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melbure_2014Especialistas reunidos en la XX Conferencia Mundial del Sida, que se realizó en Melbourne, Australia, finalizaron ayer el encuentro con un llamado a terminar con la discriminación y la criminalización de las prácticas sexuales ya que obstaculizan “el acceso a realizarse un test de VIH o un tratamiento”, informó el infectólogo argentino Pedro Cahn.

El encuentro, que se realizó desde el domingo 20, reunió a científicos, médicos, organismos internacionales y activistas de todo el mundo, quienes firmaron la declaración Nobody left behind (Nadie se queda atrás), cuyo eje central es la lucha contra la discriminación. El fin del sida sólo es posible si se superan las barreras de la criminalización, el estigma y la discriminación que siguen siendo factores clave de la epidemia, dice la declaración.

Lo mejor que tienen estos encuentros es la diversidad de actores que participan; entonces uno no sólo conoce investigaciones de otros lugares, sino que se genera un debate en torno de la problemática de los derechos humanos, dijo Cahn, director de la Fundación Huésped, quien participó de la conferencia, a la agencia Télam. El especialista explicó que lo que se está denunciando en la declaración es que todavía existen más de 80 países en los que las personas son discriminadas por ser homosexuales, transexuales o son detenidas si consumen drogas, en lugar de contenerlas. Si vas a la cárcel por ser gay, como en Uganda; o por ser usuario de drogas, como en Europa del Este o Rusia, entonces las posibilidades de que te acerques a un sistema de salud a realizarte un test de VIH o bien que accedas a un tratamiento se reducen, y aumenta la exposición de sectores vulnerables, señaló.

Patricia Pérez, titular de Más Paz Menos Sida, quien suscribió también la declaración aunque no se encontraba en Melbourne, señaló que ésta es una problemática que se reitera en cada encuentro: disminuyen quizá los países con políticas discriminatorias, pero el problema mundial subsiste. Pérez, quien reconoció el descenso del porcentaje de activistas en el encuentro debido a la dificultad presupuestaria que implica la participación, dijo que el VIH ha sido una enfermedad muy compleja que ha tenido una respuesta muy rápida desde el punto de vista científico-clínico; sin embargo, la gente se sigue infectando y se sigue muriendo, y esto es por la falta de paz. Introducir la paz como un factor de prevención es clave porque mientras exista la violencia en el hogar, en la escuela, en el trabajo, en la sociedad, no hay contextos donde –por ejemplo– la persona pueda pensar en colocarse un preservativo, sostuvo.

Durante la conferencia, el organismo de las Naciones Unidas que trabaja sobre el tema, Onusida, presentó sus nuevas metas para 2020: el 90, 90, 90. El 90 por ciento de las personas con VIH deberán estar diagnosticadas; el 90 por ciento de ellas deberán estar bajo tratamiento y, de éstas, el 90 por ciento deberá tener su carga viral indetectable. Son objetivos muy altos, para lograrlo habría que poner en tratamiento a 28 millones de personas. Si se consiguiera, el sida dejaría de ser un problema de salud pública, opinó Cahn.

Fuente: GPSida

Detener la infección por VIH

David Holmes comenta para la revista The Lancet Infectious Diseases sobre el caso del bebé nacido con VIH que venció la infección.

El lunes, 4 de marzo del 2013, el mundo despertó con la noticia de que un equipo médico en el estado de Misisipi, Estados Unidos, había hecho historia después de presenciar la primera curación funcional documentada de un bebé nacido con el VIH. El extraordinario hecho es el resultado de dos decisiones, a veces incisivas y a veces poco ortodoxas, del personal en el Centro Médico de la Universidad de Misisipi (UMMC) por un lado, y de la madre del bebé por el otro.

Deborah Persaud, viróloga de la Universidad Johns Hopkins, al presentar el caso en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Atlanta, Georgia, explicó que la madre del bebé no supo que era VIH positiva hasta recibir los resultados de una prueba de rutina y se presentó cuando ya estaba en las últimas etapas del embarazo, demasiado tarde para someterse sin riesgos a un tratamiento con antirretrovirales.

