Según una investigación presentada en la EUROECHO y otras modalidades de imágenes 2012 (reunión anual de la Asociación Europea de Radiología Cardiovascular), los niños con VIH tienen un riesgo 2,5 veces mayor de padecer aterosclerosis. En estos casos el tratamiento antirretroviral, los hipolipemiantes y la prevención con estilos de vida saludables, son necesarios para prevenir la muerte prematura por enfermedad cardiovascular.
El tratamiento antirretroviral está prolongando la vida de los pacientes con VIH, que ya no fallecen prematuramente a causa de la infección. Sin embargo, el tratamiento no es una cura, y el virus permanece en el cuerpo. ¨La infección hace que el cuerpo luche por su vida, por lo que el sistema inmune siempre está activado y hay inflamación crónica¨, dijo la Dra. Talia Sainz Costa, investigadora principal del estudio y pediatra de Madrid, España.
Además, muchos medicamentos antirretrovirales aumentan el colesterol malo (LDL) y disminuyen el colesterol bueno (HDL). La Dra. Sainz Costa dijo: ¨Los niños con VIH tienen el colesterol alto durante un largo período y encima de esto, el virus causa inflamación crónica; ambas situaciones son malas para las arterias¨. Los pacientes con VIH mueren prematuramente de enfermedades no relacionadas con el sida, que incluyen las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades hepáticas y renales. ¨Esto es especialmente importante para los niños porque han estado viviendo con el VIH desde su nacimiento o incluso antes¨, dijo el Dr. Sainz Costa. ¨En el momento en que alcanzan los 50 años de edad ya se ha acumulado más toxicidad a causa del tratamiento y más efectos secundarios debidos a la infección y están en un riesgo aún mayor de sufrir ataques al corazón y otras complicaciones¨.
El presente estudio tuvo como objetivo conocer si los niños y los adolescentes con VIH tienen daño aterosclerótico prematuro. Los investigadores encontraron que el 17% del grupo con VIH eran fumadores en comparación con el 11% del grupo de control. La Dra. Sainz Costa dijo: ¨Los niveles de tabaquismo en adolescentes en España son altos. Los niveles son aún más altos en el grupo con VIH y esto está probablemente relacionado con el bajo nivel socioeconómico y con antecedentes sociales/familiares muy complejos¨. Tras ajustar por edad, sexo, índice de masa corporal y el consumo de tabaco, el VIH se asoció de forma independiente con el marcador para la aterosclerosis IMT (en inglés).
Los niños y adolescentes con VIH mostraron un riesgo 2,5 veces mayor de un IMT más elevado que los controles. La Dra. Sainz Costa dijo: ¨Nuestro estudio muestra que los niños y adolescentes con VIH tienen arterias que están más rígida y menos elástica, lo que significa que el proceso de la aterosclerosis ha comenzado y que tienen un mayor riesgo de infarto en el futuro¨. Los investigadores también encontraron que la frecuencia de células T CD4 + activadas fueron mayores entre los niños y adultos jóvenes infectados con VIH . ¨Esto demuestra que el sistema inmunológico es más activo¨, dijo la Dra. Sainz Costa. Llegaron a la conclusión de que los médicos deben tomar más en serio la prevención cardiovascular en niños y adolescentes con VIH, sin dejar de tratar la infección por VIH. La Dra. Sainz Costa dijo: ¨La enfermedad cardiovascular ya ha echado raíces en los niños y adolescentes con VIH y es necesario tomar medidas preventivas en esta etapa temprana. Tenemos que ser más agresivos en el tratamiento de la hipercolesterolemia con fármacos – esta práctica es común en los adultos, pero rara en los niños¨. Y agregó: ¨También tenemos que ser más estrictos en el consejo de estilo de vida saludable. Muchos niños y adolescentes con VIH provienen de familias con un nivel socioeconómico bajo y son más propensos al consumo de tabaco, la mala alimentación y la inactividad. Este grupo de edad también tiene dificultades con la adherencia a la medicación que es otra preocupación, pero no debemos dejar que esto disminuya nuestros esfuerzos para prevenir futuras complicaciones¨.
La Dra. Sainz Costa concluyó: ¨La investigación del VIH está buscando maneras de controlar la inflamación y la activación inmunológica con agentes tales como probióticos, la aspirina y los corticoides. Mientras tanto, los médicos deben centrarse en garantizar a sus jóvenes pacientes con VIH tomar el tratamiento antirretroviral, tomar medicamentos reductores de lípidos cuando sea necesario, y adoptar estilos de vida saludables¨.
Fuente: European Society of Cardiology, Press Releases. Diciembre 13, 2012
En conmemoración del Día Mundial del Sida (1 de diciembre), Vital Signs da un vistazo al impacto alarmante que tiene el VIH en los jóvenes de 13 a 24 años y destaca la importancia que tiene para la juventud la prevención del VIH, las pruebas de detección y el tratamiento.
La prueba del VIH
Como la mayoría de las personas jóvenes que tienen el VIH no saben que están infectadas, es muy importante que se hagan la prueba de detección y que sepan dónde pueden hacerse una prueba del VIH de manera confidencial. La prueba del VIH ayuda a salvar vidas y a prevenir la propagación de este virus. Para aquellas personas infectadas, hacerse la prueba del VIH es el primer paso esencial con el fin de recibir la atención médica y el tratamiento necesarios para ayudarlos a vivir más tiempo y de manera más sana.
Educación sobre los riesgos del VIH
Se necesita un esfuerzo coordinado entre los padres, las escuelas, las organizaciones comunitarias, los programas de prevención en la Internet y el gobierno para asegurar que todos los jóvenes entiendan qué es lo que los pone en riesgo de contagiarse con el VIH y cómo prevenirlo.
