marzo 2011 Archives

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Carmen Galán · 28 Febrero 2011 12:53

La compañía biomédica Celgene ha presentado la primera fase de su último estudio con células madre en la inauguración del centro CITRE en Sevilla.  
José Martínez Olmos, secretario general de Sanidad; M. Jesús Montero, consejera de Salud de Andalucía; José Miguel Ramil, consejero delegado CITRE, y Thomas Daniel, presidente de Global Research Celgene.

“Nuestra esperanza es que las células derivadas de la placenta humana (PDA-001) supriman las reacciones inmunológicas e inflamatorias atípicas e involucradas en la patogénesis de la enfermedad de Crohn, logrando una disminución en los síntomas y mejorando la calidad de vida de los pacientes”. Ese es uno de los objetivos del estudio PDA-001 sobre el uso de terapias celulares de origen placentario en el tratamiento de enfermedades inflamatorias, como la propia patología de Crohn que en España afecta a 85.200 personas.
 
Los resultados positivos de la fase I de este trabajo, que inició la compañía biomédica estadounidense Celgene en 2009, han sido presentados en la inauguración del Instituto Celgene para la Investigación Traslacional de Europa (CITRE), ubicado en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93 de Sevilla.
 
“En esta primera fase, aplicada a la enfermedad de Crohn, hemos observado el efecto que tiene en enfermos que no respondían a tratamientos convencionales, obteniendo una tasa elevada de respuesta en pacientes con un desarrollo de moderado a severo de la enfermedad. En concreto, en los casos moderados se ha obtenido un 100% de respuesta y dos tercios han logrado la remisión clínica”, apuntó el doctor Robert Hariri, de Celgene Cellular Therapeutics. “Con esta terapia no sólo reducimos la inflamación. Desde Celgene pensamos que las células pueden tener un impacto diferente a los fármacos que se utilizan ahora. Son una forma de cambiar el sistema y llevarlo a una situación de normalidad”.
 
Este experto señaló que el descubrimiento que les ha llevado a emplear las células de la placenta lo encontraron “cuando descubrieron que las mujeres con esclerosis múltiple que se quedaban embarazadas mejoraban su estado de salud durante el embarazo. Esto nos llevó a explorar el mecanismo por el cual las células de la placenta inducen en este estado de tolerancia”. A lo que añadió que “son una fuente de tejido no controvertido, con nula posibilidad de generar rechazo”.
 
Sobre su aplicación, el consejero delegado de CITRE, José Miguel Ramil, señaló que “será aprobado en Europa a finales de año, por lo que se podrá aplicar en España y por tanto en el centro de investigación hispalense entre 2012 y 2013”.
 CITRE es el primer centro con base logística en Europa para la investigación traslacional de nuevos medicamentos para combatir el cáncer y las enfermedades raras. En la actualidad cuenta con una superficie de más de 1.000 metros cuadrados, lo que supone casi un 50% más de superficie ampliada desde que se presentó el proyecto hace un año. Según las previsiones de sus gestores, en sus tres primeros años de vida se prevé que se inviertan hasta 45 millones de euros, dando empleo a un mínimo de 30 científicos tanto españoles como extranjeros.

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Las células reprogramadas presentan alteraciones puntuales en su genoma, hallazgo difundido por la revista Nature (doi:10.1038/nature09805) en su edición más reciente. Tres investigaciones divulgadas en esa publicación revelan que las anomalías en las células pluripotentes inducidas (IPS) o reprogramadas son más abundantes que en las embrionarias o las adultas. Los estudios muestran además que las alteraciones en el genoma pueden producirse antes, durante y después de la reprogramación celular, y aunque algunas posiblemente no causen alteraciones, otras si lo hacen, incluyendo la de oncogenes. Las células reprogramadas constituyen una esperanza en la medicina regenerativa, pero aún no son una técnica madura. No obstante, no se pueden obviar sus potenciales beneficios en el tratamiento de enfermedades, aclaró Juan Carlos Izpisúa, del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona y del Instituto Salk de Estudios Biológicos de La Jolla, en California, Estados Unidos, y autor de uno de los estudios. “Es tan importante invertir esfuerzos en intentar disminuir o eliminar las alteraciones genéticas, como estudiar las posibles consecuencias derivadas de su presencia”, explicó el experto. Los resultados de estos trabajos obligan a realizar un análisis profundo de las células IPS antes de utilizarlas en ensayos clínicos. Estas proceden de las adultas y son reprogramadas para que se comporten como las embrionarias, es decir, que sean capaces de convertirse en células de cualquier órgano o tejido del cuerpo. Varios equipos de investigadores habían encontrado fallas cromosómicas en las IPS, a lo que se ahora suma el hallazgo de mutaciones puntuales en algunos genes.
Londres, marzo 3/2011 (PL)

Para los lectores del dominio *sld.cu acceder al artículo a texto completo a través de Hinari. Nature. Somatic coding mutations in human induced pluripotent stem cells. Published: 3 March 2011, 471, 63?67.

