Las células madre y la reparación del daño de la glándula salival inducido por la radiación .
Coppes RP, Stokman MA.
Departamento de Biología Celular, la radiación y la Sección de Biología Celular de estrés, el Centro Médico Universitario de Groningen, Universidad de Groningen, Groningen, Países Bajos. r.p.coppes @ med.umcg.nl
resumen
La xerostomía, hiposalivación que subyace tras la radioterapia sigue siendo un problema importante en el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello. La terapia con células madre puede proporcionar un medio para reducir la hiposalivación inducida por radiación y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Esta revisión describe la situación actual en la investigación con células madre de la glándula salival con respecto a su potencial para atenuar la disfunción de las glándulas salivales. El conocimiento sobre el desarrollo embrionario, la homeostasis, y la regeneración después de la atrofia de las glándulas salivales ha proporcionado importantes conocimientos sobre la ubicación de la glándula salival, así como sobre los factores que influencia la proliferación y diferenciación.
Este conocimiento ha ayudado a localizar, aislar y caracterizar las poblaciones de células que contienen la célula madre de la glándula salival, aunque todavía no se han identificado exactamente las células madre de este tejido. Se discuten el papel que las células madre / progenitoras desempeñan en la respuesta a la radiación y los factores que pueden influir en la proliferación y diferenciación inducida por estas células madre / progenitoras . Por último, se discuten la movilización y el trasplante de células madre y células de apoyo y su potencial para atenuar los daños inducidos por la radiación en la glándula salival . Sobre la base de los importantes avances alcanzados en el campo de la investigación con células madre, la terapia basada en estas células tiene gran potencial y abre perspectivas para la prevención o el tratamiento de la hiposalivación inducida por radiación.
Articulo completo a través del HINARI
Oral Dis. 2011 Mar;17(2):143-53. doi: 10.1111/j.1601-0825.2010.01723.x. Epub 2010 Aug 27.
El equipo de Scott G. Kitchen cree que este estudio sienta las bases para el uso de este tipo de enfoque en combatir la infección por VIH en individuos infectados, y proyecta un rayo de esperanza sobre la posibilidad de erradicar el virus del cuerpo.
En la investigación anterior, los científicos tomaron linfocitos T citotóxicos CD8 (células “exterminadoras” del sistema inmunitario que contribuyen a la lucha contra las infecciones) de una persona infectada por VIH, e identificaron la molécula conocida como receptor de células T, la cual ayuda a una célula T a reconocer y eliminar a las células infectadas por el VIH. Aunque estas células T son capaces de destruir a las células infectadas por VIH, en el cuerpo no existe la cantidad necesaria de ellas para erradicar al virus. Por eso, los investigadores clonaron el receptor y lo usaron para modificar genéticamente células madre humanas de la sangre. A continuación, colocaron las células madre modificadas dentro de tejido humano de la glándula conocida como “timo”, el cual había sido implantado en ratones, lo cual permitió estudiar la reacción en un organismo vivo.
Las células madre modificadas se convirtieron en una gran población de células CD8 maduras y multifuncionales que podían atacar específicamente a las células que contenían proteínas del VIH.
En el nuevo estudio, de modo similar, los investigadores modificaron células madre humanas de la sangre y descubrieron que pueden dar luga
Este ejemplo lo expone el Dr. José Jara, Doctor en Medicina y Cirugía y presidente de la Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid (ABIMAD), uno de los promotores del Manifiesto 25 M por una investigación médica eficiente, respetuosa con el ser humano y adecuada a la legislación europea; esta iniciativa, que ha sido suscrita ya por 2 600 profesionales de diferentes campos, especialmente de Ciencias de la Salud, investigación biomédica, Derecho y docencia universitaria pretende modificar las leyes españolas que permiten la manipulación y destrucción de embriones humanos.
