Literatura científica

La región vulvovaginal es una zona muy compleja por todos los elementos que la conforma y puede ser origen de un gran número de tumores benignos y en menor frecuencia de tumores malignos. En las últimas décadas, los tumores vulvovaginales han tenido un avance significativo en cuanto a su diagnóstico y tratamiento, dado por las aportaciones de la biología celular y molecular. El presente artículo pretende ser una referencia práctica para el diagnóstico clínico e histopatológico de estos tumores benignos así como en el tratamiento ambulatorio de algunos de ellos y su vigilancia.

tumor_vulvaLos tumores benignos de vulvas son poco frecuentes, y de ellos el más frecuente es el acrocordón. La similitud de las características macroscópicas del acrocordón con otros diagnósticos diferenciales nos motivó a realizar esta revisión. Se trata de tenerlos en mente al momento de hallar una tumoración como la de este caso, en virtud a la importancia que tienen sobre la recurrencia y/o posibilidad a malignización, así como su posible asociación a patologías comorbidas (diabetes, obesidad, intolerancia a la glucosa) o en estados de alteraciones hormonales (gravidez o menopausia).

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Fuente: Medwave 2014;14(1):e5886 doi: 10.5867/medwave.2014.01.5886

El trabajo sexual se encuentra estrechamente vinculado con la movilidad poblacional de mujeres y hombres que ejercen esta actividad fuera de sus comunidades o de sus países de origen. Este fenómeno de movilidad se encuentra condicionado por la forma en que se organiza la oferta de servicios sexuales en los diferentes espacios laborales, que se caracteriza por una rápida incorporación y recambio de trabajadores de ambos sexos que se insertan en distintas áreas y escalas laborales. En general, se considera al trabajo sexual como una ocupación que se caracteriza por la precariedad, desprotección social y de salud, riesgos y estigma sociocultural. Además, en diferentes países del mundo se ha definido como una actividad ilegal, lo que reduce las posibilidades de exigibilidad de derechos. Esta situación de vulnerabilidad puede agravarse en contextos fronterizos, donde una parte importante de la población es de mujeres extranjeras, indocumentadas en una situación de estancia ilegal, como ocurre em diferentes áreas de Centroamérica y México.

En México, Centroamérica y el Caribe se han realizado estimaciones sobre la prevalencia de its y vih en trabajadoras sexuales para diferentes regiones y años: en República Dominicana fue de 25-29% de its -sin diferenciar por tipo de its-; en Honduras, 3.3% -clamidia-; Guatemala, 8.7% -vih-; en la frontera norte de México, gonorrea 4%, sífilis 10%, clamidia 13%, vih 5%, y en la frontera México-Guatemala, 86% -herpes genital-. Los datos epidemiológicos colocan a este grupo laboral como población en más alto riesgo de transmisión de its y vih respecto a la población general.

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Fuente: Salud pública Méx vol.55  supl.1 Cuernavaca mayo 2013

CondonesIntroducir el mercadeo social para posicionar prácticas sexuales protegidas mediante el uso del condón masculino, fue un acontecimiento inédito en Cuba, que puso a prueba la capacidad de gestión y el desempeño de los encargados de llevarlo a vías de hecho. Varios elementos limitaron la tarea, por un lado, la confusión de la mercadotecnia con la publicidad y la práctica privada lucrativa y por otro, el hecho de que el uso del condón se encuentra sujeto a estigmas culturales, muy arraigados en la población cubana.

Tanto la promoción del condón como la incorporación del mercadeo social como herramienta necesaria para ello, se logró mediante la realización de proyectos acompañados por el Fondo Mundial, ejecutados por los profesionales sanitarios cubanos, que permitieron disponer de condones de calidad, en cantidades suficientes para satisfacer las demandas de la población, distribuidos en farmacias y en otros establecimientos comerciales conjuntamente con el trabajo educativo dirigido a los grupos vulnerables y la población en general. Marcas cubanas de condones, Vigor y Vigor Max, cuentan en la actualidad con la aceptación de la población, que ha incrementado su uso, fundamentalmente en las relaciones no estables; pero aunque mucho se ha avanzado, aún queda un largo camino por andar para prevenir el VIH/sida en la población cubana.

Palabras clave: mercadeo social, condón, prácticas sexuales.

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Fuente: Rev Cubana Salud Pública vol.39  supl.1 Ciudad de La Habana  2013

vaginosis-bacterianaLa vaginosis bacteriana es una enfermedad polibacteriana que afecta a muchas mujeres en todo el mundo. La mayor prevalencia se observa en países subdesarrollados y en poblaciones con factores de riesgo como la promiscuidad. La enfermedad se produce cuando los lactobacilos, presentes en la microbiota normal de la vagina de mujeres sanas son reemplazados o superados en número por bacterias Gram negativas o Gram variables, anaerobias estrictas o facultativas presentes en pequeñas cantidades en la vagina sana y en el tracto gastrointestinal. La enfermedad puede cursar de forma asintomática o con leucorrea y ardor vulvar, en algunas pacientes puede ocasionar complicaciones obstétricas y ginecológicas importantes. El diagnóstico de la vaginosis bacteriana ha sido un tema controversial. Aunque existen algunos métodos diagnósticos clínicos y microbiológicos, todavía no se cuenta con un método potente para el diagnóstico eficaz de la vaginosis bacteriana.

