Este caso, reportado en Perú y publicado en la revista Dermatología, muestra un cuadro de sífilis nodular diseminada que se presenta como un pseudolinfoma y que es muy raro, solo se han descrito y publicado hasta la fecha 11 casos similares. La coinfección con el VIH puede alterar los resultados de las pruebas treponémicas y no treponémicas, lo que resulta en hallazgos falsos negativos y falsos positivos. Se estima que la coinfección sífilis y VIH está en aumento, por lo que se necesita un diagnóstico acertado para evitar las graves consecuencias de un diagnóstico tardío.
Presentación del caso
Paciente varón de 27 años procedente de Lima, homosexual, evaluado por presentar una erupción papulonodular ligeramente pruriginosa de un mes de evolución, las lesiones eran extensas pero con cierta preferencia sobre el rostro y tronco. El diagnóstico inicial realizado por un médico general fue de varicela. Las lesiones persistieron en el tiempo e incluso aumentaron de tamaño. Además se asocian astenia y pérdida de peso de aproximadamente 8 kg en los últimos tres meses.
Examen físico
Al examen se evidencia múltiples nódulos eritematosos con centro ligeramente deprimido y costroso distribuidos en rostro, cuello, antebrazos y tórax. (Figura 1) No se observan lesiones en palmas de manos, ni en plantas, las mucosas estaban indemnes de lesiones. No se encontraron adenomegalias ni organomegalias.
Exámenes auxiliares
La serología y la prueba confirmatoria para VIH fueron positivas. El hemograma mostró 3 700 leucocitos/mm³ (eosinófilos, 10%; abastonados, 7%; segmentados, 49%; monocitos, 3%; linfocitos, 31%). VSG, 59 mm/h. VDRL negativo. La biopsia de piel evidenció una lesión elevada, bien circunscrita, con una epidermis sin alteraciones significativas y un denso infiltrado inflamatorio de
tendencia foliculocéntrica constituido por linfocitos, células plasmáticas, macrófagos, escasas células gigantes multinucleadas y cúmulos de histiocitos epitelioides con tendencia a la formación de granulomas. Meses después el paciente presenta pérdida progresiva de la visión, es evaluado por oftalmología y diagnosticado de uveítis severa en ambos ojos, catarata secundaria y daño retinal severo.
Vea la presentación y discusión del caso del caso.
Sífilis nodular diseminada con fenómeno de prozona asociada a VIH/sida / Nodular syphilis spread associated with HIV/AIDS prozone phenomenon. Béjar, Claudia; Vidarte, Gladys; Chian, César; Valencia, Jorge; Torres-Cabala, Carlos. Dermatol. peru; 22(3): 162-165, jul.-sept. 2012. ilus.
Comentarios en Foro Virtual del CNP ITS – VIH/sida
Se presenta y discute el caso de una mujer de 40 años, sin antecedentes relevantes, quien ingresó al hospital Universitario San Vicente Fundación, por presentar síntomas respiratorios durante 20 días. Se diagnosticó sida de novo y neumonía intersticial asociada, todo lo cual progresó hasta la falla ventilatoria, que fue refractaria al tratamiento dirigido hacia los oportunistas identificados, debido a lo cual se produjo una falla orgánica múltiple que causó la muerte.
Historia clínica
Mujer de 40 años, separada, con dos hijos, diestra, estudió la primaria completa, católica, vivía con su madre e hijos en Medellín y trabajaba como camarera. Su pareja, de quien se había separado previamente, falleció en un accidente automovilístico seis años
antes del ingreso de la paciente al Hospital. Vivía en una casa con todos los servicios. Consultó el 22 de enero de 2008 al Hospital Universitario San Vicente Fundación por un cuadro de 20 días de evolución de síntomas respiratorios.
Antecedentes y causa de ingreso
Patológicos: bronquitis en octubre de 2007.
Quirúrgicos: dos cesáreas, osteosíntesis de codo por accidente de tránsito en 2002.
Tóxicos: fumadora de un paquete diario durante 15 años; licor ocasional.