Dado el considerable riesgo de transmisión de madre a hijo, Hannah Gay, especialista en VIH pediátrico del Centro Médico optó por un curso agresivo de tratamiento: un cóctel intravenoso de tres medicamentos (zidovudina, lamivudina y nevirapina, reemplazado con lopinavir y ritonavir en 7 días), en régimen terapéutico en lugar de una dosis profiláctica y, sobre todo, aplicado a sólo 30 horas después del nacimiento.

Las pruebas realizadas en dos muestras de sangre obtenidas antes de iniciarse el tratamiento confirmaron que el bebé estaba infectado con el VIH. Las pruebas de carga viral en plasma en muestras tomadas en 7, 12 y 20 días después de iniciado el tratamiento, también fueron positivas antes de que se reportara un índice de carga viral indetectable, utilizando un análisis estándar a los 29 días.

El niño continuó con los antirretrovirales hasta que, por motivos no revelados, la madre le retiró el tratamiento a los 18 meses de edad. Cuando la madre y el niño de 24 meses se presentaron a un chequeo nuevamente, inesperadamente no se encontró ninguna señal del VIH en el infante.

En este momento, los médicos clínicos en el UMMC establecieron contacto con los laboratorios colaboradores en los Institutos Nacionales de Alergia y Enfermedades Infecciosas y la Universidad de California en San Diego, que pudieran aportar pruebas ultrasensibles para averiguar si podían detectarse trazas del VIH.

Encontraron una única copia de ARN del VIH en el plasma, pero ninguna replicación – competente en 22 millones de células T CD4  en reposo co-cultivadas y purificadas. La prueba detectó una reserva de ADN viral en células mononucleares de sangre periférica, pero ninguna evidencia de la replicación del virus. Así que, aunque todos los rastros del VIH no han sido erradicados (conocido como cura de esterilización), los investigadores concluyeron que el niño podría considerarse funcionalmente curado.

El único caso confirmado de un adulto que se ha curado funcionalmente del VIH es Timothy Ray Brown, conocido como el paciente de Berlín. Brown había vivido con la infección por VIH por más de 10 años cuando, en 2007, recibió un trasplante alogénico de células madre para tratar la leucemia. El procedimiento reemplazó las células inmunes de Brown con células de un donante con una rara mutación; esta mutación pasó a las células inmunes CD4 de Brown y de estas al virus. Luego de que Brown entró en remisión por la leucemia y dejó la terapia antirretroviral, su carga viral de VIH plasmático no se recuperó, y sigue siendo considerado funcionalmente curado.

Ambos casos tienen implicaciones importantes en la búsqueda de una cura más amplia, según explicó John Frater, de la Universidad de Oxford. «El paciente de Berlín demuestra que con sofisticadas y costosas (incluso mortales) medidas, es posible erradicar el VIH de un paciente con una infección crónica, pero esto solo prueba el principio de que puede ser eliminado, y aunque no es relevante para la población en general, es evidencia vital para los investigadores. El niño de Misisipi sugiere que puede existir un punto crítico en el ciclo de vida del virus que significa que en las primeras horas después de la transmisión el virus no está totalmente establecido y puede interrumpirse la infección mediante terapia estándar», dice.

Persaud está organizando ensayos para probar si esta estrategia puede ser eficaz en otros recién nacidos de alto riesgo, pero muchas preguntas deban ser respondidas antes de hacer conclusiones definitivas. Frater, dice: «lo que realmente sucedió no está del todo claro ¿El virus volverá eventualmente? ¿Es este niño simplemente un controlador élite que habría tenido éxito de todas maneras? ¿Un adulto con una infección aguda de VIH-1 similar respondería de la misma manera que este recién nacido?». WHO dijo en una declaración que mantendría las recomendaciones actuales de efectuar «pruebas tempranas de VIH a todas las embarazadas y suministrar tratamiento ARV a todas madres VIH-positivas, junto con la profilaxis infantil, para prevenir la transmisión del VIH al niño» y seguiría de cerca los estudios que confirmen estos resultados.