Palabras clave: vaginosis bacteriana, enfermedad polibacteriana, ITS, diagnóstico, factores de riesgo.

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Fuente: Rev Cubana Obstet Ginecol vol.39 no.4 Ciudad de la Habana oct.-dic. 2013

El doble discurso como manifestación de violencia intrafamiliar

El doble discurso o doble mensaje, el cual se podría ilustrar con un ejemplo que no admite discusión alguna: haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago. En los spots televisivos, concebidos artística y estéticamente para sugerirle al receptor el daño que genera en el niño el carácter ambivalente del doble discurso, los mensajes son tan elocuentes que no necesitan fundamentación teórica alguna.

Los padres que utilizan ese método educativo erróneo desconocen —al parecer— la alteración psíquica y espiritual que están ocasionándole al pequeño cuando, por ejemplo, le advierten que no debe decir mentiras o malas palabras. Y a los cinco minutos, uno de los progenitores, sin pudor alguno, las dice delante de su hijo con la mayor naturalidad del mundo.

Sin embargo, cuando el infante las repite, porque las oye y las aprende en el seno familiar, los padres quieren castigarlo, y en ocasiones, hasta golpearlo físicamente, lo que atenta de manera flagrante contra la integridad corporal, psíquica, moral y espiritual del niño.

Por otra parte, violan los sagrados derechos de una personita que por ser quien es y como es merece amor y respeto a su inviolable dignidad humana.

El doble discurso genera en la esfera cognitivo-afectiva del niño confusión y ambivalencia; en consecuencia, siembra la semilla de la duda a la hora de incorporar a su incipiente código ético-moral -o súper yo- los patrones conductuales que le sirven de paradigma o modelo en su entorno socio-familiar.

El resultado de ese estado de confusión o ambivalencia podría ser la inseguridad, la incertidumbre, la inestabilidad emocional o, sencillamente, la rebeldía ante el discurso de quienes le dicen una cosa, y en la práctica (criterio de la verdad) hacen otra completamente diferente.

No me parece necesario continuar emborronando cuartillas para que usted, estimado lector, acabe de caer en la cuenta de que a su descendencia debe tratarla con cariño, ternura, respeto y firmeza de criterios para que, en un futuro no lejano, sea un adolescente o joven sano de cuerpo, mente y alma, capaz de eliminar la rabia, el resentimiento o la violencia y apto para resolver —de forma inteligente y civilizada— los problemas existenciales que la vida le plantee; única vía para disfrutar de salud física, psíquica y espiritual.

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Fuente: Rev. Hosp. Psiquiátrico de la Habana 2013, 10(1)

La naturaleza de las Chlamydias ha sido muy controvertida. Llamadas inicialmente por Sir Samuel Bedson como Bedsonia, fueron por mucho tiempo consideradas virus, hasta que más tarde se dio a conocer su naturaleza bacteriana. Son microorganismos gram negativos, intracelulares obligados, que producen infecciones crónicas y persistentes.

Básicamente su composición genética, constituida por DNA y RNA, contiene pared celular y ribosomas similares a las bacterias gram negativas y son inhibidas por las tetraciclinas. Su principal característica es el ciclo replicativo intracelular, lo cual las convierte en parásitos obligados. Este crecimiento intracelular permite a las Chlamydias provocar una infección crónica, al evitar la apoptosis de la célula infectada.

La Chlamydia Trachomatis contiene alrededor de 18 serovariedades y provoca una variedad de infecciones en el hombre: infecciones oculares como el tracoma y la conjuntivitis de inclusión e infecciones genitales que incluyen la uretritis no gonocócica, linfogranuloma venéreo, Síndrome de Reiter, Síndrome de Fitz Hugh Curtis, enfermedad inflamatoria pélvica, transmisión perinatal como neumonía y conjuntivitis de inclusión en el lactante, relacionada con el embarazo ectópico crónico ó persistente (EEP). El hallazgo patognomónico del EEP, una entidad clínico-patológica infrecuente con evolución poco clara, se realiza durante o después de la cirugía, mediante la identificación de vellosidades coriales. Existe una relación directa entre el serotipo y la enfermedad que producen las diferentes cepas de esta especie.
Atendiendo a las características antigénicas se han descrito 18 serotipos: A, B, Ba, C, D, Da, E, F, G, H, I, Ia, J, K, L1, L2, L2a y L3.

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Fuente: Rev Cubana Med Gen Integr vol.29 no.2 Ciudad de La Habana abr.-jun. 2013