«No tiene sentido destinar fondos públicos a la investigación con embriones o células embrionarias; hay que invertir en alternativas eficientes de investigación, afirma el Dr. Jara. «La legislación española, que permite la manipulación, destrucción y experimentación con embriones, entra en colisión clara con la jurisprudencia europea y se aleja de la normativa de países como Alemania y Austria, mucho más respetuosos con el embrión humano».
Disponible en , http://isanidad.com/noticias.aspx?Id=6514
Redacción | Academia 2012-04-29 |
Un estudio realizado en la Universidad Yeditepe en Estambul, por la facultad de medicina, comprobó que las células madre obtenidas de dientes humanos, que son de tipo mesenquimal, además de poder ser aisladas, multiplicadas y crío preservadas, tienen el potencial de convertirse en células neuronales o neuronas.
Este estudio tuvo como objetivo principal, probar el efecto neuroprotector que estas células tienen después de una largo plazo de crío preservación, lo cual significa que además del fácil aislamiento de estas células y rentable, permanecen en estado joven. Por ello, se estima que podrían ser empleadas en el futuro en tratamientos contra el Parkinson.
De acuerdo con el crío banco de células madre, Bioeden, aunque las células madre dentales se pueden obtener de terceros molares, es mucho más recomendable hacerlo mediante dientes de leche, ya que las células son más inmaduras y se reproducen a mayor velocidad.
“Aunque la potencialidad de las células es la misma en ambos casos, en los dientes de leche provienen de una pieza que aún está en fase de desarrollo, por lo que actúan como una fuente con mayor acción, es decir, proliferación y diferenciación”.
Dicho estudio señala además que las células madre mesenquimales aumentan la recuperación funcional en el caos de isquemia cerebral mediante la inducción de las mismas para la regeneración del tejido dañado.
“Con la terapia celular lo que se hace básicamente es remplazar las células perdidas, por las células multiplicadas y cultivadas previamente, las cuales si bien no remplazan totalmente las perdidas, sí mejoran la calidad de las que aún siguen vivas frenando la enfermedad, como el Parkinson”, apunta el laboratorio.
Añadió que aunque estos procedimientos aún no se llevan a cabo con cotidianeidad en nuestro país, “sabemos que no falta mucho para que así sea, por lo que será necesario que el paciente haya crío preservado sus células madre de tipo mesenquimal”.
Específicamente los investigadores esperan que la técnica algún día pueda convertirse en un tratamiento para lesiones de la médula espinal.
La estructura biológica puede “guiar” a grupos de nervios a través de su panal de celdillas estimulando eventualmente la reparación del nervio roto.
Regeneración de nervios
Actualmente las personas que sufren una lesión traumática severa en un nervio, por ejemplo, en un accidente automovilístico, experimentan la pérdida devastadora de sensación y/o movimiento en la extremidad afectada.
La reparación de estos nervios puede ser un desafío para los especialistas.
La estrategia convencional que se utiliza actualmente es, si es posible, someter al paciente a una cirugía para suturar el nervio o realizar un injerto para unir las dos terminaciones nerviosas.
Esta cirugía reconstructiva, sin embargo, no siempre resulta en la completa recuperación del paciente.
Ahora la nueva investigación, llevada a cabo por científicos de la Universidad de Sheffield, Inglaterra y el Laser Zentrum en Hannover, Alemania, parece haber encontrado otra solución.
“Nosotros diseñamos un implante de andamio que puede servir como un puente en el sitio del nervio lesionado y, con una variedad de señales físicas y químicas, estimular su regeneración”
Prof. John Haycock
“Cuando los nervios de los brazos o piernas resultan lesionados pueden volver a crecer, pero esto no ocurre con los nervios de la médula espinal”, explica John Haycock, profesor de bioingeniería de la Universidad de Sheffield.
“Nosotros diseñamos un implante de andamio que puede servir como un puente en el sitio del nervio lesionado y, con una variedad de señales físicas y químicas, estimular su regeneración”, agrega.
El doctor Frederick Claeyssens, quien dirigió la investigación, explica a la BBC que el andamio “es muy similar a la estructura que poseen los nervios”.