Los investigadores saben desde hace tiempo que hay pacientes que reciben los antirretrovirales poco después de la infección y pueden, en algunos casos, mantener la carga viral baja después de suspender la terapia a pesar de tener una reserva viral latente. Pero tal tratamiento temprano no es posible en la mayoría de los casos y sólo parece conferir una habilidad para controlar naturalmente la enfermedad en algunos de los pacientes.

Aunque los antirretrovirales han revolucionado el control del VIH, subsisten problemas con su costo, con la toxicidad potencial, la resistencia a los medicamentos y la fatiga del tratamiento, lo que significa que el hallazgo de una cura definitiva tendrá lugar a muy largo plazo. La mayoría de los esfuerzos se ha centrado en maneras de eliminar el depósito del VIH latente que es capaz de evadir los antirretrovirales escondiéndose en las células. Desde una perspectiva estratégica esto puede ser abordado en cuatro formas, explica Frater: «agotar (activar el depósito proviral conjuntamente con la terapia antirretroviral), matar (dirigir el ataque a las células con infección latente ), silenciar (silenciar la transcripción desde el depósito proviral) o reemplazar (crear una nueva población de células resistentes al VIH)». De éstos, los enfoques de agotar y reemplazar han recibido más atención. Jerome Zack, Director del Centro de Investigación del Sida, UCLA, y su equipo, es uno de los muchos siguiendo la estrategia del agotamiento. «El objetivo es encontrar agentes que induzcan la expresión del virus latente mientras el paciente está en tratamiento antirretroviral para poder inhibir la propagación de nuevos virus, que podría lo mismo exponer la célula al sistema inmune, que convertirla en la diana de reactivos virus – específicos tales como inmunotoxinas», explica.

Puede ver el artículo completo en inglés, previa inscripción gratuita en el sitio, en:

The Lancet Infectious Diseases, Volume 13, Issue 4, Pages 298 – 299, April 2013

Entre 1986 y octubre del 2012 se diagnosticaron en Cuba 17.224 personas con sida, el 80% de los cuales siguen aún con vida gracias a la atención que reciben del sistema de Salud Pública, según explicó María Isela Lantero, Jefa del Departamento de Prevención y Control de las Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS).

La longevidad de los seropositivos se explica porque todos tienen acceso a tratamiento médico gratuito, incluyendo el antirretroviral, conocido popularmente como coctel. La mayoría de los medicamentos que lo componen son fabricados por la industria farmacéutica cubana de forma genérica a un costo menor de los U$D 100.

Durante los primeros años, Cuba creó clínicas cerradas donde a los portadores de VIH/SIDA se les daba una pequeña casa para vivir, la alimentación y la atención medica necesaria pero se les impedía salir del recinto. El plan fue muy criticado internacionalmente porque lesionaba los derechos de los enfermos pero sirvió para contener la epidemia.

En la actualidad el grueso de los Seropositivos son atendidos de forma ambulatoria, es decir que viven en sus casas, reciben el tratamiento antirretroviral en la farmacia del barrio y acuden a la clínica especializada solo para los controles rutinarios. Sin embargo, se mantiene la línea de investigación cada vez que se detecta un nuevo caso, tratando de averiguar quién se lo trasmitió y a cuantas personas más pudo haber contagiado, haciéndoles pruebas obligatorias a todos los involucrados.

Otro de los factores claves para la reducción de portadores de VIH es el control prenatal. La Dra. María Isela Lantero nos aseguró que cada año se hacen más de 240 mil pruebas a mujeres embarazadas, “lo hacemos en el primer trimestre del embarazo y en el tercero para detectar también a las que se infestan después”.

Incluso se ha creado un sistema para que las mujeres portadoras del SIDA puedan parir sin transmitírselo a sus hijos. El pasado año, 92 de las 93 infestadas que parieron tuvieron hijos sanos, solo una madre trasmitió el virus a su pequeño, debido a que no siguió el protocolo establecido por Salud Pública.