Ingresó al Hospital por 20 días de tos, inicialmente seca, asociada a disnea de medianos esfuerzos que progresó a disnea de pequeños esfuerzos. En los 15 días previos a la consulta presentó además fiebre subjetiva; la tos se volvió productiva de un material de aspecto hialino, y presentó dolor en las zonas escapulares. El día previo a su ingreso presentó además edema de miembros inferiores. Informó que había consultado tres días antes y se le prescribieron enalapril, furosemida y un antibiótico sin mejoría (no recordaba el nombre del antibiótico).
Examen físico
Paciente en regulares condiciones generales, hidratada. Presión arterial: 80/50 mm Hg, frecuencia cardíaca: 90 por minuto; frecuencia respiratoria: 38 por minuto; saturación de oxígeno: 85% con FiO2 del 21%; temperatura: 38,5 °C. Candidiasis oral, pequeños ganglios cervicales posteriores de 0,5 cm. Zonas de alopecia. Leve tiraje costal, ruidos cardíacos rítmicos sin soplos, punto de máximo impulso no desplazado. Murmullo vesicular conservado con roncus en las bases, sin signos de consolidación. Abdomen: hígado de 15 cm por percusión, no tenía esplenomegalia. Tactos vaginal y rectal normales. Extremidades: edema grado 1 de miembros inferiores con fóvea. Neurológico: alerta, orientada, sin focalización, sin signos meníngeos, fondo de ojo normal. Piel con lesiones costrosas y signos de rascado tanto en miembros superiores como inferiores.
Exámenes paraclínicos
Entre los exámenes paraclínicos iniciales llamó la atención el recuento de linfocitos al límite (1.500/μL), sin anemia ni trombocitopenia, elevación del ácido láctico y la DHL (1.143 UI/L), hipoxemia (PO2 : 39,4 mm Hg) y acidosis metabólica. Electrocardiograma normal y radiografía de tórax con cardiomegalia e infiltrados intersticiales pericárdicos bilaterales (no se dispone de las imágenes). VDRL no reactivo y hemocultivos para aerobios, hongos y micobacterias negativos. Los demás exámenes de laboratorio se resumen en las tablas 1 y 2.
Vea la evolución y discusión del caso.
Conferencia clínico patológica (CPC): paciente previamente sana con insuficiencia respiratoria debida a neumonía intersticial. Serna Ortiz, Carlos Andrés; Muñoz Ortiz, Édison; Arias Restrepo, Luis Fernando; Cataño Correa, Juan Carlos. Iatreia; 26(1): 83-94, ene. 2013.
La infección por el virus de inmunodeficiencia humana es una de las principales causas de cardiopatía adquirida, especialmente de disfunción ventricular izquierda sintomática. En este trabajo se realizó una revisión bibliográfica para profundizar en los diversos elementos clínicos, fisiopatológicos y diagnósticos que caracterizan a estos pacientes.
La patogénesis de la disfunción del ventrículo izquierdo se relaciona con diversos agentes causales como: la infección miocárdica por el propio virus, las infecciones oportunistas o por otros virus, mecanismos autoinmunes, deficiencias nutricionales, sobreexpresión de citocinas y toxicidad inducida por fármacos. La disfunción sistólica sintomática es una manifestación tardía de afectación cardíaca mientras que una proporción importante de pacientes presentan alteraciones clínicamente silentes. La disfunción diastólica cursa con una alteración precoz de la relajación miocárdica y de la dinámica de llenado del ventrículo izquierdo. La ecocardiografía es útil para el diagnóstico.
El tratamiento antirretroviral actual incrementa la supervivencia de pacientes con infección por el virus de inmunodeficiencia humana, lo cual presumiblemente producirá un aumento en la prevalencia de complicaciones cardíacas. Se requiere de nuevos estudios prospectivos observacionales que determinen la susceptibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca sintomática en los pacientes infectados por este virus.
Es importante señalar que el tratamiento antirretroviral actual incrementa la supervivencia de pacientes con infección por el VIH, lo cual presumiblemente producirá un aumento en la incidencia y prevalencia de complicaciones cardíacas; por lo tanto, se requiere de nuevos estudios prospectivos observacionales que determinen la susceptibilidad de desarrollar enfermedad cardíaca sintomática en los pacientes infectados por el VIH.