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Una niña se recupera de un tumor cerebral gracias a que sus padres decidieron congelar el cordón umbilical.

EFE | CÓRDOBA Una niña gaditana de cuatro años se está recuperando de forma “excepcional” de un meduloblastoma de grado 4 -un tumor cerebral grave y muy poco frecuente- gracias a un tratamiento con células madre obtenidas de su propio cordón umbilical, que sus padres decidieron conservar cuando la niña nació.

El caso de esta niña, Alba Ramírez, es especialmente singular porque se trata del primer caso conocido de una persona que recibe en España un tratamiento de células madre de su propio cordón umbilical para combatir un tumor cerebral, según avanza hoy el diario “El País”.

Aunque Alba nació completamente sana el 9 de febrero de 2007 en Cádiz, sus padres decidieron hacerle un “seguro de vida”, que es como su madre, Teresa Molina, define a la decisión de congelar su cordón umbilical y conservar así sus células madre.

“Fue decir: tal vez sirva o no, pero vamos a congelarlo. Y ha sido una decisión providencial”, ha declarado a Efe la madre de la niña que, aunque no puede considerarse aún que esté curada completamente porque no ha transcurrido el tiempo suficiente -en oncología son necesarios cinco años-, lleva 16 meses sin tratamiento y hace una vida normal, aunque tiene que acudir a las lógicas revisiones periódicas.

Al nacer Alba, sus padres contrataron los servicios de la empresa Crio-Cord, un banco español de conservación de células madre, que congeló el cordón umbilical.

A los 22 meses del nacimiento de Alba -en septiembre de 2009-, la niña empezó a tener unos síntomas que preocuparon a sus padres, especialmente inestabilidad a la hora de andar, que les llevó a iniciar un periplo de visitas a médicos.

Un pediatra de Cabra (Córdoba), -de donde es la madre de Alba-, Diego de la Cruz, sospechó que la niña podía tener “algo importante”, según recuerda Teresa, quien explica que al día siguiente acudieron al hospital Reina Sofía de Córdoba para que la atendieran.

En un primer momento los médicos le indicaron que la niña estaba bien, pero, ante la insistencia de los padres, un doctor le pidió a Alba que cogiera un bolígrafo y, al no conseguirlo, decidieron someterla a un TAC que detectó el meduloblastoma.

Durante ese tiempo, los padres de Alba no dejaron de repetir a todos los médicos a los que acudían que tenían congelado el cordón umbilical de la niña, “por si servía para algo”, recuerda Teresa.

El proceso de curación comenzó con la extirpación de la mayor parte del tumor adosado en el cerebro y después se sometió a Alba a quimioterapia para reducir el tamaño del tumor restante, según ha informado la empresa Crio-Cord en un comunicado.

A continuación se le aplicó quimioterapia más intensiva para eliminar completamente las células tumorales, pero en esta última fase la quimioterapia no solamente destruye el tumor sino también el sistema sanguíneo del paciente; por ello, había que recomponer dicho sistema con células madre.

Por eso, se procedió al trasplante de las células madre de su cordón umbilical, que previamente habían sido solicitadas por el Hospital Niño Jesús de Madrid a Crio-Cord, quien las hizo llegar desde las instalaciones de Bélgica y Holanda.

Tras el trasplante, las células madre migraron hasta la médula ósea, donde se multiplicaron y empezaron a generar glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas, iniciando así la regeneración de su sistema sanguíneo.

A los 60 días del trasplante, le fueron infundidas nuevas células madre, en esta ocasión provenientes de su sangre periférica, para acelerar el implante plaquetario.

Catorce meses después del trasplante, la niña ha reconstruido completamente su sistema sanguíneo y disfruta de una vida normal, con las lógicas revisiones médicas.

El jefe del servicio de Oncohematología del Hospital Niño Jesús de Madrid, Luis Madero, fue el responsable del tratamiento de Alba y su posterior seguimiento y ha indicado que se trata de un caso “único” en España, según la nota de Crio-Cord.

