En la prensa cubana

La bisexualidad ha tenido lugar en todas las épocas históricas y no siempre fue percibida como dicotómica. Ha sido la sexualidad más invisible, estigmatizada y discriminada de las mal llamadas sexualidades periféricas en las sociedades.

Para que a un hombre se le reconozca su masculinidad debe cumplir los patrones asignados a su género y uno de ellos es tener una sexualidad exclusiva de la masculinidad hegemónica. Al igual sucede con las mujeres y su patrón tradicional de feminidad.

Por lo general, la sexualidad femenina es pasiva, dominada, débil, responsable, se socializa en la intimidad y su espacio es el doméstico/privado. Mientras, la sexualidad masculina tiene libertad de expresión, su espacio de socialización es el público, es irresponsable y orientada genitalmente (falocéntrica). A su vez, es superior, fuerte y sirve como medio para pronunciar la violencia permitida a la masculinidad.

Hace algunos años televisaron una novela cubana titulada La cara oculta de la Luna, que abordaba, en una de sus historias, la bisexualidad. Fue una propuesta osada de una realidad encubierta. Si bien el caso del personaje en particular no diferenciaba con exactitud si era una homosexualidad reprimida o una bisexualidad, mostraba las vicisitudes que un hombre sufre en el proceso de identificación y aceptación, que puede ser delicado e intenso. Asimismo, las incomprensiones y rechazos sociales que generan la soledad en el individuo, debido al hecho de reconocerse con una sexualidad diferente a la norma heterosexual.

Vulnerabilidad, riesgos y VIH/sida

Existen varias teorías que dejan el debate sobre la bisexualidad en un estado primario, ya que se establece en relación directa con la homosexualidad y en etapas tempranas de la vida humana, con una base mayormente biologicista.

La psicología y la sociología se han apropiado de una nueva categoría de la epidemiología, conocida como Hombres que tienen Sexo con otros Hombres (HSH), para agrupar en ella a homosexuales, bisexuales, travestis/transexuales. Referencia un comportamiento sexual. Más que identidades, son prácticas sexuales que se encuentran entre lo esporádico y lo habitual; no importa si las prácticas son voluntarias, por una satisfacción sexual o económica, o por una violación.

Esta sexualidad en general, al ser marginada y discriminada, se convierte en vulnerable ante el VIH/sida. El espacio en que mayormente socializan los hombres bisexuales es en la clandestinidad y de madrugada en zonas oscuras. Las relaciones en estos lugares se establecen con una marcada violencia y es un espacio idóneo para el sexo.

Además de la vulnerabilidad social, este grupo presenta una vulnerabilidad biológica referida a la penetración anal. Otra es la epidemiológica, ya que el grupo más afectado por la epidemia es este, por tener relaciones sexuales con los dos sexos. También lo hace vulnerable la sexualidad masculina, que aumenta el riesgo a contraer el VIH/sida, debido a sus características socioculturales. Ampliar.

La Habana, noviembre 3/2011 (Revista Mujeres)

Una de las enfermedades de transmisión sexual más peligrosas para el ser humano, aunque puede ser tratada y curada, es la sífilis, conocida también como la gran imitadora, pues sus signos y síntomas no se distinguen fácilmente de otros padecimientos.

Esta infección puede afectar el organismo, incluso causar la muerte, de no recibir un tratamiento rápido y efectivo. En el caso de las embarazadas, los daños para el bebé pueden ser letales, pues el niño corre el peligro de sufrir retraso en el desarrollo y severas convulsiones, y hasta nacer muerto.

Cada año en el mundo se diagnostican unos 12 millones de casos de sífilis, la mayor parte de ellos en África subsahariana con 4 000 000, el Sur de Asia y Asia Pacífico con 4 000 000, y Latinoamérica y el Caribe con 3 000 000.

Uno de los riesgos mayores es que algunas personas infestadas pueden no presentar síntomas durante años. Sin embargo, de no tratarse la enfermedad pueden tener complicaciones en su fase avanzada.

