enero 2013 Archivos

El progreso que destaca en este informe inspira esperanza en todo el mundo. Los países trabajan para lograr importantes resultados en la respuesta al sida y evitar nuevas infecciones. A pesar de que la recuperación económica mundial sigue siendo incierto, nuestra visión de llegar a cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el sida sigue siendo prioridad en la agenda internacional. Los datos presentados aquí indican que los países están manteniendo sus compromisos de alcanzar la objetivos de la política de las Naciones Unidas para 2011 Declaración sobre el VIH y el SIDA.

El ritmo del progreso se ha acelerado. Incrementos de rendimiento están siendo ahora alcanzados en menos tiempo. En sólo 24 meses, un 60% más de personas han accedido al tratamiento antirretroviral, con la caída correspondiente en la mortalidad. Las tasas de infección han disminuido en un 50% o más en 25 países – 13 de ellos en el África sub-sahariana. La mitad de todas las reducciones en las infecciones por el VIH en los últimos dos años  han sido de los niños; esto ha envalentonado a nuestra convicción de que lograr una generación libre de SIDA no es sólo posible, sino inminente. Sin embargo, es demasiado pronto para felicitarnos nosotros mismos. El SIDA no ha terminado. Los datos en este informe – proporcionado por 186 Estados miembros de la ONU, indican que en muchos países, las personas que viven con y están afectadas
por el VIH aún enfrentan el estigma, la discriminación y la la injusticia. Las mujeres y las niñas se encuentran aún en mayor riesgo debido a la inequidad de género y sexual violencia. Todavía hay una brecha de 30% entre los recursos que están disponibles y lo que se necesita anualmente para el año 2015.
Hay alrededor de 1000 días hasta el fecha límite para alcanzar el objetivo de SIDA 2015. Cada uno de los próximos 1000 días será una prueba a nuestro compromiso de poner fin a esta epidemia. Contamos con todos los socios mundial, regional y de los países para unir en el avance de la respuesta al sida y la entrega de resultados importantes para la gente. Nuestros objetivos están a la vista.

Informe mundial 2012

Fuente: ONUSIDA

Intervenciones educativas y preventivas en los adolescentes y jóvenes

Las características de la epidemia varían enormemente de una región a otra, pero en todos los casos los jóvenes son el epicentro deljovenes problema. Cada día 5 000 jóvenes de entre 15 y 24 años son infectados por el VIH, lo que equivale a casi 2 millones de nuevas infecciones cada año. En los países donde el VIH se concentra entre los profesionales del sexo, los consumidores de drogas inyectables o los hombres que tienen relaciones homosexuales, los comportamientos de alto riesgo comienzan generalmente en la adolescencia y una buena parte de esas poblaciones de alto riesgo tiene menos de 25 años.

La mayoría de estos jóvenes carecen de los conocimientos y aptitudes básicas necesarias para evitar la infección por VIH, tienen acceso insuficiente a la información, al asesoramiento, a las pruebas, a los preservativos, a las estrategias de reducción del daño y a los servicios de atención y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual. Son víctimas de factores socioeconómicos que no pueden controlar.

Está demostrado que los países que han reportado una disminución de la prevalencia de la infección por VIH son los que han conseguido modificar en mayor medida los comportamientos y la prevalencia entre los grupos de edades más jóvenes.

Debido a que la iniciación sexual ocurre muchas veces a edades muy tempranas, la educación sobre VIH/sida debe implementarse de la misma manera, a una edad temprana, antes de que los jóvenes practiquen conductas sexuales que los pongan en riesgo de contraer la infección.

Cuando los tomadores de decisiones, los planificadores de programas y los donantes deciden cómo asignar los limitados recursos disponibles a actividades de prevención del sida, necesitan la evidencia de qué funciona y qué no funciona.

Se impone entonces que los gobiernos y los organismos donantes inviertan no solo en proyectos de intervención sino también en evaluaciones de procesos y resultados y análisis de costo-beneficio, a fin de poder identificar y promover las intervenciones más eficaces.