La Dra. Tania Massip es uno de los especialistas que se dedica a atender a portadoras del VIH en edad fértil. Nos dice que se les trata con antirretrovirales, se hace un seguimiento y “les informamos cuando están con carga viral indetectable, con los linfocitos T altos y por lo tanto es un buen momento para embarazarse si quieren hacerlo”.

Laura Clavel tenía 27 años y 32 semanas de embarazo cuando la diagnosticaron de VIH. “Lo primero que pedí fue un aborto, no estaba preparada para algo así, fue desgarrador, fue como morirme”, afirma la joven. Los médicos consideraron que la interrupción sería más peligrosa y tuvo que correr el riesgo de parir. Hoy recuerda que “el día más feliz de mi vida fue cuando nació y comprobé que estaba sano”.

Existen también campañas de sensibilización promovidas por Salud Pública como la promoción del uso de preservativos, un implemento extraño para la generación que hoy supera los 50 años pero de uso común entre los más jóvenes. Incluso se iniciaron proyectos en barrio humildes, como el Cerro, en la capital, para que las mujeres casadas obliguen a sus esposos a utilizarlos debido a que se detectó una alta tasa de infestación por esta vía.

Cuba gasta alrededor de U$D 150 millones al año en los programas de lucha contra el SIDA. Podría parecer una cantidad excesiva para una economía tan pequeña, sin embargo, les ha permitido mantener una de las tasas de infestación más bajas de la región, lo cual implica a la larga un mayor ahorro, según criterio de los especialistas cubanos.

Fuente: Noticia extraida del Periódico Público.es

Aspectos básicos

Virus de la Inmunodeficiencia Humana

El acrónimo VIH significa virus de la inmunodeficiencia humana. Este es el virus que causa el sida. El VIH es diferente a la mayoría de los virus porque ataca el sistema inmunitario. El sistema inmunitario le permite al cuerpo combatir las infecciones. El VIH encuentra y destruye un tipo particular de glóbulos blancos (las células T o CD4) utilizados para combatir las enfermedades (Ver ciclo de vida del virus). Existen dos tipos de VIH, el VIH-1 y el VIH-2. Ambos tipos de VIH causan daños en el cuerpo humano al destruir células sanguíneas específicas, llamadas células T CD4+, que son vitales para defenderse de las enfermedades.

Sida significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El sida representa la etapa final de la infección por el VIH. Es posible que una persona infectada con el VIH tarde varios años en alcanzar esta etapa aun sin recibir tratamiento; este intervalo es muy variable de una persona a otra. Sin tratamiento, la mayoría de los infectados acaban presentando signos de enfermedades relacionadas con el VIH en un plazo de 5 a 10 años. Sin embargo, el intervalo entre la infección y el diagnóstico de sida puede ser de 10 a 15 años, o incluso más. El tratamiento antirretrovírico puede frenar la progresión de la enfermedad al reducir la carga viral del paciente.

En las personas que tienen el sida, el virus ha debilitado su sistema inmunitario a tal grado que al cuerpo se le dificulta combatir las infecciones. Se considera que alguien tiene sida cuando presenta una o más infecciones  de tipo oportunistas y un número bajo de células T.

La tuberculosis es la infección oportunista más común y mata cada año a cerca de un cuarto de millón de pacientes infectados por el VIH. En estos pacientes es la primera causa de muerte en África, y una de las primeras en todo el mundo.

Orígenes del VIH

Chimpance. Fuente: CDCLos científicos identificaron un tipo de chimpancé en África occidental como la fuente de la infección del VIH en los humanos. El virus muy probablemente pasó de los chimpancés a los humanos que cazaban a estos animales para comer su carne, y al entrar en contacto con la sangre infectada. En el transcurso de varios años el virus se propagó poco a poco por toda África y luego por otras partes del mundo.

Según los científicos, lo más probable es que la versión del virus de la inmunodeficiencia del chimpancé (llamado virus de la inmunodeficiencia simia o VIS) fue transmitida a los seres humanos y sufrió una mutación para convertirse en el VIH.