“La utilización de células madre para la regeneración del sistema sanguíneo es un tratamiento extendido en este tipo de cáncer. Lo que convierte el caso de Alba en único es que por primera vez en nuestro país las células madre provenían de su propio cordón umbilical, conservado al nacer”, sostiene Madero.

“En los últimos años, los trasplantes de células madre de la sangre del cordón umbilical han experimentado un crecimiento importantísimo. Concretamente para el caso de hermanos, éstas células madre son la mejor opción terapéutica que existe”, añade el doctor Madero.

La niña, según cuenta su madre, está luchando con las secuelas de las intervenciones quirúrgicas, pero está “ganando” y “venciendo” a esta enfermedad de forma “excepcional”.

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JANO.es y agencias · 11 Marzo 2011 09:18

 Yves Bot, abogado general del Tribunal de Justicia de la UE, considera que aquellas con capacidad de desarrollarse hasta formar un ser humano deben calificarse jurídicamente como embriones humanos.
  El abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), Yves Bot, ha dictaminado que las células embrionarias que tienen capacidad de desarrollarse hasta formar un ser humano deben calificarse jurídicamente como embriones humanos y, por tanto, no se pueden patentar.
 
La opinión del abogado general no vincula al Tribunal de Justicia, aunque este suele seguir sus recomendaciones en el 80% de los casos. Ahora los jueces empiezan a deliberar y la sentencia se dictará en un momento posterior.
 
El dictamen del abogado general se refiere al caso de un ciudadano alemán que en 1997 registró una patente que se refiere a células progenitoras neuronales aisladas y depuradas producidas a partir de células madre embrionarias humanas y utilizadas para tratar enfermedades neurológicas. Según el titular de la patente, ya se han realizado las primeras aplicaciones clínicas, en particular, en pacientes afectados por la enfermedad de Parkinson.
 
Greenpeace reclamó ante la justicia alemana la nulidad de esta patente en la medida en que se refiere a procedimientos que permiten obtener células progenitoras a partir de células madre de embriones humanos. El Tribunal Federal de Justicia alemán ha planteado una consulta ante el TUE.
 
El abogado general señala en su dictamen que “las células totipotenciales, que aparecen desde la fusión de los gametos y que sólo subsisten con esta forma durante los primeros días del proceso, presentan la característica esencial de tener cada una por sí misma la capacidad de desarrollarse hasta formar un ser humano completo”.
 
“De este modo, dichas células, en la medida en que constituyen el primer estadio del cuerpo humano en el que van a convertirse, deben calificarse jurídicamente de embriones, cuya patentabilidad deberá excluirse”, afirma Bot.
 
Esta definición incluye a los óvulos no fecundados en los que se haya implantado el núcleo de una célula madura y los óvulos no fecundados estimulados para dividirse mediante partenogénesis, en la medida en que las células totipotenciales se obtienen por dichas vías.
 
Asimismo, debe concederse la calificación de embrión al blastocisto -estadio ulterior del desarrollo embrionario considerado en un momento dado, a saber, unos cinco días después de la fecundación- ya que, según el abogado general, el principio de la dignidad humana se aplica a la persona humana existente, al niño nacido, pero también al cuerpo humano desde el primer estadio de su desarrollo, es decir, el de la fecundación.
 
En cambio, las células madre embrionarias pluripotenciales, consideradas aisladamente, no se incluyen en el concepto de embrión ya que individualmente ya no son aptas para desarrollarse hasta convertirse en un ser completo.
 
No obstante, el abogado general señala que las invenciones que se refieran a células madre pluripotenciales sólo pueden patentarse si no se obtienen en detrimento de un embrión, ya se trate de su destrucción o de su alteración.
 
“Dar una aplicación industrial a una invención que utilice células madre embrionarias significaría utilizar los embriones humanos como una banal materia prima, lo que sería contrario a la ética y al orden público”, señala el dictamen.
 
En conclusión, el abogado general considera que una invención debe quedar excluida de la patentabilidad cuando la aplicación del procedimiento requiere que previamente se destruyan embriones humanos o que éstos se utilicen como materia prima, aunque, al solicitarse la patente, la descripción de este procedimiento no contenga ninguna referencia a la utilización de embriones humanos.
 
