septiembre 2010 Archives

0

Un estudio de células madre adultas para el desarrollo de terapias de recuperación en 20 pacientes con lesiones crónicas y 20 con problemas agudos en la columna vertebral será iniciado este año, de forma simultánea, en Miami, Estados Unidos, y Panamá. Ver más…

En: Noticias #

0

EUROPA PRESS) La administración de células madre derivadas de la médula ósea en el área infartada tiene un efecto favorable sobre la calidad de vida en enfermos con insuficiencia cardíaca crónica debida a un infarto de miocardio extenso y, además, pueden prolongar su supervivencia a través de un impacto muy positivo sobre el tamaño y el funcionamiento del corazón, según ha demostrado el estudio ‘Start-Heart’, realizado por la Universidad de Düsseldorf (Alemania). Seguir leyendo el arículo
Durante la presentación en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Cardiología, el doctor Francisco Fernández Avilés, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid y coordinador de la Red de Investigación Cardiovascular (RECAVA) ha analizado los resultados de este estudio.

Según ha afirmado el especialista, el estudio contribuye a dar respuesta a “una de las incógnitas más importantes existentes en este momento en relación con este tipo de tratamientos como es el impacto de las células progenitoras adultas en el funcionamiento cardiaco y en la calidad de vida y supervivencia a largo plazo de los enfermos con insuficiencia cardíaca crónica debida a un infarto de miocardio extenso”.

Los efectos beneficiosos de la terapia de células de médula ósea observados durante los tres primeros meses se mantuvieron en los 12 a 60 meses siguientes mientras que en el grupo control hubo un deterioro de los resultados del ventrículo izquierdo.

Además, hubo una disminución significativa de la mortalidad a largo plazo en los pacientes tratados con células madre, comparados con el grupo control. En los primeros, la tasa de mortalidad fue del 0,75 por ciento anual, mientras que en los segundos ascendió hasta el 3,68 por ciento por año.

En su presentación, el doctor ha destacado la necesidad de profundizar en la investigación sobre este tema antes de establecer la utilización rutinaria de esta terapia y ha subrayado la gran relevancia de este estudio en este sentido.

Este estudio constituye a juicio de Fernández Avilés, una aportación de la máxima relevancia. Primero, por la metodología con la que se ha realizado el estudio, ya que es en el que más pacientes se han incluido y el único en este tipo de enfermos con un seguimiento tan largo (5 años).

Igualmente, por los resultados, “ya que sugieren por primera vez que, de una forma segura y relativamente sencilla en manos expertas, la administración de células madre derivadas de la médula ósea en el área infartada tiene un efecto favorable sobre la calidad de vida de estos pacientes y pueden prolongar su supervivencia a través de un impacto muy positivo sobre el tamaño y el funcionamiento del corazón”.

CASI 400 PACIENTES

En la investigación participaron 391 pacientes con insuficiencia cardíaca crónica producida por un infarto que había ocurrido un promedio de 8 años antes de ser incluidos en el estudio. Todos ellos tenían un perfil de riesgo muy elevado, con síntomas muy limitantes de su calidad de vida y evidencia de dilatación importante del corazón y deterioro también muy marcado de la función de bomba.

De estos pacientes, 191 pacientes fueron tratados entre 2003 y 2005 mediante el tratamiento farmacológico óptimo más inyección en el corazón de células progenitoras de su propia médula ósea. El grupo control consistió en 200 pacientes con características idénticas, que recibieron el tratamiento estándar óptimo, pero que no fueron tratados con terapia de células madre.

Las células de médula ósea fueron tomadas del hueso de la cadera de los pacientes y posteriormente se inyectaron en el corazón a través de la arteria coronaria relacionada con el infarto causante del problema, utilizando una técnica similar a la que se usa para la realización de angioplastias coronarias e implantación de ‘stents’. Ningún paciente tuvo problemas durante la intervención ni se observaron efectos secundarios durante el seguimiento.