VIH-2

En 1986, un segundo tipo de VIH, llamado VIH-2, fue identificado en pacientes con SIDA en África occidental. El VIH-2 presenta los mismos modos de transmisión que el VIH-1 y está asociado a infecciones oportunistas similares y al SIDA. En las personas con el VIH-2, la inmunodeficiencia parece desarrollarse más lentamente y ser más leve, y las personas con el VIH-2 tienen un estado menos infeccioso en las primeras fases de la enfermedad.

Formas en las que se transmite (y no se transmite) el VIH

El VIH es un virus frágil. No puede vivir por mucho tiempo fuera del cuerpo. Por consiguiente, el virus no puede transmitirse durante las actividades cotidianas como saludar, abrazar o mediante un beso casual. Usted no puede contraer la infección de un asiento de inodoro, un bebedero de agua, una perilla de puerta, platos, vasos, alimentos o de los animales domésticos. Tampoco se puede adquirir el VIH de los mosquitos.

El VIH se encuentra principalmente en la sangre, el semen o el flujo vaginal de una persona infectada. El VIH se transmite principalmente por:

  • tener relaciones sexuales (por medio anal, vaginal u oral) con alguien infectado con el VIH sin usar un condón. Todas las relaciones sexuales que se practican sin protección con una persona que tiene el VIH representan un riesgo. Las relaciones sexuales anales sin protección son más riesgosas que las relaciones sexuales vaginales sin protección. Entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, las relaciones sexuales receptivas anales son más riesgosas que las insertivas anales. Tener muchas parejas sexuales o si se tienen enfermedades de transmisión sexual (ETS) puede aumentar el riesgo de infección durante las relaciones sexuales.
  • utilizar agujas y jeringas infectadas con el VIH.
  • inyecciones u otros procedimientos médicos o dentales que se realicen bajo condiciones poco higiénicas o sanitarias. Sin embargo, el riesgo es mínimo dadas las normas de seguridad existentes en las instituciones de salud.
  • existe una probabilidad muy remota de que el VIH se transmita a través de los besos profundos con una persona infectada por el VIH, si esta tiene sangrado en sus encías.
  • los tatuajes y las perforaciones corporales presentan un posible riesgo de transmisión, pero no se han documentado casos de transmisión del VIH a través de estas actividades. Para poner tatuajes o perforaciones corporales, solo debe usarse equipo esterilizado.
  • la exposición (en el caso de un feto o bebé) al VIH antes de nacer o durante el parto, o al ser amamantado.
  • contacto con sangre infectada con el VIH. Este riesgo es muy remoto, debido a los análisis rigurosos que se realizan a los suministros de sangre, órganos y tejidos donados.

Todos los casos reportados que sugieren rutas de transmisión nuevas o potencialmente desconocidas son investigados minuciosamente por los departamentos de salud locales y estatales.

Síntomas de infección

Al cabo de unas cuantas semanas de adquirir la infección por el VIH, algunas personas presentan síntomas similares a los de la influenza (gripe) que duran una semana o dos, pero otras no tienen ningún síntoma. La única manera de saber con seguridad si usted está infectado es haciéndose la prueba del VIH. No puede saber si está infectado simplemente con base en los síntomas, porque muchas personas infectadas con el VIH no tienen síntomas por varios años. Hay personas que se ven y se sienten sanas pero están infectadas.

Incluso, todas las personas que tienen el VIH deben consultar habitualmente a un médico especializado en tratar la infección por el VIH. Muchas personas con el VIH, aún si se sienten bien, pueden beneficiarse en gran medida de los medicamentos actuales utilizados para tratar la infección por el VIH. Estos medicamentos pueden limitar o retrasar la destrucción del sistema inmunitario, mejorar la salud de las personas que viven con el VIH y reducir su capacidad de transmitirlo.