Existe una metodología para evaluar la solidez de la evidencia sobre la eficacia de distintas intervenciones de prevención, que comprende los siguientes pasos:

  • Primero, definir los tipos clave de intervención que los formuladores de políticas han de seleccionar teniendo en cuenta la población considerada.
  • Segundo, definir el grado de evidencia que se necesitaría para justificar la aplicación generalizada de la intervención.
  • Tercero, desarrollar criterios explícitos de inclusión y exclusión para los estudios revisados.
  • Cuarto, examinar críticamente todos los estudios que reúnan las condiciones y sus resultados, por tipo de intervención.
  • Quinto, resumir la robustez de los datos sobre la eficacia de cada tipo de intervención.
  • Sexto, comparar la solidez de la evidencia aportada por los estudios con el umbral de evidencia que se necesitaría para recomendar la aplicación generalizada de la intervención.
  • Séptimo, a partir de esa comparación, extraer recomendaciones basadas en la evidencia respecto a la aplicación de cada tipo de intervención en el entorno o grupo de población en cuestión.

Existen ambientes claves desde donde se puede aplicar con eficacia la intervención educativa dirigida a los jóvenes, cada uno con sus características particulares:

La escuela

En muchos aspectos, las escuelas son ambientes claves para contribuir a la disminución de la prevalencia del VIH entre los jóvenes. De los jóvenes que asisten a la escuela la mayoría entran a ésta antes de iniciar las relaciones sexuales. Sin embargo, las intervenciones en materia de educación sexual y educación sobre el VIH varían enormemente en las diferentes escuelas. La gran mayoría de las intervenciones de educación sexual y sobre el VIH basadas en las escuelas han demostrado ser capaces de reducir los comportamientos sexuales peligrosos declarados en los países en desarrollo. Habría que aplicar de forma más generalizada las intervenciones basadas en programas de estudios que reúnan las características de las intervenciones más eficaces en el mundo desarrollado y en los países en desarrollo. Todos los tipos de intervención escolar deben ser objeto de nuevas evaluaciones rigurosas, y es preciso realizar también evaluaciones más precisas de las intervenciones mediadas por compañeros y no basadas en los programas de estudios antes de poder pasar a recomendarlas ampliamente.

Los servicios de salud

fanguito
Los servicios de salud complementan las intervenciones realizadas en otros sectores, pero es frecuente que los jóvenes no los utilicen. Los servicios más importantes de cara a la prevención del VIH entre los jóvenes son los que fortalecen

su capacidad para evitar la infección, entre ellos la información y la consejería; los que reducen los riesgos, en particular proporcionando preservativos e intervenciones en materia de reducción del daño; y los que ofrecen diagnóstico y tratamiento para las infecciones de transmisión sexual y el VIH. Estudios sobre las intervenciones encaminadas a fomentar el uso de los servicios de salud por los jóvenes recomiendan que se apliquen de forma generalizada, con un seguimiento meticuloso de la calidad y la cobertura, las intervenciones que incluyan formación para los proveedores de servicio, mejoras de los consultorios y realización de actividades en la comunidad, y que aquellas que entrañen además la implicación de otros sectores se apliquen también ampliamente pero con cautela, siempre que incorporen un componente importante de evaluación.

Los medios de comunicación

Los jóvenes están muy familiarizados con los medios de comunicación, de donde obtienen información y ejemploslogoSCom sobre el modo de comportarse, de ahí que dichos medios tengan un potencial enorme para hacerles llegar mensajes sobre el VIH y el SIDA. Se ha observado que los programas basados en medios de comunicación pueden influir en los resultados relacionados con el VIH entre los jóvenes, pero no en todas las variables ni en todas las campañas. Las campañas que incluyen el uso de la televisión son las que requieren el mayor umbral de evidencia, pero son también aquellas cuyos efectos gozan del máximo apoyo evidencial. Todo ello parece indicar que los programas amplios basados en los medios de difusión constituyen un valioso instrumento en este terreno.

Según un trabajo de OMS, las intervenciones preventivas y educativas se pueden clasificar en cuatro categorías, en función de si las pruebas son lo bastante sólidas para formular recomendaciones:

¡YA!