“El nervio tiene pequeñas regiones de ‘cables’ que van de un extremo a otro. Y tienen una enorme cantidad de pequeños cables dentro del cable más grande”.
“Esto es lo que tratamos de reproducir con este tipo de andamio”.
“Utilizando nuestra nueva técnica podemos hacer un conducto con filamentos individuales para que las fibras nerviosas puedan formar una estructura similar a la que tiene un nervio que no está dañado”, agrega el científico.
La estructura está hecha con un polímero sintético biodegradable formado por un poliácido láctico y está diseñada para estimular a los nervios dañados a que se regenerar a través de varios pequeños canales.
Una vez que el nervio se repara, la estructura se biodegrada de forma natural.
En el laboratorio los investigadores lograron regenerar células nerviosas dentro de los canales del andamio y ahora están probando el método en ratones para ver si puede reparar exitosamente el daño.
Si los resultados son positivos esperan comenzar ensayos clínicos humanos.
Los científicos esperan que este enfoque incremente significativamente las probabilidades de recuperación de una variedad de lesiones de nervios periféricos.
“Si tenemos éxito podemos anticipar que estos andamios no sólo serán aplicables a las lesiones de nervios periféricos, también podrían ser utilizados para otros tipos de nervios dañados”, afirma el doctor Claeyssens.
“Esta tecnología puede significar una enorme diferencia para los pacientes que sufrieron daños severos en los nervios”.
Esta técnica tiene una variedad de aplicaciones dentro de la medicina regenerativa.
Por ejemplo, estos andamios biológicos ya se están utilizando en la regeneración de nuevos órganos.
Se ha demostrado que recubriendo las estructuras con células madre se pueden crear órganos humanos completos, como tráqueas y vejigas.
La investigación fue financiada por el Consejo de Investigación de Ingeniería y Ciencias Físicas del Reino Unido
Lo hicieron inyectando fotoreceptores, que son las células especializadas de la retina que recubren la superficie interior del ojo y se encargan de convertir la luz en impulsos nerviosos que son enviados al cerebro.
La pérdida de fotoreceptores es la principal causa de ceguera en muchas enfermedades oculares humanas, como la degeneración macular vinculada a la edad, la retinitis pigmentosa y la ceguera vinculada a diabetes.
Y los investigadores creen que este tipo de trasplante podría conducir a nuevos tratamientos que restauren la visión a millones de pacientes que sufren estos trastornos.
El estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Londres y el Consejo de Investigación Médica (MRC) del Reino Unido, aparece publicado en la revista Nature (doi:10.1038/nature10997).
Hay dos tipos de células fotoreceptoras, conos y bastones, y cada uno de éstos contribuye a utilizar la información que llega al ojo para convertirla en una representación visual, es decir, en la visión.
Se pensaba que una vez que se pierden los fotoreceptores ya no podían reemplazarse. Pero este estudio demuestra que sí es posible restaurar su función.
Información visual
Aunque se están llevando a cabo muchas investigaciones para encontrar formas de prevenir o retrasar la pérdida de fotoreceptores, el nuevo estudio está dirigido a ayudar a los pacientes que ya han perdido estas células.
Los científicos llevaron a cabo pruebas con ratones que tenían enfermedades oculares degenerativas similares a las que desarrollan los humanos debido a la pérdida de fotoreceptores funcionales.
En el estudio los científicos inyectaron directamente células fotoreceptoras de ratones jóvenes y sanos en las retinas de ratones adultos que carecían bastones funcionales.
Los fotoreceptores de bastón son particularmente importantes ya que permiten procesar la información visual en la oscuridad debido a su extrema sensibilidad incluso en los niveles más bajos de luz.
Después de un período de entre cuatro y seis semanas, los científicos observaron que las células trasplantadas -que eran inmaduras- comenzaron a funcionar casi tan bien como los fotoreceptores de bastón normales.
Y ya habían formado las conexiones que se necesitan para transmitir la información visual al cerebro.
Para comprobar su funcionalidad los investigadores probaron la vista de los ratones en un laberinto iluminado con luz tenue.