En la actualidad, se pueden vivir muchos años más con el VIH, hasta décadas, antes de que se convierta en sida. Esto es gracias a las combinaciones de medicamentos “altamente activos” que comenzaron a producirse a mediados de la década de 1990.

Pruebas del VIH

Una vez que el VIH entra en el cuerpo, éste empieza a producir anticuerpos (substancias creadas por el sistema inmunitario después de una infección). La mayoría de las pruebas de detección del VIH buscan la presencia de estos anticuerpos en lugar de buscar el virus mismo. Hay otras pruebas que analizan el material genético del VIH o sus proteínas; también se pueden utilizar para averiguar si una persona está infectada por el VIH.

Puede que pase cierto tiempo para que el sistema inmunitario produzca suficientes anticuerpos como para ser detectados, y el lapso entre la infección por el VIH y la habilidad para detectarla con las pruebas de anticuerpos puede ser distinto en cada persona.

Durante este periodo, la carga viral del VIH y la probabilidad de transmitir el virus a parejas sexuales o entre personas que comparten agujas son muy altas.

En la mayoría de las personas se desarrollarán anticuerpos detectables a casi todas las pruebas dentro de las 2 y 8 semanas siguientes a la infección (el promedio es de 25 días). El 97% de las personas presentará anticuerpos del virus detectables en los primeros 3 meses. No obstante, existe una pequeña posibilidad de que a algunas personas les tome más tiempo producir anticuerpos detectables. Por lo tanto, una persona debe considerar una prueba de seguimiento después de más de tres meses de su última exposición posible al VIH.

Las pruebas regulares del VIH se envían a los laboratorios para su análisis, y los resultados pueden tardar de una a dos semanas. También hay pruebas rápidas del VIH que pueden arrojar resultados en tan solo 20 minutos. Un resultado positivo a la prueba del VIH significa que una persona puede haber sido infectada por el VIH. Todos los resultados positivos a las pruebas del VIH, sin importar que sean convencionales o rápidas, deben verificarse por una prueba “confirmatoria” del VIH.

Ser positivo al VIH

Por el momento no existe cura para la infección por el VIH, pero la observancia continua del tratamiento antirretroviral permite frenar la progresión de la infección hasta casi detenerla. Hay cada vez más pacientes infectados por el VIH que se mantienen bien y activos durante largos periodos de tiempo, incluso en países de bajos ingresos. En la actualidad, se pueden vivir muchos años más con el VIH, hasta décadas, antes de que se convierta en sida. Esto es gracias a las combinaciones de medicamentos “altamente activos” que comenzaron a producirse a mediados de la década de 1990.

Nadie debe tener una actitud conformista ante el VIH y el sida. Si bien los medicamentos actuales pueden mejorar notoriamente la salud de las personas que viven con el VIH y retrasar que la infección avance hasta convertirse en sida, los tratamientos que tendrá que tomar  el paciente será todos los días por el resto de su vida y deben ser objeto de una vigilancia cuidadosa, y tienen posibles efectos secundarios.

Actualizado: agosto/2013

Fuente:
Información básica. VIH/sida. CDC
Sida. MedlinePlus
Recursos sobre VIH/sida. infoSIDA
Infección por VIH: Aspectos básicos (Asociación Médica Americana)
Preguntas y respuestas sobre el VIH/SIDA. OMS

Entre las vías de transmisión del virus del VIH se encuentra la del contagio de madre a hijo, detectable mediante los análisis que se realizan a todas las mujeres embarazadas de la Isla, decidan o no tener su bebé.

Según la doctora María Isela Lantero, jefa del Departamento de Infecciones de Transmisión Sexual y VIH/sida del Ministerio de Salud Pública, desde 1986 hasta el pasado año se han hecho 4,9 millones de estas pruebas como parte de la atención prenatal integral, lo que constituye el principal mecanismo para la detección precoz de la infección, relativamente poco costoso y muy efectivo.

En 2011, precisó Lantero, de un total de 1 787 personas identificadas como portadoras del virus en el país, solo 362 son mujeres, lo que representa una cifra muy baja en comparación con la de los hombres.