FASES PELIGROSAS

Las personas que están en la etapa primaria o secundaria de la enfermedad transmiten la infección, aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan reconocer. Por lo tanto, quienes no saben que están infectados son una fuente de contagio.

La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una sola úlcera llamada chancro, aunque puede haber otras más. El tiempo que transcurre entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma varía de 10 a 90 días, con un promedio de 21 días.

En las fases latente y terciaria la sífilis comienza con la desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la persona infectada seguirá teniendo sífilis aún cuando no presente sintomatología ya que la infección permanece en el cuerpo.

Esta fase latente puede durar años, y en el 15 por ciento de las personas que no son diagnosticadas y tratadas, la enfermedad puede avanzar hasta las fases latente y terciaria, y aparecer de 10 a 20 años después de haberse adquirido la infección.

En esta fase avanzada la sífilis puede afectar algunos órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones.

PREVENIR ES LA MEJOR MEDICINA

Cada año en Cuba se notifican entre 40 y 50 mil casos de Sífilis, Blenorragia y Condiloma acuminado, con tendencias a un incremento, a pesar de existir un programa nacional de educación sexual orientado principalmente a los grupos poblacionales de mayor riesgo.

Aunque en todo el país se complementan el sistema de atención primaria de salud, los promotores y centros especializados para asesorar a la población, a la familia, la escuela y la comunidad, aún no todos han concientizado el riesgo de mantener relaciones íntimas desprotegidas, ya sea por tabúes o desconocimiento.

Solo las pruebas de laboratorio pueden confirmar si una persona tiene sífilis, dado que las úlceras sifilíticas pueden estar ocultas en la vagina, el recto o la boca, puede ser que una persona no se entere de que su pareja sexual tiene sífilis.

Ante tales peligros, lo más sensato es mantener una estabilidad en la vida sexual, y protegerse lo más posible. Confiarse de la suerte solo abrirá más las puertas a una posible infección, lejos del placer, la salud y el bienestar. Ampliar.

La Habana, noviembre 4/2011 (Cuba Ahora)

El programa del cáncer cérvico uterino es un tema mundialmente estudiado, coincidiendo todos en la importancia de su diagnóstico precoz y la necesidad del actuar médico con mentalidad preventiva, sobre todo en aquellas mujeres que presentan factores de riesgo.

En Cuba el Ministerio de Salud ha orientado una labor sistemática encaminada a prevenir esta enfermedad de las féminas. La enfermera de la familia juega un papel fundamental en ese sentido.

Por tal motivo conversamos con la licenciada en Enfermería, Yanet Caballero, quien desde el consultorio del médico de la familia es abanderada en esa labor.

Yanet ¿Cuáles son los métodos que ustedes emplean para detectar la enfermedad?

En la actualidad se realiza la toma de muestras para la citología a todas las mujeres con vida sexual activa, mayores de 25 años, hasta los 60, repitiéndose cada tres años, además a todas las pacientes con síntomas y signos de sospecha de la enfermedad.

Háblame de las principales causas que propician la aparición de la enfermedad

Los principales factores de riesgo que inciden son el inicio de las relaciones sexuales en las menores de 20 años, la conducta sexual desordenada y las enfermedades de transmisión sexual.

A pesar del trabajo de prevención muchas mujeres no son conscientes de la importancia de acudir a tiempo a la consulta. ¿En tu área de salud has tenido que lidiar con estos casos?

Si, como no, algunas las hemos podido detectar a tiempo pero en otros casos no ha sido así y es realmente muy triste saber que por dejadez de una mujer y de su familia esta ponga en riesgo su propia vida.

Se estima que el cáncer cérvico uterino causa alrededor de 500 000 muertes al año en el mundo. En países en desarrollo, su incidencia llega hasta 40 por 100 000 mujeres. El Sistema de Salud cubano está diseñado para reducir estas cifras pero si el trabajo de la enfermera de la familia no es sostenido o las mujeres no tomamos consciencia de su importancia, no ganaremos esta batalla por la vida. Ampliar.

