Frank Marín Vergara

Manila, 17 ene (PL) A 51 ascendió el total de víctimas mortales por las inundaciones que asolan desde hace tres semanas el este y sur de Filipinas, confirmaron hoy aquí autoridades.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Reducción y Manejo de Desastres, los socorristas encontraron otros cuatro cadáveres en las cercanías de un río crecido en la central isla de Negros.

El estado del tiempo no ofrece signos de mejoría y se esperan fuertes precipitaciones en gran parte de la nación, en especial en la costa oriental, cuyos habitantes fueron advertidos del peligro de nuevas riadas y deslizamientos de tierra.

Según datos ofrecidos por esa entidad, al menos un 1 500 000 personas están afectadas por las persistentes lluvias, iniciadas a fines de diciembre último.

Asimismo unos 8 800 filipinos permanecen en refugios habilitados por el Gobierno, mientras el Ejército se mantiene en labores de asistencia a los damnificados.

El período lluvioso en este archipiélago transcurre habitualmente desde junio hasta noviembre o diciembre, pero esta temporada se ha prolongado por una serie de condiciones excepcionales en el Pacífico Central.

De acuerdo con especialistas, tal situación es resultado de un cambio en la dirección de los vientos.

Otros países asiáticos como Indonesia, Malasia y Sri Lanka, además de Australia, lidian con fenómenos similares por esta fecha.

San José, 17 ene (EFE) El fenómeno meteorológico La Niña, que inició en mayo del año pasado y ha sido calificado por científicos como el más fuerte en décadas, afectará Centroamérica hasta al menos la mitad del año, confirmaron hoy especialistas en la materia.

El jefe de Pronósticos del Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica (IMN), Werner Stolz, explicó hoy a Efe que, de acuerdo con centros estadounidenses y la NASA, La Niña alcanzó su máxima intensidad el pasado diciembre, causando un descenso de hasta 1,5 grados Celsius en la temperatura del Pacífico.

Los científicos esperan que a partir de este mes el fenómeno empiece a debilitarse, pero aun no hay consenso sobre cuánto tiempo más permanecerá La Niña en el Pacífico, pues para algunos podría extenderse por casi todo el año.

“Aunque no podemos aun pronosticar una fecha definitiva para que el fenómeno finalice”, dijo Stolz “usualmente La Niña tiene una duración de entre 12 y 18 meses, por lo que debería concluir a mediados de este año, aunque tenemos que seguir estudiando su evolución”.

La Niña, que provoca un enfriamiento en las aguas del océano Pacífico, ocasionará un inicio de la temporada lluviosa con niveles de precipitación por encima de lo normal, a partir de abril o mayo.

“La Niña no es el único ingrediente de la receta, pero si ésta continúa, Centroamérica tendrá mayores niveles de precipitación en la costa pacífica y en las partes centrales”, puntualizó Stolz.

Hasta ahora se relaciona a este fenómeno con las fuertes inundaciones en Australia en las últimas semanas, que han dejado un saldo de más de una decena de muertos y 200 000 damnificados, así como con las precipitaciones en Filipinas, Sri Lanka y Brasil.

En Centroamérica el año pasado afectó especialmente a Costa Rica, y los especialistas advierten que si La Niña coincide con un calentamiento de las aguas del Atlántico, la posibilidad de que se formen huracanes en el Caribe aumenta también.

Sidney, 17 ene (PL) Medios de prensa y oficiales de Australia calificaron como “el peor desastre” de la historia del país las pérdidas causadas por las inundaciones.

“En términos económicos, es el mayor desastre natural de nuestra historia”, precisó la televisión, cuyas informaciones señalaron que la reconstrucción será “una cuestión de años.”

Mientras, el diario The Australian confirmó las evaluaciones preliminares que cifraron en más de 10 000 millones de dólares los daños causados en los estados de Queensland y Victoria.

Las autoridades a su vez anunciaron que las inundaciones se extendieron hacia el sureño estado de Victoria, donde más de 14 000 viviendas están bajo las aguas y cerca de 5 000 personas fueron evacuadas.

