Variante P.1 del SARS-CoV-2
La red especializada Medscape identificó recientemente como tendencia clínica, el tema de la transmisibilidad y la posible resistencia a las vacunas de la variante P.1 del SARS-CoV-2, aparecida por primera vez en viajeros de Brasil en Japón.
La variante P.1 ha sido en parte causa de un repunte mortal de COVID-19 en Latinoamérica. Respecto a ella, diversas investigaciones han identificado mutaciones en la región de la proteína en espiga que utiliza el virus para entrar en las células e infectarlas.
Un reciente estudio en preimpresión, sin revisión por pares, informó que la variante P.1 plantea más riesgo de transmisión lo mismo que de reinfección. Los expertos dicen que las mutaciones se asemejan a las observadas en la variante B.1.351, identificada por primera vez en Sudáfrica.
De los cuatro anticuerpos monoclonales autorizados para uso de emergencia en Estados Unidos, solo imdevimab conservó alguna potencia contra la variante P.1, según un nuevo estudio. Los investigadores descubrieron que la capacidad neutralizante de los otros tres anticuerpos monoclonales era “abolida de manera notable o completa”.
En el estudio también se expuso la variante P.1 al plasma de pacientes que sobrevivieron a la COVID-19, así como a la sangre de individuos que recibieron las vacunas de Pfizer/BioNTech o de Moderna. Los anticuerpos inducidos por la vacuna y el plasma fueron menos eficaces para neutralizar la variante P.1, en comparación con la versión sin estas nuevas mutaciones.
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