Holguín, Cuba, octubre 31,/2011 (Radio Ángulo)

Embarazo en la adolescencia. Fotos: Armando SantanaConversando naderías para espantar tensiones, las seis aguardan en la pequeña antesala. Las toscas y estériles batas, de lienzo unas, verdes otras, apenas permiten entrever sus figuras; pero, mirando de cerca, algunos de esos rostros que gesticulan, evidencian no haber vivido mucho, ni siquiera dos décadas. Difícil será saber si, de no haberse dado el lezamiano azar concurrente, alguna vez sus vidas se hubiesen cruzado, pero en esta mañana de lunes comparten, casi uniformadas, un mismo susto ante el aborto que les será practicado.

Recientes estudios indican que, lamentablemente, el aborto inducido y la regulación menstrual se han convertido en un método anticonceptivo en la Isla. No obstante, las últimas estadísticas apuntan a cierta disminución en el número de estas prácticas. El Anuario Estadístico de Salud de Cuba, correspondiente al pasado año, indica que si bien del 2007 al 2009 la curva de los abortos inducidos siguió una línea ascendente, alcanzando en ese último año un total de 84 mil 724; para el 2010 había disminuido el indicador. Mientras que en el 2009 de cada 100 mujeres embarazadas, 39,1 lo interrumpían; al siguiente año eran 35,6 las que tomaban tal decisión.

Según el profesor Miguel Sosa Marín, especialista en Ginecobstetricia y presidente de la Sociedad Cubana de Desarrollo de la Familia, menos de la cuarta parte de los abortos que se practican están relacionados con el fallo del anticonceptivo, en tanto que una parte significativa de tales interrupciones podría impedirse con una conducta más responsable de la pareja.

Pero, con los adolescentes en particular, algo parece estar fallando en cuanto al empleo de métodos de anticoncepción, los cuales, a su vez, son la barrera para las Infecciones de Transmisión Sexual, VIH incluido. Una seria investigación publicada por la Revista Cubana de Salud Pública sobre Percepciones de un grupo de adolescentes sobre iniciación sexual, embarazo y aborto, evidencia que estas conductas están condicionadas, entre otras razones, porque la educación sexual que reciben no siempre parece ser del todo efectiva.

No hemos sido capaces de proporcionar a los adolescentes, de la forma más apropiad,  la educación necesaria para que adopten un comportamiento sexual responsable. Así  asegura la investigación citada, donde se hace referencia a  la necesidad de tomar en consideración el marco de referencia de los receptores. Ello influye directamente en la interpretación de esos mensajes educativos, porque son las audiencias las que más saben sobre sus comportamientos, los factores que los determinan y las condiciones en las que ocurren, indica el estudio.

Aun cuando hembras y varones deciden de común acuerdo, con muchos y diversos matices entre ambos géneros,  el momento para iniciar la práctica de relaciones sexuales,  lo cual está sucediendo a edades cada vez más tempranas en opinión de algunos expertos,  parece continuar recayendo en las muchachas la responsabilidad de evitar el embarazo.

Una vez confirmada una preñez no deseada, más que la pareja, es la familia, según han constatado varios estudios, la que con mayor peso influye en la decisión de abortar, aunque, paradójicamente, no haya sido su participación tan decisiva para impedir la concepción.

Más que un problema familiar e incluso de la salud pública, el aborto en la adolescencia ha de ser un tema de interés social, en el más amplio sentido. Se convierte en un problema social sólo cuando la sociedad alcanza determinado grado de desarrollo y coincide con el crecimiento acelerado de la población de las ciudades, la incorporación de la mujer al trabajo, disminución en la tasa de mortalidad infantil y cambios demográficos que inician el envejecimiento de la población, esta es precisamente la problemática actual que enfrentamos en Cuba.

Así subraya el Master en Atención Integral a la Mujer, Diplomado en Ginecología Infanto Juvenil y Salud Reproductiva Adolescente; Profesor Auxiliar y Especialista de II Grado en Obstetricia y Ginecología, doctor Jorge Peláez Mendoza, en su investigación Aborto en la adolescencia. Consideraciones bioéticas en torno a la decisión de abortar, del año 2008.