Todos los pacientes fueron evaluados y comparados antes de la intervención, a los 3 meses, a los 12 meses y a los 60 meses. Entre tres meses y cinco años después de la terapia de células de médula ósea, se produjo una mejora significativa de la función y el tamaño del corazón, de la capacidad de ejercicio y de los síntomas de insuficiencia cardiaca

En: Noticias #

0

Puertollano (Ciudad Real), 1 (EFE).- El doctor e investigador Francisco Vizoso, jefe de la Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jovellanos de Gijón, manifestó a Efe su “ilusión de que, en el futuro, las cualidades terapéuticas de las células madre uterinas puedan aliviar los efectos de muchas enfermedades”.
Vizoso, que participó hoy en Puertollano en las Jornadas organizadas por la Asociación Provincial de Espondilitis Anquilosante de Ciudad Real, señaló que el poder antiinflamatorio que se ha descubierto en las células madre uterinas “podría, en un futuro, beneficiar a las personas con enfermedades crónicas autoinmunes y degenerativas que cursan inflamación y pérdidas de tejidos”.
Las células madre uterinas tienen varias ventajas respecto a otras células madre del adulto, de la grasa o de la médula ósea, incluso respecto a las extraídas de la sangre del cordón umbilical, “porque se obtienen de forma rápida a través del miometro, en el útero de la mujer en edad fértil sin necesidad de que esté embarazada”.
Se pueden extraer, explicó el doctor, “en un simple cepillado citológico de los que se realizan de manera rutinaria a las mujeres en las consultas ginecológicas” .
En este sentido el cirujano investigador recordó el “estado protector” que el embarazo supone para las mujeres que sufren de artritis reumatoide, que puede deberse a las sustancias antiinflamatorias que producen estas células durante el embarazo.
Por otro lado, las células madre uterinas tienen una elevada capacidad de crecimiento, hasta cuarenta y cinco veces “sin dar lugar a formación de tumores, como sin embargo sí ocurre con las células embrionarias”.
Además de la propiedad antiinflamatoria, también tienen capacidad, con la utilización de los inductores químicos adecuados, para transformarse en células del músculo, del cartílago, hasta incluso de neuronas.
En su explicación, Vizoso subrayó la importancia que tendrían en el futuro, tras el desarrollo de la investigación, las células madre uterinas “en el tratamiento de un infarto de miocardio” porque “al transformarse en tejidos podrían reparar los tejidos lesionados de un corazón”.
Las enfermedades candidatas a tratarse con estas células en un futuro son las crónicas, autoinmunes y degenerativas como el Alzheimer, el Parkinson, la artrosis, la esclerosis múltiple, el infarto de miocardio, la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante, entre otras.
El descubrimiento de la capacidad de las células madre uterinas “no es una meta sino el comienzo de un largo camino de investigación para solucionar problemas de salud que en estos momentos no tienen un tratamiento óptimo”, ha señalado el doctor Vizoso.
Para lograrlo, precisó a Efe, necesitan un recorrido “que pasa por la fase de laboratorio en la que ahora estamos, o fase de tubos de ensayo”.
Seguirá la fase de experimentación animal en la que se investigará la efectividad de estas células en animales con enfermedades que simulen las múltiples enfermedades humanas que pueden ser candidatas.
Y, si en esa fase de experimentación animal encuentran resultados satisfactorios de remisión o cura de las enfermedades, vendrán los ensayos clínicos en humanos con todos los pasos y condicionamientos metodológicos con un diseño adecuado y científico y “confiando que el éxito” sea el que esperan.
En el futuro, las células madre uterinas podrían suponer auténticas “factorías” de nuevos fármacos que se podrían utilizar para un amplio espectro de enfermedades que tienen el común denominador de la inflamación o pérdida de tejidos, señaló el investigador. EFE

En: General #

0

LAURAN NEERGAARD
 El gobierno volverá a financiar la investigación en células madre embrionarias _ al menos por ahora _ después que un tribunal de apelaciones levantó temporalmente la prohibición que pendía sobre ella. Seguir leyendo el arículo
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés), una dependencia del gobierno federal, dijo el viernes que volverá a continuar con sus investigaciones y volverá a evaluar las solicitudes de los científicos que buscan fondos públicos para hacer su trabajo, un proceso que ha estado congelado desde finales del mes pasado.

El jueves una corte de apelaciones suspendió temporalmente una orden preliminar de un juez que restringía dicha financiación hasta que se escuchen los argumentos de pleno derecho en las próximas semanas.

Mientras tanto el NIH dijo que levantará la suspensión de todas las subvenciones y los contratos relacionados con el uso de las células.

“Estamos muy contentos con el fallo provisional de la corte, el cual permitirá que la investigación sobre células madre continúe” mientras se libre la batalla legal, dijo el comunicado del NIH.

A los científicos que ya han recibido subvenciones del NIH se les ha dicho que pueden seguir trabajando hasta que terminen sus fondos, pero otros 22 proyectos que están previstos para recibir fondos en enero tendrán que buscar otras formas de financiación.

