Altas dosis de inmunoglobulina intravenosa como una opción terapéutica para pacientes en estado de salud deteriorado con COVID-19

0

inmunoglobulina humanaEl brote de la COVID-19 se extendió rápidamente en China. En los inicios no se pudo identifacar un tratamiento efectivo definitivo. En este estudio se informa sobre 3 pacientes con COVID-19 grave que recibieron inmunoglobulina intravenosa (IVIg) en dosis altas, con recuperación satisfactoria.

El espectro clínico de la infección por SARS-CoV-2 es bastante amplio e incluye la infección asintomática; la de tipo leve, mostrando solo enfermedad del tracto respiratorio superior de tipo común con infiltraciones pulmonares; la de tipo grave con dificultad respiratoria; y también la de pacientes críticos que necesitan intubación o cuidados intensivos.

Las características clínicas de las personas con neumonía incluyen fiebre y tos, y en muchos casos una dificultad respiratoria repentina y acelerada se origina a partir de la neumonía intersticial.

En aquellos que progresaron rápidamente a condiciones críticas, se observaron recuentos de linfocitos periféricos reducidos y factores inflamatorios elevados, lo que indica una respuesta inmune abrumadora. Experiencias previas con el SARS en 2002 mostraron que la patogenia principal de la disfunción orgánica se encuentra en la desregulación general de las citocinas.

Basándose en observaciones previas, los autores dedujeron que el progreso sintomático de la COVID-19 consiste principalmente en 3 fases, que incluyen una fase inicial, que abarca la adquisición del virus y la viremia posterior; y en muchos pacientes, pero no en todos, una segunda fase de aceleración, cuando se produce un daño secundario inducido por el virus en los órganos y tejidos dianas, incluyendo los pulmones, el corazón, el tracto gastrointestinal e incluso, una tormenta inflamatoria general.

La tercera fase es la fase de recuperación final. Esto se demostró no solo por las características clínicas sino también por la dinámica de laboratorio, incluida la linfocitopenia progresiva y los marcadores de inflamación elevados en el momento de la aceleración.

Por lo tanto, las estrategias contra COVID-19 también deben especificarse de acuerdo con el curso de la infección. El mejor momento de los antivirales, si se usa alguno, puede estar en la fase previa a la aceleración.

Cuando comienza el deterioro clínico, los primeros días pueden presentar un punto crítico cuando la potente supresión de la cascada inflamatoria podría salvar a los pacientes de lesiones fatales mediadas por el sistema inmune, como se muestra en este trabajo. Además, según las experiencias con nuestros pacientes, si se pudiera detener la aceleración de la enfermedad, parecía funcionar bien incluso si no se administraban medicamentos antivirales efectivos.

Como resultado, se usó una dosis alta de IVIg de 0.3-0.5 g por kg de peso por día, durante cinco días en nuestros pacientes como un inmunomodulador potente y seguro. La dosis de IgIV se determinó en base a la práctica bien establecida en la terapia de modulación inmune para otras enfermedades, incluidos los trastornos neuromusculares, la púrpura trombocitopénica autoinmune, etc., con una consideración de la posible insuficiencia cardíaca o renal en pacientes graves con COVID-19.

Ninguno de los 3 pacientes informó eventos adversos.

En base a estas observaciones, se deben considerar estudios aleatorios de dosis altas de IgIV en pacientes deteriorados infectados con COVID-19.

Vea el artículo completo.

Cao, W., Liu, X., Bai, T., Fan, H., Hong, K., Song, H., Han, Y., Lin, L., Ruan, L., & Li, T. (2020). High-Dose Intravenous Immunoglobulin as a Therapeutic Option for Deteriorating Patients With Coronavirus Disease 2019. Open forum infectious diseases, 7(3), ofaa102. https://doi.org/10.1093/ofid/ofaa102

Los campos con asterisco (*) son obligatorios.

*

code