Temas de actualización

Poyales Galán. Boletín de la Soc. Oftalmo. de Madrid – N.º 48 (2008)

La cirugía de cataratas, en la actualidad, ha pasado a ser un procedimiento refractivo, con pacientes cada vez más exigentes y que buscan una excelente visión lejana, una excelente visión cercana y una muy buena visión próxima. Además, son pacientes que rechazan categóricamente la posible presencia futura de halos u otros fenómenos fotópsicos y el desenfoque en distancia media que se produce con las lentes monofocales. Por eso, cada vez son más las intervenciones de cataratas con implante de lente intraocular multifocal, suponiendo en muchos centros privados más del 50% de las lentes implantadas. Para lograr el éxito en este tipo de intervenciones es fundamental tanto hacer la indicación idónea para cada paciente en función de su caso como, una vez decidida esa indicación, realizar los cálculos más precisos posibles para obtener el estado refractivo postoperatorio deseado.

 

Álvarez de Rementería. Boletín de la Soc. Oftalmo. de Madrid – N.º 48 (2008)


Durante nuestra cirugía de cataratas podemos disminuir o eliminar el astigmatismo del paciente mediante varias técnicas, a través de la incisión principal, a través de queratotomías límbicas relajantes, a través de incisiones corneales perforantes opuestas, o  a través de lentes intraoculares tóricas.

 

L. López Guajardo, J. Benítez Herreros. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2010;85(8):278 280

La fijación escleral de lente intraocular (LIO) a nivel de sulcus, se reserva para aquellos pacientes que no cuenten con soporte capsular adecuado. De esta forma, podrá indicarse en casos de subluxación de cristalino, rotura de cápsula posterior o desinserción zonular en la cirugía de cataratas, o subluxación/luxación de LIO previamente implantada. Otras técnicas descritas para la implantación de lentes en estos pacientes incluyen su colocación en cámara anterior, o suturadas al iris. No obstante, la cámara posterior ofrece una posición más anatómica, que conlleva menor riesgo de daño endotelial, estrechamiento de cámara anterior y glaucoma.

N. Molina, E. Milla, E. Bitrian, C. Larena y L. Martínez. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2010;85(10):325–328

La medición de la presión intraocular (PIO) es un procedimiento importante para el diagnóstico y seguimiento de pacientes con glaucoma. Existen varios factores que influyen en la medición de la PIO, entre ellos el grosor corneal central (CCT), la curvatura corneal y el método utilizado para su medición. La técnica más utilizada y de referencia para la medición de la PIO es la tonometría de aplanación de Goldmann (GAT). Sin embargo, una de las mayores limitaciones es la influencia del CCT en los valores que entrega. El GAT fue calibrado para un CCT de 520 m, por lo que existe una subestimación y una sobrestimación de la PIO en córneas delgadas o gruesas, respectivamente.

 

M.J. Capella, E. Barraquer. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2010;85(8):268 273

Las técnicas utilizadas para la cirugía de extracción de la catarata han evolucionado de manera notable durante las últimas décadas, haciendo posible, entre otros muchos avances, disminuir el tamaño de la incisión a través de la cual se realiza la cirugía. Éste se ha ido reduciendo progresivamente desde los 10mm de la era intracapsular a los 7mm en la cirugía extracapsular. Con el advenimiento de la facoemulsificación y el desarrollo de las lentes intraoculares plegables, hemos alcanzado los 2,8mm y, desde hace unos años, la cirugía de catarata por microincisión ha permitido la extracción de la catarata a través de incisiones menores a 2mm. Esta disminución en el tamaño de la incisión se ha asociado a una disminución en la inflamación intraocular postoperatoria y en las complicaciones relacionadas con la herida quirúrgica, y ha comportado un menor astigmatismo inducido por la cirugía, un menor tiempo quirúrgico y una rehabilitación postoperatoria más corta.

J. Benítez Herreros, C. Pérez-Rico, M.Á. Montes Mollón, Y. Gómez San Gil y M.Á. Teus Guezala.ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2010;85(1):11-15

El pterigión es un proceso degenerativo caracterizado por un crecimiento fibrovascular de la conjuntiva hacia la córnea, que en casos graves puede ocasionar una pérdida significativa de visión. Es más prevalente en aquellas poblaciones que viven próximas al ecuador. Las principales indicaciones para la extirpación quirúrgica del pterigión son disminución de agudeza visual, molestias e irritación ocular que no ceden con lubricación, restricción de la motilidad ocular, crecimiento progresivo hacia el eje visual, problemas en el porte de lentes de contacto, cirugía refractiva y alteraciones estéticas.

 

R. Gallego Pinazoa, M. Díaz Llopisa. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2011;86(5):135 138

La miopía afecta a cerca de 1.600 millones de personas en todo elmundo, siendo su prevalencia estimada en España de un 20-30%. La miopía magna (MM) se define por la existencia de un equivalente esférico mayor de 6 dioptrías negativas y/o de una longitud axial del globo ocular mayor de 26,5mm. Es uno de los temas de creciente interés en el ámbito de la retina médica y constituye uno de los deberes pendientes de resolver por la oftalmología moderna. Clásicamente, las alteraciones oftalmoscópicas asociadas a la MM son las atrofias coriorretinianas parcheadas, la mancha de Förster-Fuchs y las estrías lacadas relativas a microrroturas en la membrana de Bruch. Todos estos signos se fundamental en la exploración funduscópica. Es bien sabida la dificultad que entraña ésta en pacientes afectados de MM por la peculiaridad del aspecto del tejido coriorretiniano en ellos.

 

L. de Juan-Marcos, E. Hernández Galilea, J.F. Blanco Blanco. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2011;86(5):139 144
La opacificación de la cápsula posterior (OCP) del cristalino es la complicación más frecuente tras la cirugía de cataratas. A pesar de los avances en las técnicas quirúrgicas, el porcentaje de pacientes con OCP sigue siendo considerable. En la actualidad solamente la capsulotomía con láser de Neodynium-Ytrium Argenti (Nd: YAG) continúa siendo capaz de revertir el déficit visual que provoca la opacificación capsular. Este procedimiento conlleva una alteración de los compartimentos oculares que incrementa el riesgo de sufrir patologías graves del segmento posterior, además de ser costoso para el sistema sanitario en términos de tiempo y dinero. Por tanto, al ser una técnica no exenta de posibles complicaciones, su realización no debería basarse exclusivamente en la agudeza visual (AV) del paciente y en lo que ésta pudiera mejorar, sino en la medición del impacto de dicho procedimiento en la calidad de vida del individuo.