Ahora la pregunta es si el NIH terminará con las evaluaciones necesarias para dichos proyectos. Se prevé que pasarán meses antes de que la corte emita un fallo.

“Creemos que es una lástima que se precipiten para empujar la financiación de la investigación de células madre embrionarias gastando el dinero de los contribuyentes”, dijo Steven Aden, asesor jurídico de Alliance Defense Fund, que participa del juicio contra la financiación por parte del gobierno.

Las células madre embrionarias son células maestras que pueden transformarse en cualquier tejido del cuerpo, y los investigadores esperan un día usarlas para curar lesiones de médula espinal, el mal de Parkinson y otras dolencias.

Su selección entre embriones sobrantes después tratamientos de fertilidad mata al embrión después de un par de días de vida. Una ley de 1996 prohibe el uso de dinero de los contribuyentes en el trabajos que lastimen a embriones, pero muchos han sido sacrificados usando recursos privados. Las células madre embrionarias se pueden reproducir en laboratorio de forma indefinida y las políticas gubernamentales dicen que es lícito usar el dinero de los contribuyentes para trabajar con los lotes de células que ya se han sido creadas.

En: Noticias #

0

Agencia EFEPuertollano (Ciudad Real), 11 sep (EFE).- El doctor e investigador Francisco Vizoso, jefe de la Unidad de Investigación de la Fundación Hospital de Jovellanos de Gijón, manifestó a Efe su “ilusión de que, en el futuro, las cualidades terapéuticas de las células madre uterinas puedan aliviar los efectos de muchas enfermedades”.
Vizoso, que participó hoy en Puertollano en las Jornadas organizadas por la Asociación Provincial de Espondilitis Anquilosante de Ciudad Real, señaló que el poder antiinflamatorio que se ha descubierto en las células madre uterinas “podría, en un futuro, beneficiar a las personas con enfermedades crónicas autoinmunes y degenerativas que cursan inflamación y pérdidas de tejidos”.
Las células madre uterinas tienen varias ventajas respecto a otras células madre del adulto, de la grasa o de la médula ósea, incluso respecto a las extraídas de la sangre del cordón umbilical, “porque se obtienen de forma rápida a través del miometro, en el útero de la mujer en edad fértil sin necesidad de que esté embarazada”.
Se pueden extraer, explicó el doctor, “en un simple cepillado citológico de los que se realizan de manera rutinaria a las mujeres en las consultas ginecológicas” .
En este sentido el cirujano investigador recordó el “estado protector” que el embarazo supone para las mujeres que sufren de artritis reumatoide, que puede deberse a las sustancias antiinflamatorias que producen estas células durante el embarazo.
Por otro lado, las células madre uterinas tienen una elevada capacidad de crecimiento, hasta cuarenta y cinco veces “sin dar lugar a formación de tumores, como sin embargo sí ocurre con las células embrionarias”.
Además de la propiedad antiinflamatoria, también tienen capacidad, con la utilización de los inductores químicos adecuados, para transformarse en células del músculo, del cartílago, hasta incluso de neuronas.
En su explicación, Vizoso subrayó la importancia que tendrían en el futuro, tras el desarrollo de la investigación, las células madre uterinas “en el tratamiento de un infarto de miocardio” porque “al transformarse en tejidos podrían reparar los tejidos lesionados de un corazón”.
Las enfermedades candidatas a tratarse con estas células en un futuro son las crónicas, autoinmunes y degenerativas como el Alzheimer, el Parkinson, la artrosis, la esclerosis múltiple, el infarto de miocardio, la artritis reumatoide y la espondilitis anquilosante, entre otras.
El descubrimiento de la capacidad de las células madre uterinas “no es una meta sino el comienzo de un largo camino de investigación para solucionar problemas de salud que en estos momentos no tienen un tratamiento óptimo”, ha señalado el doctor Vizoso.
Para lograrlo, precisó a Efe, necesitan un recorrido “que pasa por la fase de laboratorio en la que ahora estamos, o fase de tubos de ensayo”.
Seguirá la fase de experimentación animal en la que se investigará la efectividad de estas células en animales con enfermedades que simulen las múltiples enfermedades humanas que pueden ser candidatas.
Y, si en esa fase de experimentación animal encuentran resultados satisfactorios de remisión o cura de las enfermedades, vendrán los ensayos clínicos en humanos con todos los pasos y condicionamientos metodológicos con un diseño adecuado y científico y “confiando que el éxito” sea el que esperan.
En el futuro, las células madre uterinas podrían suponer auténticas “factorías” de nuevos fármacos que se podrían utilizar para un amplio espectro de enfermedades que tienen el común denominador de la inflamación o pérdida de tejidos, señaló el investigador. EFE

En: Noticias #

0

 EFE.
LONDRES.- Un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) creó células hepáticas a partir de la reprogramación de células de la piel de diez donantes, lo que abre las puertas a futuros tratamientos de enfermedades que afectan al hígado.