Según datos conocidos, no menos de 45 poblados y extensas áreas de cultivo sufrían los efectos de las ríadas provocadas por las lluvias y se calculaba que unas 10 000 personas estaban incomunicadas.

Entre los dos estados el número de desaparecidos ascendía al medio centenar, además de una cifra de 32 muertos en total con pronósticos pesimistas ante la dificultad en las tareas de búsqueda y rescate.

Fuerzas del ejército y miles de voluntarios intentaban limpiar de escombros y fango las minas de carbón anegadas, así como las calles de Brisbane, ciudad de casi tres millones de habitantes y capital de Queensland.

Tanto la Organización de Naciones Unidas (ONU) como otras entidades internacionales prevén operaciones de ayuda financiera y en equipamiento para enfrentar el desastre, el cual incluso, daña el ya frágil ecosistema de la Gran Barrera Coral, única en el mundo.

Especialistas meteorológicos achacan al fenómeno La Niña las inclementes lluvias a causa del enfriamiento de las aguas y otras afectaciones climáticas, no solamente en Australia sino también en Indonesia y Filipinas.´

Caracas, 17 ene (PL) Venezuela presenta una franca tendencia hacia la disminución en los casos de dengue gracias a la efectividad de su sistema de atención médica, aseguró hoy el director de Epidemiología, José García.

Pasamos de 2 678 casos a finales de 2010 a 944 en la primera semana de enero, precisó el funcionario en un comunicado.

García atribuyó la disminución del mal a la capacidad desarrollada por el Gobierno, en particular sus políticas preventivas y la consolidación de una red de más de 500 Centros de Diagnóstico Integral en todo el país, dotados de laboratorios y modernos equipos. Hemos mejorado las posibilidades de diagnóstico y detección del dengue, lo cual además de la reducción de casos, tiene una importante incidencia en su menor letalidad, expuso.

Según García, 2010 estuvo caracterizado por el incremento de los casos, en sintonía con la situación mundial.

Fue un año epidémico -dijo- debido al impacto de la sequía y las fuertes lluvias, fenómenos que aumentaron la población de mosquitos (Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad).

Sin embargo -acotó- nuestras medidas de control nos ubican en una mejor situación que otros países de la región.

Londres, 17 ene (PL) Las fosas marinas, las regiones más profundas de los océanos, son grandes sumideros de carbono, demuestran científicos daneses tras sus ensayos sobre la acumulación de ese material orgánico en los mares.

El dióxido de carbono, producido por algas y peces habitantes de sus inmediaciones, se deposita en esas zonas y es digerido por las bacterias, degradado o enterrado. Nos interesa conocer cuánto hay allí,  señaló Ronnie Glud, líder del proyecto.

El académico de la Universidad del Sur, de Dinamarca, y de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas, explicó que el estudio muestra cómo las fosas atrapan los sedimentos y también registran una gran actividad. Existe un sumidero de dióxido de carbono en el océano profundo, del que no se tenía ninguna información, dijo.

Estas depresiones cubren sólo el dos por ciento del océano, pero los datos nos brindan un panorama general de cuán eficiente es el mar en capturar y secuestrar ese compuesto en el ciclo global del carbono, añadió el especialista.

Para llevar a cabo sus estudios, los científicos trabajaron en la fosa de las Marianas, la región más profunda de la corteza terrestre ubicada en el fondo del océano Pacífico noroccidental.

Con varios robots diseñados para tolerar las grandes presiones registradas allí y sensores especiales, evaluaron la cantidad de carbono presente en esas profundidades.

Su próximo estudio estará centrado en cuantificar el CO2 acumulado en las fosas marinas profundas en comparación con otras regiones marinas y qué cantidad procesan las bacterias.

Las fosas marinas son regiones deprimidas y alargadas del fondo submarino donde aumenta la profundidad del océano. Es una forma de relieve que puede llegar hasta los 11 kilómetros de profundidad.

En el Pacífico occidental se encuentra el mayor número de ellas y las más profundas, con seis fosas que superan los 10 000 metros.