Desde hace más de cuatro décadas el aborto es legal en la Isla, decisión que inscribió a la Mayor de las Antillas entre los pocos países del área donde ese es un proceder despenalizado. Se trata, sin dudas, de una importante conquista; el asunto está en considerarla en su justa dimensión y en apelar a ella de manera equilibrada.

Tal y como asegura el doctor Peláez Mendoza en las conclusiones de su investigación, y haciéndolo extensivo también al sexo masculino, que debe ser responsable por igual de la procreación, pretender limitar la autonomía de las adolescentes para enfrentar la planificación familiar es reducir su capacidad, pero liberar su autonomía sin prepararlas para saber usarla, puede conducir a decisiones que distorsionen sus necesidades y dañen su salud. Ampliar.

La Habana, octubre 31/2011 (Portal Cuba Sí)

El enfoque de género propone una metodología útil para apoyar el trabajo preventivo en las comunidades, atenuar las vulnerabilidades de los diferentes grupos de riesgo ante la trasmisión del VIH (virus de inmunodeficiencia adquirido, causante del sida) y promover relaciones más equitativas, aseguraron especialistas durante el VII Encuentro Nacional de Promotores de Salud Voluntarios del proyecto HSH-Cuba, celebrado en el Centro de Convenciones Pedagógicas, en el municipio capitalino de Cojímar.

La perspectiva de género plantea una estrategia “acertada, intencionada y rigurosa” para identificar las necesidades, particularidades y vulnerabilidades de las personas en dependencia de su género a la hora de contraer una Infección de Transmisión Sexual (ITS) o el VIH. Por ejemplo, la desventaja de las esposas de hombres bisexuales, el padre tradicional que discrimina a sus hijo gay o hija lesbiana, y las ideas machistas de superioridad y dominio que aluden muchos hombres para evitar el uso del condón.

Los propios promotores dijeron sentirse muchas veces rechazados o excluidos cuando van a realizar su trabajo en los barrios del país, a causa de juicios irracionales y generalizados relacionados con el machismo. “Las personas piensan reiteradamente que quienes sensibilizamos somos necesariamente hombres, homosexuales y seropositivos”, sostiene el coordinador nacional del proyecto HSH-Cuba, Raphael M. Caldas.

Este hecho influye de manera negativa en los resultados de dicho proyecto, coincidieron los más de cien promotores de toda la nación reunidos en el evento. Esta iniciativa, surgida en el año 2000, fue la primera que se abocó a la prevención de la salud sexual entre este grupo poblacional, el más afectado por la epidemia en Cuba. Desde sus inicios, defiende la técnica de pares como la más adecuada para su meta, es decir, HSH se capacitan para promover salud sexual entre otros HSH. Ampliar.

La Habana, octubre 31/2011 (Revista Mujeres)


Asumir cualquier responsabilidad por difícil que sea y demostrar la igualdad entre el hombre y la mujer como trabajadores plenos, es compromiso perenne en las féminas guaimareñas.

A partir de la cuarta Conferencia de la ONU sobre la mujer efectuada en la República Popular China en septiembre de 1995, se elaboró un plan de acción nacional de seguimiento al evento con varias acciones que posibiliten el avance de estas en todos los sectores de la sociedad.

En el municipio de Guáimaro se logra elevar la presencia femenina en los órganos locales del Poder Popular con una cifra de 20 delegadas de circunscripción, tres a la Asamblea Provincial e igual número de diputadas a la Nacional. En cuanto a la política de cuadros, hay que mencionar que 10 mujeres ocupan cargos de dirección de primer nivel en la nomenclatura del municipio.

También se realizan actividades de orientación con las niñas por parte de los profesores y educadores para la salud, como las charlas educativas encaminadas a la prevención del embarazo en la adolescencia y el contagio con infecciones y enfermedades de transmisión sexual.

Camagüey, Cuba, octubre 21/2011 (Radio Guáimaro)