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Se estima que en los Estados Unidos hay 3,2 millones de personas infectadas por el virus de la hepatitis C (VHC). La transmisión de ese virus ocurre principalmente por exposición percutánea a la sangre, y las personas que se inyectan drogas están expuestas al mayor riesgo de infección. Todavía no se ha definido la función que desempeña la transmisión sexual del VHC. Sin embargo, los informes recibidos en el último decenio, sobre todo de Europa, han puntualizado que existe transmisión sexual del VHC en hombres infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH).

La transmisión sexual del VHC se considera una modalidad  de transmisión ineficiente y rara. Sin embargo, la infección simultánea por el VIH ocasiona un aumento de la concentración de ARN (carga viral) del VHC que, por lo que se cree, aumenta la infectividad del VHC contraído por medio de contacto sexual. Otro motivo de preocupación entre las personas coinfectadas es que el VIH acelera la evolución de la enfermedad causada por el VHC, aun en sus etapas iniciales. La enfermedad hepática terminal y el carcinoma hepatocelular, que son el resultado de la infección crónica por el VHC, encabezan hoy en día las principales causas de defunción no atribuibles al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en las personas infectadas por el VIH en los Estados Unidos. Ampliar.

Estados Unidos, agosto 3/2011 (infoSIDA al instante No. 30)

Esta es una de las épocas más propensas  para que las personas en playas, campismos u otros centros de recreación tengan relaciones fortuitas y  desprotegidas, por lo que resultan vulnerables de contraer el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Lo cierto es que los promotores de salud  facilitan la comunicación, dado que trabajan en grupos  con sus mismas características, ya sean por la juventud, perfil ocupacional u orientación sexual..

La doctora Miriam González, funcionaria del Ministerio de Salud en Villa  Clara, expresó que la provincia ha diagnosticado en lo que va de año una treintena de personas con esa infección, y aunque la cifra es discretamente más baja que en similar período del pasado año, este territorio resulta el  segundo de mayor prevalencia del sida en  Cuba.

Desde el año  1986, cuando diagnosticaron al primer  caso de Villa Clara, el Estado  ha elaborado diversas estrategias que evitan  que la cifra sea mucho mayor, pero prosigue con más ahínco los procederes de prevención, pues el cubano conoce mucho sobre el tema, pero le falta la percepción de riesgo. Ampliar.

Villa Clara, Cuba, julio 29/2011 (CMHW)

sifilisaLa sífilis es una infección crónica sistémica con diversas manifestaciones clínicas. El Treponema pallidum es el agente causal. Su trasmisión es predominantemente sexual y maternofetal y puede ser trasmitido por el contacto directo con las lesiones infectantes y las membranas mucosas o piel no intacta del susceptible.

Sífilis Primaria
Se caracteriza por la presencia del chancro duro y sifilítico, lesión generalmente única, rosada o ulcerada, poco dolorosa, con base endurecida, fondo liso, brillante y secreción serosa escasa. La lesión aparece como promedio a los 21 días después del contacto infectante y puede acompañarse de adenopatía móvil, no dolorosa no supurativa y múltiple.
En hombres se localiza frecuentemente en el galde o en el surco balano prepucial. En la mujer es más común en los labios menores, paredes vaginales o en el cuello uterino, razón por la que es importante realizarse el examén ginecológico con espéculo.

Sífilis Secundaria
Se caracteriza por la presencia de lesiones cutáneo mucosas, no ulceradas, que aparecen de 6 a 8 semanas después de iniciado el chancro. Son lesiones generalmente acompañadas de dolor en las articulaciones, fiebre, cefalea y malestar general.Son comunes las manchas eritematosas de aparición brusca y lesiones en la región plantar y palma de las manos que pueden llegar a ser escamosas. Caída de la cola de las cejas y de la cabeza, entre otros.

Fuente: Manual de Infecciones de trasmisión sexual. Pautas para su tratamiento.

condiloma-acuminado2Enfermedad infecciosa de tratamiento frecuentemente sexual, también conocida como verrugas genitales o cresta de gallo. Es producida por el virus del papiloma humano (HPV) del cual, en la actualidad se conocen más de 70 tipos, 20 de los cuales pueden infectar el tracto genital. Una persona puede estar infectada por varios tipos de HPV.

Está comprobada la relación entre la infección por varios tipos de HPV y displasias, neoplasias intraepiteliales y carcinoma invasivo del aparato reproductor en ambos sexos, en particular de cuello uterino, por lo que la prevención y manejo adecuado de esta ITS es de gran importancia para mantener una vida sana.

