Agente infeccioso

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El virus SARS-CoV-2 es un betacoronavirus, similar al MERS-CoV y al SARS-CoV. Hasta donde se conoce, los tres virus tienen su origen en determinadas especies de murciélagos. Las secuencias de pacientes de EE.UU. son similares a las que China publicó inicialmente, lo que sugiere una posible aparición reciente y única de este virus en un reservorio animal.

Al principio, muchos de los pacientes en el brote de COVID-19 (como se ha denominado a la enfermedad provocada por este nuevo coronavirus) en Wuhan, China, tenían algún vínculo con un gran mercado de mariscos y animales vivos, lo que sugiere la propagación de animal a persona.

Más tarde, se reportó un número creciente de pacientes que no referían exposición a los mercados de animales, lo que indicó la propagación de persona a persona. Los reportes de la propagación de persona a persona fuera de China se han ido incrementando con el tiempo.

Además, otras regiones han reportado propagación dentro de la comunidad, lo que significa que algunas personas han sido infectadas y no se conoce cómo o dónde adquirieron la infección.

Una persona puede contraer COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las goticas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas goticas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las goticas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar.

La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.

El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves, particularmente, en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo.

Según investigaciones preliminares, la secuenciación de ARN lo caracterizó como virus de la familia Coronaviridae. El análisis filogenético del genoma viral completo (29 903 nucleótidos) reveló que estaba más estrechamente relacionado (con 89.1% de similitud) con el grupo de coronavirus relacionados al síndrome respiratorio agudo severo (género Betacoronavirus, subgénero Sarbecovirus) previamente aislados de murciélagos en China y que tienen antecedentes de recombinación genómica.

Este brote destaca la capacidad de estos virus propagarse a través de otros animales para causar enfermedades graves en humanos.

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