Sin embargo, el abogado general recuerda que la patentabilidad de las utilizaciones de embriones humanos con fines industriales o comerciales no está prohibida, cuando únicamente se refiere a las invenciones con un objetivo terapéutico o de diagnóstico que se apliquen al embrión humano y que le sean útiles -por ejemplo para corregir una malformación y mejorar sus esperanzas de vida-.

 

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Los cordones umbilicales almacenados en España han alcanzado las 47.706 unidades durante 2010, lo que significa un 14% más respecto al año anterior, y que sitúa a España en el quinto lugar del mundo en número de unidades de sangre de cordón umbilical almacenadas.
 
Así lo revela la memoria del Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo), que publica que el número de donantes de médula ósea disponibles en España era de 86.361 a fecha de 31 de diciembre de 2010, lo que supone un incremento del 8% respecto al año 2009.
 
La edad media de los donantes de médula ósea españoles es de 42,6 años, y las unidades almacenadas han registrado un aumento creciente constante desde 1997.
Además, el registro, gestionado por la Fundación Internacional Josep Carreras contra la Leucemia, inició 6.279 búsquedas activas.
 
España realizó durante el año pasado 404 trasplantes de médula ósea y sangre de cordón umbilical, lo que supone un aumento de 50 casos respecto a 2009 y vuelve a situar la cifra en su máximo histórico, según refleja la memoria de actividades de la Fundación Josep Carreras contra la Leucemia.
 
Del total, 83 provenían de una médula ósea, 179 de sangre periférica y 142 de sangre de cordón umbilical, en un contexto de mayor concienciación de la enfermedad.
 
El mayor conocimiento está reflejado también en que el número de donantes de médula ósea en España supera ya los 86.000, mientras que las unidades de sangre de cordón umbilical disponibles se acerca a las 50.000, cifras que suponen asimismo máximos históricos.
 
La Fundación Josep Carreras inició también 768 búsquedas de donantes de médula ósea o sangre de cordón umbilical, una actividad realizada mediante el Redmo -un registro homologado y compatible entre 44 países-.
 
El año 2010 permitió también a la fundación que preside el tenor la puesta en marcha de un instituto de investigación específico, gracias a un acuerdo con la Generalitat de Catalunya, que permitirá la construcción de un nuevo edificio junto al Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).

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Tres investigadores fueron galardonados el miércoles con el premio Centro Médico Albany en Medicina e Investigación Biomédica por su trabajo con células madre humanas.

Los ganadores son Elaine Fuchs, de la Universidad Rockefeller en la ciudad de Nueva York; James A. Thomson del Instituto Morgridge para la Investigación y la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin en Madison, así como Shinya Yamanaka de la Universidad de Kioto en Japón y el Instituto Gladstone en Enfermedades Cardiovasculares, en San Francisco.

Los científicos compartirán el premio de 500.000 dólares, el más grande en ciencia y medicina que se otorga en Estados Unidos.

El premio fue creado en 2000 por el fallecido filántropo estadounidense Morris “Marty” Silverman.

James Barba, director general del centro médico, informó que los descubrimientos de los galardonados este año acercan a los investigadores a nuevos tratamientos para enfermedades graves como la diabetes, el Parkinson, las lesiones en la médula espinal y el cáncer.

“Las soluciones a estas y muchas otras enfermedades debilitantes que plagan a la humanidad podrían ser encontradas a través de la ciencia de las células madre”, dijo Barba en un comunicado.

Las células madre son apreciadas por su versatilidad, ya que pueden convertirse en cualquier célula del cuerpo.

Yamanaka y Thomson tienen son reconocidos por haber descubierto cómo reprogramar genéticamente las células madre de un adulto a un estado embrionario. Este descubrimiento fue muy importante cuando se dio a conocer en 2007.

Fuchs, por su parte, se ha enfocado en la biología de las células madre y en entender cómo éstas pueden crear cabello y piel, o sanar heridas, llevando su investigación a la base genética de los desórdenes en la piel humana, incluyendo el cáncer.  

En Terra Perú 17.3.2011

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 La promesa de la terapia de células madre quizá esté un poco más cerca de la realidad, ya que los investigadores informan que han utilizado estas células para ayudar a reducir la peligrosa cardiomegalia que aparece como consecuencia de sufrir ataques cardiacos. Esta técnica consiste en extraer células madre de la propia médula ósea de un paciente cardiaco para luego inyectarlas en el corazón dañado del paciente.

El resultado: una mejora significativa en el funcionamiento del corazón en cuestión de meses y una reducción importante tanto del tejido cicatricial como del tamaño del corazón en un periodo de un año desde la terapia inicial.