Los principales factores de riesgo del VIH entre los jóvenes son:
- No saber cómo se transmite el VIH ni conocer sus propios riesgos.
- Tener relaciones sexuales.
- Consumir alcohol o drogas al tener relaciones sexuales.
- Inyectarse drogas.
- Tener relaciones sexuales con personas mayores.
- Tener múltiples parejas sexuales.
- No usar condones de manera constante y correcta (tener relaciones sexuales sin protección).
- No hacerse la prueba del VIH o no recibir tratamiento si se tiene la infección.
Medidas que se pueden tomar
Esta edición de Vital Signs sobre el VIH en los jóvenes insta a tomar las siguientes medidas:
Los jóvenes pueden informarse sobre el VIH y resistir la presión de tener relaciones sexuales o de usar drogas que los lleven a correr más riesgos. Si son sexualmente activos, los jóvenes pueden dejar de tener relaciones sexuales o limitar la cantidad de parejas sexuales, y usar un condón de manera correcta cada vez. Los CDC recomiendan que todas las personas entre los 13 y 64 años se hagan la prueba del VIH por lo menos una vez, como parte de la consulta médica de rutina.
Los padres y las familias pueden hablar con sus hijos de manera temprana y a menudo acerca del VIH y la salud sexual, y hacer participar al médico de los niños en la conversación. Ellos también pueden apoyar la educación sobre el VIH y los ambientes seguros en las escuelas para todos los jóvenes.
Los proveedores de atención médica pueden seguir las directrices actuales para la prueba del VIH y el tratamiento, y hacer la prueba del VIH a los pacientes jóvenes (los hombres jóvenes homosexuales y bisexuales deben hacerse la prueba al menos una vez al año y aquellos con riesgo más alto pueden beneficiarse si se hacen las pruebas con mayor frecuencia). Los proveedores de atención médica también pueden educar a los padres de familia y a los jóvenes acerca del desarrollo sexual y la prevención del VIH.
Las escuelas, las organizaciones comunitarias y la Internet pueden ser fuentes de información para los jóvenes acerca de cómo prevenir el VIH.
Todas las personas pueden participar activamente, y todos nosotros podemos apoyar los programas para prevenir el VIH en los jóvenes.
Fuente: CDC, VitalSigns: VIH y los Jóvenes. Diciembre 13, 2012.
Las pruebas de detección del VIH son recomendadas a todos los pacientes entre 13 y 64 años de edad. No obstante, los médicos no han asimilado del todo esta recomendación; sólo el 20% de los galenos de la atención primaria indican rutinariamente a sus pacientes la prueba para detectar la infección.
En este trabajo los especialistas se proponen aumentar la tasa de detección del VIH en un entorno de atención primaria de manera rutinaria, ofreciendo la posibilidad de realizarse los exámenes de VIH a todos los pacientes que asisten a estas consultas. Para la investigación, se ofrecieron exámenes de VIH a todos los pacientes atendidos durante un período de 3 meses en la clínica de los autores. La gestión fue realizada por un asistente médico.
Durante el período de 3 meses de estudio, el 17% de los pacientes a los que se les ofreció realizarse las pruebas de detección del VIH, aceptaron , lo que reportó un aumento significativo del diagnóstico en comparación con un periodo anterior de tiempo similar.
Luego de analizados los resultados se concluyó que la detección de VIH puede aumentarse rutinariamente ofreciendo la prueba a todos los pacientes en la consulta. El empleo de profesionales de salud que no sean médicos, puede aumentar el número de pacientes examinados. Aunque la mayoría de los pacientes con VIH hoy se hacen las pruebas a tiempo, casi una tercera parte aún se diagnostican tarde.
Las infecciones virales, bacterianas o cualquiera en la magnitud que produzca una enfermedad, es un problema de salud en los sujetos con prácticas de riesgo para la infección, ya sean sexuales o laborales, brindando cuidados o implementando técnicas y procedimientos invasivos que impliquen la exposición del riesgo.
Se realizó una investigación descriptiva, cualitativa y cuantitativa, de corte transversal y prospectiva, con el objetivo de evaluar el efecto de la percepción del riesgo en el cuidado enfermero en pacientes viviendo con VIH/sida. El universo fue de 3067 enfermeros (as) siendo la muestra de 613 enfermeros (as) lo que representa un 20 % del universo, teniendo como criterio de inclusión que el personal seleccionado estuviera vinculado directamente a labores asistenciales y representadas las diferentes categorías ocupacionales.
Se obtuvo como resultado que un 18,4 % de la muestra reflejó la no percepción de riesgo y predominó la categoría técnica, para un 41,5 %. En relación al cumplimiento de seguridad ante los incidentes y el uso de dispositivos dispuestos, el 5.5% no lo tienen en cuenta y al relacionar como lo asumen con las categorías profesionales, los enfermeros básicos representaron el 7,3 % y le siguieron los licenciados para un 6,2 %. El 25,3 % de la muestra han sufrido accidentes o incidentes que propician a la exposición a la infección. Se refleja en el análisis de la percepción de ser contaminado, que el 24,6 % no lo siente a pesar de que incide en el paciente o individuo supuestamente sano.
Percepción de riesgo del enfermero en el cuidado del paciente viviendo con VIH-sida. José Mario Olivera Jeréz; Elvira de la Rúa Méndez; Araceli Gracia Nicado; Antonio Manuel Ramírez Olivera. Revista Cubana de Enfermería Vol 28, No 4 (2012)