Observaron que los que habían recibido el trasplante de bastones pudieron utilizar una clave visual que se les presentó para encontrar rápidamente una plataforma escondida en el laberinto.
Los ratones que no habían sido tratados sólo pudieron encontrar la plataforma después de una extensa búsqueda en el laberinto.
El mismo equipo de científicos ya había demostrado en otro estudio que es posible trasplantar fotoreceptores en retinas de ratones adultos siempre y cuando las células se originaran de animales recién nacidos cuyas retinas todavía no estaban totalmente formadas.
Nuevas terapias
En la nueva investigación lograron perfeccionar el procedimiento e incrementar el número de células trasplantadas en el receptor mejorando la probabilidad de restaurar la vista.
También se han llevado a cabo otros estudios para trasplantar células madre en la retina con la esperanza de restaurar los fotoreceptores.
Pero hasta ahora no se ha tenido éxito con estas investigaciones porque las células no han logrado desarrollarse normalmente.
Si se confirman los resultados de la nueva investigación esto podría conducir a tratamientos para millones de personas afectadas con trastornos oculares degenerativos.
“Demostramos por primera vez que las células fotoreceptoras trasplantadas pueden integrarse exitosamente con el circuito retinal existente y mejorar realmente la visión” afirma el profesor Robin Ali, quien dirigió el estudio.
“Esperamos poder replicar pronto este éxito con fotoreceptores derivados de células madre embrionarias y eventualmente llevar a cabo ensayos en humanos”.
“Aunque tenemos que dar varios pasos más antes de que esta técnica esté disponible a los pacientes, la misma podría eventualmente conducir a tratamientos para millones de personas que han perdido la vista debido a enfermedades oculares degenerativas” agrega el científico.
En mayo pasado científicos en Estados Unidos llevaron a cabo un trasplante de células madre embrionarias en la retina en dos mujeres que sufrían enfermedades oculares degenerativas.
Ambas mujeres, declaradas legalmente ciegas, informaron de mejoras en la visión.
El trasplante, sin embargo, involucró a células del epitelio pigmentario retinal, las células de la capa exterior de la retina.
Y aunque se demostró que la técnica era segura, todavía no se logra comprobar que es realmente efectiva en la curación de ciertas formas de ceguera debido a enfermedades degenerativas.
abril 20/2012 (Diario salud)
Cuando un adulto pierde los folículos capilares y se queda calvo, ya no recupera el pelo perdido. La posibilidad de que vuelva a crecer una frondosa melena de forma natural es, prácticamente, un milagro. Quizás deje de serlo, con la ayuda de la bioingeniería. Un equipo de investigadores japoneses ha desarrollado una nueva técnica con células madre capaz de regenerar totalmente el pelo en ratones adultos. Los investigadores implantaron gérmenes de folículo piloso en cobayas de laboratorio completamente lampiñas y consiguieron que el pelaje y las vibrisas, los pelillos del bigote que utilizan muchos animales con un propósito sensorial, crecieran sanos y fuertes, como si siempre hubieran estado allí.
Los investigadores, dirigidos por Takashi Tsuji, profesor en la Universidad de la Ciencia en Tokio, reconstruyeron el pelo con células de piel embrionaria y células madre de vibrisa adulta respectivamente. Los folículos creados con bioingeniería desarrollaron las estructuras correctas y las conexiones adecuadas con los tejidos circundantes, como la piel, los músculos y las fibras nerviosas. Después, se desarrollaron con total normalidad, con las fases habituales de crecimiento, sin ninguna diferencia con el pelo natural. Los ratones desnudos recuperaron su pelo a mechones.
Para los científicos, el estudio puede dar esperanza a los que han perdido su cabello por sufrir lesiones o distintos tipos de alopecia. Además, creen que supone un avance sustancial en el desarrollo de la próxima generación de terapias regenerativas para reemplazar órganos dañados por enfermedades, lesiones o el envejecimiento.
