguen”.

El científico señaló el tema del adulto mayor como algo que se deriva de la COVID-19 y merece especial atención: “En esta epidemia el pico de la edad juvenil no está”, solo está presente “el pico del adulto mayor, y el problema es que esta es una mortalidad diferente”. Tenemos que replantearnos, aseveró, qué vamos a hacer con esa población vulnerable, que ya son 2.3 millones de cubanos, con miras a futuras pandemias.

Además de la del convaleciente —enfatizó Agustín Lage— hace falta la estrategia con el adulto mayor que no está enfermo: “Necesitamos un programa para el adulto mayor sano, y aplicar allí las experiencias que hemos ganado”.

Luis Velázquez Pérez, Presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, razonó que “estamos en una etapa interesante”, la cual “refleja el esfuerzo que se ha venido haciendo” incluso desde mucho tiempo atrás. Sobre la estimación de la carga de secuelas, el científico recordó que “la pandemia ha afectado mucho a los pacientes”, lo cual conduce a la pertinencia de “aprovechar los servicios que tenemos para una atención más integral, para una rehabilitación más intensiva”.

En la misma línea de pensamiento de librar batallas por la  vida tuvo lugar, después, la reunión del Grupo de Trabajo Temporal del Gobierno para el enfrentamiento a la COVID-19, encabezada por el Presidente de la República y por el Primer Ministro.

Las cifras compartidas en el encuentro por el titular de Salud, José Angel Portal Miranda, siguen siendo alentadoras, y la vacunación no se detiene; pero, como ha alertado la dirección del país, Cuba tendrá que estar muy atenta a cómo no retrocede en sus indicadores epidemiológicos cuando vuelva a abrir sus puertas a los visitantes de las más diversas latitudes.

Tomado de: Cubadebate – 20 octubre 2021

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