Pasemos a la acción e intervengamos ya, supervisando la cobertura y calidad de la intervención. Estrategias que se recomiendan dentro de esta categoría:

  • Escuelas: intervenciones basadas en currículum de estudios con características eficaces, dirigidas por adultos.
  • Servicios de salud: intervenciones que incluyen formación para los proveedores de servicios, cambios en las instalaciones, y promoción de los servicios entre los jóvenes y los líderes de las comunidades.
  • Medios de comunicación: intervenciones que envían mensajes a través de la radio y/o la televisión, además de otros medios de difusión.

¿Listos?

Apliquemos extensamente la intervención pero evaluémosla cuidadosamente. Estrategias que se recomiendan dentro de esta categoría:

  • Comunidades geográficamente delimitadas: intervenciones centradas explícitamente en los jóvenes a través de estructuras y organizaciones existentes.
  • Jóvenes más expuestos al riesgo del VIH: programas basados en centros de salud que también tienen un componente de extensión comunitaria, y proporcionan información y servicios.

¿Preparados?

Es preciso investigar y desarrollar más la intervención, si bien muestra potencial de ser efectiva.

No intervenir

Puede ser que la evidencia muestre que no es conveniente aplicar la intervención.

Las intervenciones dirigidas a los jóvenes de comunidades geográficamente delimitadas (por ejemplo, aldeas rurales, asentamientos urbanos o vecindarios) tienen la posibilidad de llegar a los jóvenes allí donde viven, independientemente de si asisten o no a la escuela, están casados o solteros, trabajan, o están desempleados.

En otros países los jóvenes están especialmente expuestos al riesgo de contraer la infección por el VIH debido a las situaciones en que viven, aprenden y trabajan, y a consecuencia de las conductas que adoptan o se ven obligados a adoptar debido a factores sociales, culturales o económicos. Muchos de esos jóvenes viven en los márgenes de la sociedad, y es improbable que se beneficien de las intervenciones aplicadas a través de las escuelas, los servicios de salud o los medios de comunicación.

En Cuba, existe desde el 2003 un proyecto dirigido a fortalecer la respuesta cubana en la prevención y atención de la epidemia (CUB/03/018/A/01/99), auspiciado por el Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria. Es parte de los Programas de Educación Sexual y de Prevención del VIH/sida que se desarrollan por parte del MINED. Como tal, complementa y profundiza en la preparación para la vida familiar y sexual de los adolescentes y jóvenes comprendidos en el sistema educacional.

La Educación Sexual puede considerarse como una preparación del adolescente para la vida adulta independiente, con los recursos de su personalidad que le posibiliten dar solución satisfactoria a los diversos problemas que la vida les plantee, prevenir las ITS y realizarse personal, familiar y socialmente.

Fuentes:

Hablemos claro de sexualidad. Guía para adolescentes. Versión cubana, Primera Edición. 2004. Disponible en la biblioteca del CNP ITS/VIH/sida.

Manual para médicos de familia sobre ITS/VIH/sida. Colectivo de autores. MINSAP, CNP ITS/VIH/sida. 2003. Disponible en la biblioteca del CNP ITS/VIH/sida.

Educación en la Prevención del VIH/sida en el Sistema Nacional Escolar. Colectivo de autores. Ministerio de Educación. 2004. Disponible en la biblioteca del CNP ITS/VIH/sida.

VIH/SIDA entre los jóvenes. CDC. Disponible en: http://www.cdc.gov/hiv/spanish/resources/factsheets/youth.htm

Recursos en la OMS

actualizado mayo/2016

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (Food and Drug Administration, FDA) anunció recientemente la actualización de las siguientes fichas técnicas:

  • Edurant (Rilpivirina).