La mayoría de las infecciones por HPV son asitomáticas, en algunos casos solamente es visible a través de técnicas de amplificación tras la aplicación de sustancias químicas. En otros casos solamente pueden ser diagnósticadas a través de la detección del ARN viral per medio de técnicas moleculares.

Se desconoce con exactitud el tiempo que el virus puede permanecer en estado de latencia, así como los factores que pueden desencadenar la aparición de lesiones, por lo que no es posible determinar el período de incubación.

La verrugas genitales visibles son causada usualmente por lo tipos 6 y 11, los que también pueden producirlas en vagina, cuello uterino, uretra y ano.  Otros tipos ocasionan verrugas en la región anogenital y están fuertemente asociados con la neoplasias intraepiteliales o invasivas.

Dependiendo del tamaño y localización, los condilomas pueden ser dolorosos, friables o pruriginosos. Las lesiones puden ser únicas o múltiples, localizadas o difusas y de tamaño variable. En hombres se presentan frecuentemente en el glande, región perianal y surco prepucial. En mujeres en la vulva, periné, región perianal, vagina y cuello uterino.

Fuente: Manual Infecciones de Trasmisión Sexual. Pautas para su tratamiento. Disponible en la biblioteca del CNP ITS/VIH/sida

huesos-1Un estudio de gran tamaño llevado a cabo en EE UU ha demostrado que la relación entre el tratamiento antirretroviral y la enfermedad ósea no está demasiado clara.

Diversos ensayos han mostrado que las personas con VIH corren un mayor riesgo de sufrir problemas en los huesos, como la osteoporosis. Sin embargo, no se conocen con claridad las causas y consecuencias exactas de este hallazgo.

Un grupo de investigadores del Departamento de Asuntos de los Veteranos de EE UU decidió examinar las tasas de fracturas por fragilidad (en cadera, muñeca y vértebras inferiores) de más de 56.000 personas con VIH entre los años 1988 y 2009. Los autores descubrieron que se produjo un gran aumento en la incidencia de fracturas con posterioridad a 1996, año en que se hizo disponible el tratamiento anti-VIH eficaz. Los factores tradicionales de riesgo de sufrir fracturas (como tener una mayor edad, fumar, tener diabetes o estar coinfectado por el virus de la hepatitis C) constituyeron todos ellos también factores de riesgo importantes en este grupo de personas.

De hecho, el equipo de investigadores considera que el aumento en la incidencia de fracturas observado después de 1996 podría deberse simplemente a que las personas con VIH viven más tiempo. No obstante, al restringir el análisis a los pacientes que recibieron atención médica en la era del tratamiento eficaz, se comprobó que el tratamiento con tenofovir (Viread® , y también en los comprimidos combinados Truvada® y Atripla® ) supuso un factor de riesgo de experimentar fracturas, al igual que la terapia con el inhibidor de la proteasa lopinavir/ritonavir (Kaletra®).

Sus resultados evidenciaron que cada año de tratamiento con tenofovir suponía un aumento de casi un 12% en el riesgo de sufrir una fractura. El uso de tenofovir y Kaletra® en la misma combinación aumentó aún más el riesgo de fractura ósea. Sin embargo, el equipo de investigadores señaló que el riesgo vinculado al empleo de estos fármacos resultaba mínimo en comparación con el relacionado con los factores tradicionales mencionados. De hecho, los autores no creen que la terapia antirretroviral constituya una causa relevante de fracturas, y comentan al respecto: Es probable que la exposición acumulada a los antirretrovirales no sea la causa del aumento del riesgo en la era TARGA.

Tratamiento anti-VIH en la prevención: los distintos métodos no están en competencia
El profesor Myron Cohen, de la Universidad de Carolina del Norte planteó que los artífices de políticas han de reflexionar sobre cómo se puede utilizar la terapia antirretroviral (PPrE y microbicidas) dentro de un paquete de prevención del VIH, en la VI Conferencia de la Sociedad Internacional de sida en Roma. El rotundo mensaje lanzado en un encuentro satélite de la conferencia fue que los métodos preventivos con antirretrovirales no están en competencia entre sí. Las personas asistentes debatieron sobre la rapidez con que está cambiando el paisaje de los métodos preventivos del VIH basados en fármacos antirretrovirales. El uso de la tecnología preventiva adecuada para atender las necesidades de la persona se erigió como uno de los temas del encuentro.