Sin embargo, el estudio es pequeño, un ensayo clínico de fase uno en el que participaron solamente ocho pacientes, y aun así se describe como “experimental”. Pero el equipo de investigación apunta que se si confirma en ensayos más grandes, esta técnica podría constituir un gran avance en los tratamientos actuales para este tipo de cardiomegalia.

“Los resultados son muy alentadores”, señaló el coautor del estudio Dr. Joshua M. Hare, profesor de medicina y director del Instituto Interdisciplinario de Células Madre de la Facultad de medicina de la Universidad de Miami. Esta terapia “se ha estado desarrollando durante casi diez años y finalmente ahora es cuando empezamos a dar un gran paso adelante”, apuntó.

Pero también debemos apuntar que se necesitan más investigaciones y más tiempo antes de que este tratamiento novedoso esté disponible para los pacientes. “No podemos predecir si será posible en tres o siete años”. Es difícil saberlo con precisión. Pero estamos hablando de quizá tenga lugar en algún momento durante esta década”, señaló.

Hare y sus colegas reflexionan sobre los hallazgos en la edición de marzo de Circulation Research (doi: 10.1161/CIRCRESAHA.111.242610). Según la American Heart Association (AHA), la cardiomegalia puede ser consecuencia de una serie de problemas de salud, tales como ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca congestiva y una forma de inflamación del músculo cardiaco conocida como cardiomiopatía. Las enfermedades de las válvulas cardiacas y la presión arterial alta pueden también contribuir a esta manifestación como resultado del engrosamiento del músculo cardiaco.

Más de 5 millones de estadounidenses presentan cardiomegalia debido a un ataque cardiaco anterior, señala la AHA. En estos momentos, según los investigadores, el uso continuo de medicamentos y / o trasplante de corazón son el único medio de reducir el mayor riesgo de muerte, incapacidad y hospitalización que acompañan a esta condición.

Para evaluar la nueva terapia de células madre, el estudio se centró en ocho hombres con una media de edad de 57 años. Todos habían sufrido un ataque al corazón, como promedio, 11 años antes del tratamiento.
Los investigadores extrajeron las células de la médula ósea del hueso de la cadera de cada paciente, señaló Hare, al agregar que utilizaron toda la médula ósea o llevaron las células madre de la médula ósea al laboratorio, donde se cultivaron y reprodujeron.

“Para inyectar las células en el corazón”, continuó, “se utilizó un catéter especial que se colocó en la cámara del corazón de tal forma que nos permitió inyectar las células madre directamente en la parte dañada del corazón”.

Los científicos utilizaron dos tipos de células madre, células mononucleares y mesenquimales. Aunque no quedó claro si el impacto de un tipo de células madre era más beneficioso para la salud del corazón que el otro, el enfoque en general produjo resultados impresionantes.

Tres meses después de la inyección de las células madre en el corazón de cada paciente, el equipo observó una “recuperación funcional” significativa de la capacidad de contracción del corazón en las áreas cardiacas que habían sufrido daños anteriormente.

Y lo que es más, un año después de que tuviera lugar la inyección de células madre, se encontró que el tamaño del corazón se había reducido en un promedio de 15 a 20%. Esta reducción, apuntaron, es aproximadamente tres veces la que se consigue con las terapias actuales. Esta técnica también redujo la presencia de tejido cicatricial en un promedio de más del 18%.

El equipo apuntó que el tratamiento de las células fue bien tolerado sin efectos secundarios graves. Hare calculó que el procedimiento y las células costarían aproximadamente entre $10,000 y $15, 000, “sin incluir la tarifa hospitalaria en caso de que se necesite”.

Según Hare, estos hallazgos podrían hacer avanzar el campo de la terapia de células madre en general. “De hecho, vemos que tiene una amplia aplicación eventualmente, incluso para los pacientes de enfermedades no cardiacas”, apuntó. “Y por cierto, para los pacientes cardiacos, esta técnica parece ser una forma segura de obtener mejores resultados clínicos y de mejorar nuestras limitadas opciones de tratamiento”.
Un experto externo estuvo de acuerdo en que actualmente hay pocos tratamientos eficaces para estos pacientes con cardiomegalia.

“No tenemos muchas terapias eficaces ahora mismo”, señaló el Dr. Murray A. Mittleman, director de la Unidad de Investigación de Epidemiología Cardiovascular del Centro Médico Beth Israel Deaconess de la Facultad de salud pública de Harvard en Boston. “Así que si este tipo de tratamiento novedoso mejora los resultados sería verdaderamente útil. Sobre todo si ayuda a evitar que los pacientes lleguen a un punto en que necesiten un trasplante de corazón”.