    El 7 de diciembre de 2012, la FDA aprobó los cambios en el prospecto de envase de Edurant (rilpivirina). Los cambios más importantes incluyen restringir la indicación para los pacientes con un ARN del VIH-1 igual o por debajo de 100,000 copias/mL que nunca han recibido tratamiento, actualizar el prospecto de envase con los resultados de la semana 96 de los ensayos clínicos en Fase 3 y agregar una nueva advertencia y precaución de hepatotoxicidad. Se puede obtener más información en:FDA: comunicado de prensa (disponible solamente en inglés).
    Registro de Edurant (Rilpivirina) de infoSIDA.
  • Hepsera (Adefovir Dipivoxil).El 29 de noviembre de 2012, la FDA aprobó un cambio en el prospecto de envase de Hepsera (adefovir dipivoxil) para incluir la siguiente información bajo la Sección 5.5, Coadministración con otros productos, y la Sección 17.1, Información sobre la asesoría para el paciente/Instrucciones para el uso seguro.No debe administrarse Hepsera al mismo tiempo que Stribild (una combinación de elvitegravir/cobicistat/emtricitabina/fumarato de disoproxilo de tenofovir).

    Hepsera es un análogo de los nucleótidos para el tratamiento de la hepatitis B crónica. Para información adicional, lea el comunicado de prensa de la FDA (disponible solamente en inglés).

Fuente: infoSida Al Instante No. 1. Enero 2/2013

Cuando Thet Mon Phyo se sometió a una intervención de cambio de sexo en 2005, sus padres le dijeron que no se molestara en regresar a casa. Estaban avergonzados y tuve que irme a vivir con mi tía, recordó Phyo, de 34 años. Cuando era joven, a menudo mi padre me regañaba por mi comportamiento femenino. Después, mi amante me dejó porque sus padres le convencieron de que el amor entre personas del mismo sexo no era natural, afirmó.

En Myanmar, muchas personas transgénero y hombres que tienen relaciones sexuales con hombres se enfrentan a un estigma y discriminación generalizados, lo que complica los esfuerzos para detener la propagación del VIH.

Según ONUSIDA, la prevalencia del VIH entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas transgénero en algunos lugares es muy superior a la de la población general (el 9,4% frente al 0,53%). Las relaciones sexuales entre hombres son ilegales en Myanmar y no hay leyes que protejan a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y a las personas transgénero de la discriminación.

Son ridiculizados, e incluso odiados, por algunas personas, dijo Phyo.

Hay discriminación en el lugar de trabajo e incluso en las familias…, algunos hombres que tienen relaciones sexuales con hombres son repudiados, desheredados y expulsados de sus hogares, añadió.

Phyo es gestora de programa en The Help, Myanmar, un grupo centrado en la prevención, atención, apoyo y defensa frente al VIH para los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas transgénero y trabaja para asegurar que sus voces se oyen y que sus problemas se tratan a nivel nacional. Todos los miembros de The Help son hombres que tienen relaciones sexuales con hombres y personas transgénero y casi la mitad viven con el VIH.

The Help Myanmar recibió el prestigioso Premio Cinta Roja en la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida celebrada en agosto, por su trabajo en la prevención de la transmisión sexual del VIH y otras ETS. El Premio Cinta Roja es el premio más importante del mundo que se concede a los trabajos comunitarios innovadores y destacados en la respuesta a la epidemia sobre el sida.

The Help, Myanmar, trabaja para cambiar las actitudes, reducir la discriminación y mejorar el acceso a los servicios para el VIH. Es una tarea exigente.

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Fuente: Onusida

Minorías en EE.UU. Imagen: Oficina de Salud de las Minorías de EE.UU.La misión de la Oficina de Salud de las Minorías (OMH, por sus siglas en inglés) es mejorar y proteger la salud de las minorías raciales y étnicas mediante el desarrollo de políticas y programas de salud que apunten a eliminar las desigualdades existentes en materia de salud en Estados Unidos.

La Oficina de Salud de las Minorías fue fundada en 1986 por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de este país  y brinda asesoramiento a la Secretaría y Oficina de Salud Pública y Ciencia  acerca de los programas y actividades que atañen a los nativo-americanos, nativos de Alaska, asiático-americanos, afroamericanos, hispanos o latinos, nativo-hawaianos e isleños del Pacífico.

Específicamente esta sección contiene información sobre el VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual relacionada con los colectivos minoritarios en EE.UU. En Sitios relacionados, puede encontrar más sitios obre este tema.