¿Constituye el tratamiento siempre la mejor opción (como medida de prevención) en parejas serodiscordantes? Si el miembro de estas parejas que vive con VIH no puede o decide no tomar comprimidos, o si la persona con VIH tiene otras relaciones, quizá sea preciso recurrir a la PPrE o a un microbicida”, declaró el profesor Myron Cohen, de la Universidad de Carolina del Norte (EE UU), uno de los investigadores principales del estudio, que demostró que el tratamiento precoz reducía en un 96% el riesgo de transmisión del VIH al miembro de la pareja seronegativo. Uno de los principales problemas destacados fue la dificultad para acceder a las poblaciones en situación de riesgo de infección. Tenemos que llegar a las mujeres que no se considera que están en una situación de riesgo y deberíamos conseguir que las comunidades se movilicen para ser las primeras en adoptar el gel [microbicida] con tenofovir, afirmó Samu Dube, de la Campaña Mundial por los Microbicidas.

Poner en práctica el tratamiento como prevención

Es necesario llevar a cabo más estudios para determinar lo eficaces que pueden resultar las distintas estrategias referentes al uso del tratamiento antirretroviral como prevención en comunidades y entornos epidemiológicos específicos, según se comentó en un encuentro satélite que tuvo lugar en la jornada inaugural de la conferencia de Roma.

El encuentro, organizado por Coalición de Activismo en Vacunas contra el Sida (AVAC) y el Grupo Europeo sobre Tratamientos del Sida (EATG), puso énfasis en la importancia de la realización de estudios, la identificación de barreras para la implementación de intervenciones preventivas y el desarrollo de estrategias para superarlas. El equipo de investigadores sugirió que ninguna intervención de tratamiento como prevención era “mejor”, ni tampoco que hubiera un paquete ideal de intervenciones, sino que más bien se requería un enfoque flexible para responder a las circunstancias locales. No obstante, se presentaron unos datos que evidenciaban que, en el caso de entornos con escasos recursos, el inicio de la terapia anti-VIH de forma precoz supondría la opción más eficaz. Las tasas de diagnóstico tardío, sin embargo, implican que la utilización más amplia de la terapia antirretroviral no permitiría llegar al 96% de reducción de las transmisiones observadas en el ensayo HPTN 052.

Incluso lograr una reducción del 60% en la tasa de transmisiones dependería de que el 60% de las personas reciba el diagnóstico en el primer año de la infección, de que el 90% de estas personas tome terapia antirretroviral, de que el 87% alcance una carga viral indetectable antes de seis meses y de que el 99% siga tomando tratamiento. De todos modos, en el encuentro también se comentó que un enfoque combinado resultaría más flexible frente a las situaciones en ámbitos reales.

La siguiente oleada de ensayos de prevención debería examinar el uso del tratamiento en entornos donde se proporcionan servicios de salud, afirmó Sheena McCormack, del Consejo de Investigación Médica del Reino Unido. Ésta señaló como dos prioridades el averiguar la aceptabilidad de la PPrE entre poblaciones diana como los hombres gay y el hacer que las intervenciones resulten rentables. Ampliar

 

Fuente: International AIDS Society

La vacunación proporciona inmunidad a largo plazo contra la hepatitis A (VHA) en la población general, pero no existían datos con respecto a la durabilidad de esta vacuna entre adultos infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Los participantes del estudio habían recibido un diagnóstico y un tratamiento temprano para la infección del VIH y el 62 por ciento estaba recibiendo terapia HAART. Al año, el 89 por ciento de los pacientes tenían niveles protectores de anticuerpos contra el VHA, el 90 y el 85 por ciento de ese grupo conservaban niveles protectores a los 6 y 10 años, respectivamente.En este estudio se evaluaron muestras de 130 adultos infectados por VIH con una edad media de 35 años y un recuento medio de CD4 de 461 células/mm³. Se consluyó que la mayoría de los adultos con un buen control de la infección por VIH tienen  respuestas seropositivas duraderas hasta 6-10 años después de la vacunación VHA. La supresión de  niveles de ARN del VIH está asociada con respuestas duraderas al virus de la hepatitis A.

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Long-term Durability of Immune Responses After Hepatitis A Vaccination Among HIV-Infected Adults. Nancy F. Crum-Cianflone et al. J Infect Dis. (2011) 203 (12): 1815-1823. doi: 10.1093/infdis/jir180