Las muestras de tejido de los donantes, siete de ellos con alguna enfermedad hepática y los otros tres sanos, sirvieron como punto de partida para obtener células madre pluripotentes inducidas (IPS, en sus siglas en inglés).

Muestras de epidermis de siete pacientes sirvieron como punto de partida para obtener células madre pluripotentes inducidas, que al igual que las embrionarias, tienen la capacidad de convertirse en cualquier tipo de tejido del cuerpo humano 

Este tipo de células comparte ciertas características con las embrionarias que tienen la capacidad de poder convertirse en cualquier tipo de tejido del cuerpo humano.

Para transformar las células IPS en tejido hepático, los investigadores emplearon componentes químicos que, en el caso de las muestras extraídas de pacientes enfermos, consiguieron que las células reprodujeran los diferentes tipos de patologías de los donantes.

Este avance puede servir no sólo para la investigación de las enfermedades del hígado a través de la reproducción de estas en el laboratorio, sino que también podría ser clave para la creación de tejido que ayude a reparar los daños causados por patologías como la cirrosis, la hepatitis o el cáncer de hígado.

Las investigaciones sobre las enfermedades relacionadas con el hígado suelen toparse con la dificultad de que las células hepáticas, conocidas como hepatocitos, no pueden reproducirse en el laboratorio, por lo que este estudio, que abre la posibilidad de crear hepatocitos a partir de células madre, facilitaría la investigación y la prueba de nuevos tratamientos.
Logro
Ludovic Vallier, del centro de investigaciones de la Universidad de Cambridge, afirmó que este trabajo supone “un gran paso para decidir las posibilidades clínicas de las células madre, aunque aún son necesarios más estudios para desarrollar tratamientos efectivos.

En: Noticias #

0
Tomado de Infomed
Un grupo de investigadores brasileños comenzó a experimentar con personas parapléjicas una terapia con células madre que obtuvo resultados exitosos con gatos y perros, a los que fue posible devolverles la capacidad de levantarse. Ver más…

En: Noticias #

0

JANO.es · 20 Septiembre 2010 

Este avance abre una puerta a que las mujeres con falla ovárica prematura consigan concebir a un bebé por sus propios medios.

Una investigación del National Research Center, de El Cairo, Egipto, ha logrado restaurar la función ovárica en ratas estériles mediante la inyección de células madre mesenquimales, según los resultados del estudio que han presentado en Congreso Mundial sobre Fertilidad y Esterilidad, celebrado en Munich, Alemania.

“Todavía queda un largo camino por recorrer antes de poder aplicar esta técnica a las mujeres”, ha señalado el director de la investigación, Osama Azmy. Aunque este trabajo “abre la posibilidad de que las mujeres con falla ovárica prematura puedan concebir a un bebé por sus propios medios”, ha afirmado experto.

Alrededor del 1% de las mujeres menores de 40 años en todo el mundo presenta falla ovárica prematura (FOP), una condición denominada comúnmente como “menopausia prematura”, y en la cual se detiene prematuramente el funcionamiento normal de los ovarios. De este modo, estas mujeres dejan de producir óvulos y hormonas ováricas. Por el momento, “no existe un tratamiento que pueda restaurar la fertilidad”, ha subrayado Azmy.

Para la realización del estudio, el equipo de Azmy utilizó 60 ratas experimentales. A tres cuartos de esos animales se les administró un agente químico que indujo la falla ovárica y después, los expertos aplicaron el tratamiento con células madre a un tercio de esos roedores. A otro tercio se les inyectó una solución salina o placebo y al restante no se le administró ninguna terapia.

Los expertos evaluaron los niveles hormonales de todas las ratas para comprobar si regresaban a un estado normal después del tratamiento. A las dos semanas, las ratas tratadas con células madre habían regresado a la función ovárica normal y tras ocho semanas, tenían niveles hormonales iguales a los de los animales que no habían presentado falla ovárica.

En: Noticias #