Nueva York, marzo 21, 2011 MedlinePlus
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Tomado de Infomed

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 Las células del cáncer colorrectal activan un conjunto de genes muy similar al de las células madre del intestino. Esto es lo que demuestran científicos del Instituto de Recerca Biomédica (IRB Barcelona) que, liderados por el investigador ICREA Eduard Batlle, proponen el estudio genético del epitelio del intestino para predecir aquellos pacientes que, afectados por la enfermedad, tienen un mayor riesgo de recaída. Este trabajo, publicado en línea en la prestigiosa revista Cell Stem Cell (doi:10.1016/j.stem.2011.02.020 ), ofrece nuevas posibilidades para el diagnóstico y la creación de tratamientos contra el cáncer. El cáncer de colon representa la segunda causa de muerte oncológica en todo el mundo. El tratamiento habitual para combatir la enfermedad combina la cirugía con la quimioterapia. Después de estos tratamientos, los pacientes presentan periodos de remisión, que pueden ser de meses e incluso años, después de los cuales un 40% de ellos desarrollan recaídas que en la mayoría de los casos se presentan en forma de metástasis. “Estos datos indican que hay células dentro del tumor que regeneran la enfermedad, aunque hasta el momento sabemos bien poco de las bases biológicas que lo provocan”, apunta Batlle.

Los resultados obtenidos por Anna Merlos-Suárez, primera autora del artículo y el resto de investigadores del equipo de Batlle, indican que existe una estrecha asociación entre las células madre intestinales (células no especializadas que se encargan de generar el resto de células del intestino) y el cáncer colorrectal. Los científicos compararon los genes que se activan en las distintas células del intestino sano – células madre y aquellas células ya especializadas – con los de los tumores procedentes de pacientes. “Nuestros análisis muestran que los pacientes con cáncer de colon activan genes muy similares a los de las células madre, de forma que cuanto mayor es esta relación, más probabilidades tienen los pacientes de que el cáncer se propague y de sufrir recaídas”.

Estos genes propios de células madre son activados por un grupo concreto de células del tumor, las llamadas “células madre tumorales”. Cuando el equipo de Batlle trasplantó estas células en ratones, estos desarrollaron la enfermedad. Estos resultados se suman a la creciente hipótesis de que el cáncer se organiza de una forma jerárquica en la que solo algunas de sus células, las “células madre tumorales”, son capaces de iniciar y propagar el tumor.

¿Qué propiedades tienen las células madre para beneficiar al cáncer? Por definición, las células madre renuevan tejidos, en este caso el epitelio del intestino, pudiendo llegar a producir hasta 5 gramos de células de epitelio intestinal al día. La comunidad científica apunta que los tumores podrían utilizar estas características de renovación indefinida para crecer y expandirse. Por otro lado, mientras que la mayoría de las células tienen una vida media de días, como en el caso de las células epiteliales del intestino, o meses, las células madre viven con nosotros durante años, lo que aumenta la probabilidad de que acumulen daños en su ADN y se transformen en células madre cancerosas.Uno de los mayores problemas que tienen los oncólogos actualmente es la falta de herramientas para identificar aquellos pacientes que tienen una mayor probabilidad de recaída. La estrecha asociación entre las células madre intestinales y la propagación de la enfermedad puede representar un claro avance en este aspecto. Además, la hipótesis de que el cáncer colorrectal necesita de un tipo concreto de células para desarrollarse y seguir creciendo, ya demostrada en otros tipos de cáncer como los gliomas, algunos tipos de linfomas o el cáncer de mama, brinda la posibilidad de generar nuevos tratamientos dirigidos contra estas nuevas dianas del cáncer: las células madre tumorales.

El estudio realizado es fruto de una estrecha colaboración con científicos de la Hubrecht Institute y de la University Medical Center Ultrecht, en Holanda, y clínicos de hospitales de referencia como el Hospital del Mar, el Hospital de Sant Pau y el Hospital Universitario de Barcelona

Barcelona, marzo 21, 2011 El Médico Interactivo

Nota: los usuarios del dominio *sld.cu, tiene acceso al texto completo de este artículo en Hinari
Cell Stem Cell: The Intestinal Stem Cell Signature Identifies Colorectal Cancer Stem Cells and Predicts Disease Relapse

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