Disfunción ventricular izquierda en pacientes con infección por virus de inmunodeficiencia humana. Dr. Alexander Valdés Martín y Dra. Angélica M. Reyes Pérez. CorSalud5(2) 2013
El principal obstáculo que atenta contra el uso a gran escala de vacunas contra el virus del papiloma humano (VPH) para prevenir el cáncer cervical es el costo. Una variante asequible es el tratamiento de dos dosis para las niñas. Este estudio se realizó para determinar si los niveles de anticuerpos para el VPH -16 y el VPH – 18 entre las niñas que recibieron dos dosis, fue inferior o no al de las mujeres que recibieron tres dosis.
Los tratamientos con pocas dosis son muy atractivos, sin embargo, corren el riesgo de comprometer la eficacia protectora de las vacunas y el objetivo de la vacunación en sí. Por eso es importante obtener más datos sobre la duración de la protección antes de recomendar tratamientos de dosis reducidas.
Ver resumen del ensayo y comentarios. Ver contacto con autor principal.
Immunogenicity of 2 doses of HPV vaccine in younger adolescents vs 3 doses in young women: a randomized clinical trial. Dobson SR, McNeil S, Dionne M, et al. JAMA. 2013 May 1;309(17):1793-802.
Investigadores de Estados Unidos han conseguido describir por primera vez la estructura química de la cápside del virus De inmunodeficiencia humana (VIH), o “caja” proteica, lo que permitirá explorar nuevas terapias para el tratamiento de la enfermedad, informa Nature.
El estudio, hecho por expertos de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), señala que durante mucho tiempo los científicos han tenido problemas para descifrar la cápside del VIH, la estructura proteica que contiene el material genético del virus y que es clave para su virulencia, por lo que estos avances ayudarán a desarrollar nuevos fármacos.
Fuente: Medisur. Revista de Ciencias Médicas de Cienfuegos
El virus del papiloma humano (VPH) pertenece a la familia de los papovavirus, que son un grupo diverso de virus ADN con una cubierta proteica o cápside, que le permite sobrevivir en el ambiente por largos periodos de tiempo. La mayoría de estas infecciones víricas son asintomáticas o subclínicas, pues no originan ninguna manifestación clínica o morfológica y pasan desapercibidos si no se hace una prueba molecular para detectar fragmentos del genoma en las células infectadas; afectan principalmente las células epiteliales de piel y mucosa, pero penetran generalmente en la capa basal. Pueden infectar las mucosas bucal, laríngea y cervical, así como los genitales externos. Este virus patógeno lesiona las células al penetrar en ellas, se replica a expensa del huésped y produce transformación celular, por tanto, da lugar a una proliferación neoplásica y causa diferentes clases de papilomas en el hombre (verrugas o condilomas); mientras que otros pueden generar infecciones subclínicas, las cuales pueden (en la minoría de casos) dar lugar al cáncer.
Casi todas las infecciones son transitorias, pues se controlan por la respuesta inmune del organismo; solo entre 10 y 20 % se vuelven crónicas o persistentes y son las que tienen un mayor potencial oncogénico, a pesar de que otros generan infecciones subclínicas, que pueden, en la menor cantidad de pacientes, convertirse en tumores. La infección por VPH es la causa principal de casi todos los casos de cáncer cervical. Existen cofactores, tales como: consumo de tabaco y alcohol, capaces de aumentar la probabilidad de progresión de la infección hacia el cáncer.
Cabe agregar que existen diversas vías de transmisión del VPH, entre las cuales figuran: perinatal, infección transplacentaria, líquido amniótico, sangre, contacto sexual, autoinoculación y algunos autores sugieren una posible transferencia por la saliva.
El papiloma bucal es una de las lesiones epiteliales de la boca más frecuentes, producidas por el VPH. Este virus se transmite por contacto directo y la mayoría de las lesiones de esta cavidad se deben al contacto por autoinoculación y relaciones urogenitales. Se ha demostrado que la saliva tiene un papel protector de las infecciones a través de la existencia de un gran número de agentes bucales antimicrobianos, tales como: lisozima, lactoferrina, inmunoglobulina A (Ig A) y citoquinas. Además, los tejidos altamente queratinizados que caracterizan la cavidad bucal pueden proveer una barrera contra la infección por VPH, lo cual limita la probabilidad de que el virus invada y alcance las células de las capas basales, a diferencia de la mucosa cervical.
Fuente: MEDISAN 2013;17