Viaje a la cueva de los murciélagos: búsqueda del origen de COVID-19 reaviva el debate sobre la “fuga del laboratorio” de Wuhan

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Murciélago de herradura de ChinaLa idea de que el SARS-CoV-2, el virus causante de la COVID-19 escapó de un laboratorio chino, teoría que en su momento se consideró conspirativa, está cobrando fuerza y poniendo en peligro la reputación y seguridad personal de renombrados científicos.

La red médica Medscape profundiza en el tema a partir de información publicada por especialistas de Kaiser Health News.

En el centro de la tormenta se encuentra Peter Daszak, cuya EcoHealth Alliance ha trabajado directamente con científicos chinos especializados en el coronavirus durante años. Daszak admitió durante una entrevista que aun cuando no cree que sea posible, tampoco puede refutar que el mortal coronavirus surgiera por una fuga en el laboratorio del Wuhan Institute of Virology y la calificó de “teoría conspirativa”.

Pero hay que comprender que atacar a los científicos “es disparar contra las personas capaces de alertar por dónde puede aparecer la próxima pandemia”.

La hipótesis de la fuga del laboratorio ha ganado adeptos a medida que pasa el tiempo y los científicos no terminan de encontrar un murciélago, u otro animal, infectado con un virus con la genética característica del SARS-CoV-2.

Hasta el momento, la hipótesis científica más aceptada sostiene que el virus que causa la COVID-19 surgió de mutaciones naturales al propagarse de los murciélagos a los humanos, posiblemente en uno de los numerosos mercados de China, en donde se venden y sacrifican animales enjaulados.

Una explicación alternativa es que el virus se filtró de alguna manera desde el Wuhan Institute of Virology, uno de los socios científicos de Daszak, posiblemente a través de un trabajador de laboratorio infectado.

Se sabe que los ancestros del virus se originaron en murciélagos del sur de China, a 600 millas de Wuhan. Pero el SARS-CoV-2 contiene mutaciones, o secuencias inusuales, que lo hicieron idóneo para infectar a las personas, una cuestión que el periodista Nicholas Wade ya analizó en profundidad.

Los científicos del Wuhan Institute of Virology han recogido miles de especímenes de coronavirus de murciélagos y los han registrado en bases de datos cerradas. El 14 de mayo 18 expertos en virus e inmunología publicaron una carta en la revista Science, en la que exigían una investigación más profunda y añadieron, que el Wuhan Institute of Virology debería abrir sus registros.

Esa demanda es “definitivamente inaceptable”, respondió Shi Zhengli, quien dirige el Center for Emerging Infectious Diseases en el Wuhan Institute y explicó que los miles de intentos de piratear sus sistemas informáticos obligaron al instituto a cerrar su base de datos.

Muchos virólogos creen que la “transmisión zoonótica” (de un murciélago o algún otro animal a un humano) sigue siendo el origen más probable. Sin embargo, la falta de pruebas es preocupante, 17 meses después de la aparición de COVID-19.

Robert Garry, de la Tulane University, duda de la hipótesis de una fuga de laboratorio y aportó un nuevo fragmento de pruebas de contagio: el informe de la OMS muestra que algunos de los primeros 168 casos de COVID-19 estuvieron vinculados a dos o más mercados de animales en Wuhan, con cepas de diferentes mercados que muestran ligeras diferencias en su secuencia genética, y planteó que tal vez un animal estuvo en un camión con gran número de jaulas y luego lo propagó a otra especie, produciéndose así la mutación.

En parte el conflicto científico sobre la hipótesis de laboratorio tiene sus raíces en un debate sobre los experimentos denominados “ganancia de función”. Esto se refiere a que, en el contexto de un laboratorio, se vuelven a los microorganismos más transmisibles y peligrosos para luego analizar justamente cómo se adaptan a las presiones del medio ambiente, con el objetivo de crear vacunas y terapias más eficaces, un trabajo que en teoría podría conducir a la creación y liberación de organismos más infecciosos o mortales.

En estos experimentos, los científicos de un laboratorio pueden, por ejemplo, probar la capacidad de un virus para mutar exponiéndolo a diferentes tipos de células, o a ratones modificados genéticamente con rasgos del sistema inmunitario humano.

Estos tipos de procederes son polémicos y controvertidos pues la seguridad de que no ocurra un escape accidental de los gérmenes, no es del 100%.

La investigación sobre los virus similares a COVID-19 es vital, señaló Zhengli Ralph Baric, de la University of North Carolina. “Una terrible verdad, es que existen millones de coronavirus en los reservorios animales, como los murciélagos, y por desgracia muchos parecen estar preparados para una rápida transmisión entre especies”, declaró. Y si bien no cree que COVID-19 sea el resultado de una investigación de “ganancia de función” y cuando personalmente acepta la hipótesis del origen natural, este científico opina que la OMS debería organizar una investigación rigurosa y abierta.

Las tensiones entre Estados Unidos y China dificultarán mucho la conclusión de cualquier estudio de este tipo, sugieren científicos de ambos lados del debate. La persistente retórica antichina de los gobiernos norteamericanos solo dificultan más la cooperación. Así lo señaló el Dr. Gerald Keusch, director asociado del National Emerging Infectious Diseases Laboratory Institute de la Boston University, y alega: “Si una enfermedad hubiera surgido en Estados Unidos y los chinos culparan al Pentágono y exigieran acceso a los datos, ¿qué diríamos? ¿Les ofreceríamos la alfombra roja: Vengan a Fort Detrick y al Rocky Mountain Lab? Habríamos hecho exactamente lo mismo que hicieron los chinos”.

Vea el análisi completo en: Viaje a la cueva de los murciélagos: búsqueda del origen de COVID-19 reaviva el debate sobre la “fuga del laboratorio” de Wuhan – Medscape – 2 de jun de 2021. (debe registrarse en el sitio)

Comentarios realizados Comentar

03/06/2021

Interesante y contradictorio debate ;pero de cualquier manera se sigue investigando el origen del virus eso es lo importante.

08/06/2021

Eder Ledrian Sarmiento @ 5:25 am #

Estados Unidos tiene una red de laboratorios secretos en muchos países y por supuesto Europa le hace compañía , en la frontera con China existe uno al cual los chinos le hachacan el problema de este virus . El 2020 fue el año de inicio de las transformaciones a nivel mundial , el Foro Económico Mundial dictó lo que sería las normas de consumo de todas las personas que habitamos en nuestra querida y única nave espacial , ¿por que noviembre y en China e iniciar un año con pandemia? , será que Donald Trump sabia de esto o sería una teoría de conspiración con la casi primera economía mundial Sólo tener calma y paciencia , lo que se sabe de este virus es que es de origen animal y nada más , dicho por la polémica OMS para callar , esperemos las respuestas a tantas incógnitas de este pandemonium que ha costado la vida de millones de personas y desearles suerte a los chinos en su exhaustiva investigación , los resultados de seguro serán sorprendentes . Buenos días . #CubaViva #TodosSomosCubanos #CuidateMucho

Jesus @ 6:10 pm #

Contradictorio debate carísima Marlene, si no sabemos la descendencia del hombre desde los monos, como vamos a saber lo del virus. ¿Por qué las miles de muestras realizadas a los murciélagos en Wuhan no dan pistas del virus? Supongo, por lógica que falta informacion, pero del mono y del virus no lo sabremos todavía.

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