Enrique Mezquita. Valencia
La Unidad de Rodilla del Hospital General Universitario de Alicante, integrada en el Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, maneja desde finales de 2010 células madre mesenquimales (CMM) en el ámbito de la ingeniería de tejidos. En el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología del año pasado presentó sus experiencias en este campo y demostró, gracias al contaje del Servicio de Hematología del centro alicantino, la cantidad y calidad de las células extraídas del interior del fémur y la técnica de realizarlo por artroscopia. Esta iniciativa contrastaba con lo realizado hasta la fecha, centrado en la extracción de las CMM de las crestas ilíacas, que suponía una limitación en cantidad y calidad de las mismas para su utilización en traumatología.
Potencialmente, podrían ser empleadas en cualquier problema traumatológico que requiera la regeneración de los tejidos dañados
En este escenario, y tras un centenar de pacientes tratados con resultados clínicos muy satisfactorios, la unidad ha dado un paso más al objetivar la regeneración de cartílago articular de la rodilla de una persona joven tras realizarle la técnica, no existiendo ninguna publicación en la actualidad que documente este hecho.
En concreto, una artroscopia realizada al paciente tras once meses de su implantación ha permitido al Servicio de Anatomía Patológica confirmar por primera vez que el cartílago regenerado es hialino -el ideal para la vida de la rodilla-, lo que avala la validez de la obtención de cartílago normal a través de CMM extraídas del fémur.
Con las CMM se obtiene cartílago hialino, lo que puede recuperar pacientes con lesiones condrales jóvenes y mayores con incapacidad
Comprobación objetiva
Según han explicado a DM Simón Campos, Luis Martín y Luis Gutiérrez, responsable y miembros de la Unidad de Rodilla del General de Alicante, respectivamente, “este hecho supone la comprobación objetiva de que a través del uso de las CMM se puede obtener cartílago hialino y es una esperanza de recuperación para los pacientes con lesiones condrales jóvenes y de mediana edad y mayores con incapacidad”.
Se han desarrollado numerosas técnicas de reparación del cartílago lesionado, incluyendo abrasión, desbridamiento, microfracturas, cultivos de condrocitos, etc. y, aunque han demostrado ser beneficiosas, no han solucionado el problema de generación de cartílago hialino. En este contexto, la ingeniería tisular del cartílago proporciona una opción prometedora para la reparación del tejido gravemente dañado.
La ventaja de la creación de cartílago por parte de la Unidad de Rodilla se basa en la sencillez de la técnica: durante el curso de una artroscopia se procede a aspirar del interior del fémur las células madre. Posteriormente, sin necesidad de salir del quirófano, se realiza la ultraconcentración de las células y su posterior implantación en el defecto cartilaginoso del paciente.
Rápida preparación
Se trata de un método que no requiere más de 20 minutos de preparación y ningún coste añadido, ya que se extrae aprovechando una intervención quirúrgica artroscópica sobre cartílago, lesiones meniscales, etc. Respecto a los candidatos a la terapia, los especialistas han destacado que “son los pacientes con lesiones condrales focales extensas, patología artrósica que no es grave, lesiones meniscales, plastias del ligamento cruzado anterior, etc.”. En esta línea, han recalcado que “no existe una contraindicación específica para esta técnica, salvo los posibles problemas generales del paciente”.
El cartílago articular es un tejido avascular de bajo recambio y, por tanto, tiene una capacidad limitada de autorreparación cuando se daña por causas traumáticas o degenerativas. En consecuencia, la necesidad de nuevo tejido cartilaginoso para reparar el dañado es una cuestión capital.
La disponibilidad de grandes cantidades y su potencial de diferenciación condrogénica han convertido a las CMM en la principal esperanza terapéutica para la artrosis. Se utilizan como terapia celular directa para inducir la regeneración tisular y un efecto antiinflamatorio que contrarreste la historia natural de la artrosis. Según los especialistas, “podrían ser empleadas potencialmente en cualquier problema traumatológico para regenerar los tejidos dañados”.