Un nuevo coronavirus emergente en China: preguntas clave para la evaluación de impacto
El 24 de enero de 2020, se habían diagnosticado al menos 830 casos del nuevo coronavirus en nueve países: China, Tailandia, Japón, Corea del Sur, Singapur, Vietnam, Taiwán, Nepal y los Estados Unidos. Se produjeron veintiséis muertes, principalmente en pacientes que tenían una enfermedad subyacente grave.
Aunque muchos detalles sobre la aparición de este virus, como su origen y su capacidad de propagarse entre los humanos, siguen siendo desconocidos, un número creciente de casos parecen haber resultado de transmisión de humano a humano.
Al igual que el brote de coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV) en 2003 y el brote de coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) en 2012, el 2019-nCoV es el tercer coronavirus que emerge en la población humana en las últimas dos décadas – una emergencia que ha puesto a las instituciones de salud pública mundial en alerta máxima.
Después de los informes iniciales, parece que el 2019-nCoV puede ser menos patógeno que MERS-CoV y SARS-CoV (ver tabla). La aparición del virus plantea una pregunta importante: ¿Cuál es el papel de la patogenicidad general en nuestra capacidad de contener virus emergentes, prevenir la propagación a gran escala y evitar que causen una pandemia o se vuelvan endémicos en la población humana?
Las preguntas importantes con respecto a cualquier virus emergente son: ¿Cuál es la forma de la pirámide de la enfermedad? ¿Qué proporción de personas infectadas desarrollan la enfermedad? ¿Y qué proporción, de quienes buscan atención médica? Estas tres preguntas informan a la clásica pirámide de vigilancia (ver diagrama).
Los coronavirus emergentes plantean una pregunta adicional: ¿Qué tan extendido está el virus en su reservorio? Actualmente, los datos epidemiológicos que nos permitirían dibujar esta pirámide no están disponibles en su totalidad (ver diagrama).
Claramente, la transmisión eficiente de persona a persona es un requisito para la propagación a gran escala de este virus emergente. Sin embargo, la gravedad de la enfermedad es un factor indirecto importante en la capacidad de propagación de un virus, así como en nuestra capacidad para identificar a los infectados y contenerla, una relación que es cierta si un brote es el resultado de un solo evento de propagación (como en el SARS- CoV) o por cruces repetidos de la barrera de especies (como en el MERS-CoV).
Es necesario ampliar la información epidemiológica sobre la patogenicidad y la transmisibilidad de este virus obtenida mediante detección molecular y vigilancia serológica para completar los detalles en la pirámide de vigilancia y guiar la respuesta a este brote. También, la propensión de los nuevos coronavirus a propagarse en los centros de atención médica indica la necesidad de que las instalaciones periféricas de atención médica estén preparadas para identificar casos potenciales también.
Además, se necesita una mayor preparación en los mercados de animales y otras instalaciones para animales, mientras se investiga la posible fuente de este virus emergente. Si somos proactivos de esta manera, quizás nunca tengamos que descubrir la verdadera epidemia o el potencial pandémico de 2019-nCoV.
A Novel Coronavirus Emerging in China — Key Questions for Impact Assessment List of authors. Vincent J. Munster, Ph.D., Marion Koopmans, D.V.M., Neeltje van Doremalen, Ph.D., Debby van Riel, Ph.D., and Emmie de Wit, Ph.D. NEJM. January 24, 2020. DOI: 10.1056/NEJMp2000929
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