No obstante, y aunque en Cuba el sida dista mucho de convertirse en un problema de salud femenina, como en otros países, se evidencia una tendencia al incremento, lo que nos demuestra que, aun cuando los niveles de información acerca de las ITS y el VIH entre las mujeres cubanas son relativamente altos, muchas no perciben como real la posibilidad de adquirir la infección. En consecuencia, no todas asumen de forma sistemática la protección en sus relaciones sexuales como medida efectiva para evitar el VIH, enfatizó la especialista.

El año pasado, según confirmó Lantero, fueron atendidas por el sistema de salud 143 embarazadas con VIH, de las cuales 41 conocieron que eran portadoras del virus al realizarse la prueba como parte de la atención prenatal. Las restantes 102 ya conocían que tenían VIH y se embarazaron. De los 93 partos ocurridos en ese año, 92 resultaron niños sanos.

Es posible que una mujer portadora de este virus pueda tener un niño sano si se conjugan de manera armónica la detección precoz, el seguimiento clínico por el médico de familia y demás especialistas de la Atención Primaria de Salud, el tratamiento combinado con antirretrovirales, el parto por cesárea, el tratamiento del bebé al nacer y el uso de sustitutos para la leche materna.

Si bien el sistema de salud le garantiza a la mujer, desde que se conoce su condición de portadora del virus, la atención, el seguimiento y las medidas para prevenir la transmisión, no pocas portadoras se embarazan cuando su situación inmunológica y virológica no es la mejor. Cuando la planificación del embarazo no ha sido la mejor, debemos reconocer que han fallado las acciones preventivas y no se emplearon todas las potencialidades del sistema de salud para trabajar con estas mujeres y lograr que lleguen al embarazo en condiciones de menor riesgo.

Artículo completo.

Fuente: Periódico Juventud Rebelde. Suplemento Sexo Sentido. Marzo 30, 2012.

Un nuevo informe del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), publicado en el día de hoy, demuestra que el 2011 ha sido un año de cambio en lo que a la respuesta al sida se refiere gracias al progreso de la ciencia, el liderazgo político y unos resultados sin precedentes. Asimismo, el informe señala que las nuevas infecciones por el VIH y las muertes relacionadas con el sida han descendido hasta los niveles más bajos desde que la epidemia alcanzara su máximo. Las nuevas infecciones por el virus se han reducido un 21% desde 1997, y las enfermedades relacionadas con el sida han disminuido en un 21% desde el año 2005.

Incluso en una crisis financiera muy complicada, los países están ofreciendo resultados en el ámbito de la respuesta al sida, declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA. Hemos sido testigos de un aumento gigantesco del acceso al tratamiento del VIH, que ha tenido un impacto significativo en las vidas de personas de todo el planeta.

En Botswana los patrones en los comportamientos sexuales se han mantenido relativamente estables desde el año 2000. El país ha aumentado el acceso al tratamiento desde menos de un 5% en 2000 hasta más de un 80%, que se ha conservado desde 2009. El número anual de nuevas infecciones ha descendido en más de dos tercios desde finales de los años noventa, y los datos sugieren que la cifra de nuevas infecciones por el VIH es entre un 30% y un 50% más baja a día de hoy de lo que lo hubiera sido en ausencia de terapia antirretrovírica. Al mismo tiempo que el tratamiento disminuye la carga viral de una persona que vive con el VIH hasta niveles indetectables, también reduce el riesgo de transmisión del virus a una pareja que no lo haya contraído. Los últimos estudios demuestran que el tratamiento puede llegar a un nivel de eficacia del 96% en la prevención de la transmisión del VIH entre las parejas.

Se calcula que a finales de 2010:

  • 34 millones [31,6 – 35,2 millones] de personas vivían con el VIH a  nivel mundial.
  • se produjeron 2,7 millones [2,4 – 2,9 millones] de nuevas infecciones por el VIH.
  • 1,8 millones [1,6 – 1,9 millones] de personas murieron por causas relacionadas con el sida.

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Fuente: ONUSIDA