En este trabajo se realizó un estudio de 1139 pacientes angolanos adultos infectados con VIH durante el período comprendido entre julio del 2001 a diciembre del 2005, en la Clínica Multiperfil de Luanda. El objetivo fue caracterizar clínicamente la enfermedad, pues se conoce que existen diferencias en su evolución clínica en distintas subregiones africanas. La descripción por médicos calificados de las formas clínicas de presentación, de la respuesta terapéutica y el estudio del comportamiento de otros indicadores hematológicos que indiquen el inicio de la infección y permitan el seguimiento de la terapéutica antirretroviral del VIH/sida, podría facilitar la elaboración de una metodología más eficaz para el mejor manejo clínico y terapéutico de los casos. Fue presentado por Reinaldo Luis Menéndez Capote, Doctor en Ciencias del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”.
La sífilis, es una afección de transmisión sexual que, a pesar del progreso de la sociedad, la mayor difusión de información científica y el avance de las terapias, continúa siendo de alta prevalencia mundial. El compromiso hepático por Treponema pallidum es una de las tantas complicaciones descritas, tanto en su etapa secundaria como en la terciaria, y aunque es infrecuente, puede llegar a ser extremadamente grave.
En esta ocasión se presentó un paciente de 40 años, con antecedentes patológicos personales de sepsis urinaria a repetición en los últimos 2 años, que 1 mes antes del ingreso comenzó con decaimiento, pérdida de peso y del apetito, dolor abdominal difuso y orinas oscuras. Se describió la evolución clínica y los estudios realizados mediante los cuales se le diagnosticó sífilis secundaria con afectación hepática y dermatológica.
La sexualidad es una parte importante del ser humano. El amor, el afecto y la intimidad sexual representan un papel importante en las relaciones saludables. También contribuyen con su sentido del bienestar. Múltiples enfermedades y trastornos pueden afectar la capacidad de tener relaciones sexuales o disfrutarlas, incluyendo la disfunción eréctil, los problemas sexuales de la mujer, las infecciones de transmisión sexual y el cáncer. Las inquietudes acerca de la infertilidad o el temor a los embarazos no planificados también pueden afectar esta capacidad. Entre los hombres, el tratamiento del cáncer de próstata puede causar una disfunción eréctil. Entre las mujeres, el cáncer cervical, uterino, vaginal, vulvar u ovárico puede tener consecuencias sexuales. Mantener la salud sexual no significa tener relaciones sexuales o no tenerlas. Significa darle a su salud la importancia que se merece.
Se denominan Infecciones de Transmisión Sexual o ITS (antes conocidas como enfermedades de transmisión sexual) a todas aquellas infecciones que se transmiten fundamentalmente a través de relaciones sexuales no protegidas, intercambio de fluidos genitales o contacto con lesiones.
Muchas no causan síntomas y solo constituyen puertas de entrada y salida para otras infecciones, como le producida por el VIH (virus del sida). Pueden ser transmitidas, incluso si no producen síntomas. Afectan a hombres y mujeres de todos los orígenes y niveles económicos. Cerca de dos tercios de las infecciones se producen en menores de 25 años porque los jóvenes y adolescentes se arriesgan con más frecuencia a tener múltiples parejas sexuales y relaciones sin protección.
Las mujeres presentan mayor riesgo de padecer ITS que los hombres pues biológica y socialmente, son más susceptibles. Una gran superficie de la mucosa vaginal se expone al semen, que contiene más concentración de patógenos que el fluido vaginal. El riesgo es mayor en niñas y adolescentes cuya inmadurez genital impide que su mucosa funcione como una barrera protectora. En el plano social, son más vulnerables a las relaciones sexuales de alto riesgo y menos exitosas al negociar el uso del condón. Las mujeres están más expuestas a sufrir complicaciones; algunas ITS pueden comprometer el útero y las trompas de Falopio, causando una Enfermedad Pélvica Inflamatoria (EPI).
El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección contra las ITS. De hecho, si una mujer contrae una ITS mientras está embarazada, las consecuencias para ella y su bebé son significativamente más graves y hasta pueden ser mortales. Es importante que las mujeres se den cuenta de los efectos dañinos de las ITS y que sepan cómo protegerse y proteger a sus niños contra la infección.
Las ITS son causadas por gérmenes que necesitan condiciones de calor y humedad para sobrevivir. Algunas son curables. Otras lo son si se tratan en las primeras etapas. Otras no se curan. Pero todas son prevenibles.
Un poco de historia
Las ITS han existido y acompañado al hombre a lo largo de su propia historia. Los romanos por ejemplo denominaban a este tipo de enfermedades morbus incidens y para protegerse de ellas, en sus relacione sexuales ya usaban unos preservativos hechos de tripa de carnero, que un pastor anónimo llamó camisa de Venus. A fines del siglo XVI Jacques de Bitencourt las denominaba enfermedades venéreas. Posteriormente Siboulei las califica como efectos colaterales del amor. Muchos años atrás grandes personajes, artistas, miembros de la realeza, militares y otros, cayeron víctimas de estas enfermedades que en ese entonces eran fatales.
Pero con la invención del microscopio, se hizo posible la identificación de los microbios causantes, dando con ello un gran paso de avance en su conocimiento. Después de la segunda Guerra Mundial, con la llegada de los antibióticos, se pudieron controlar varias de estas molestias, principalmente la sífilis, que de mortal pasó a ser curable.
En los años 60, época del amor libre, los jóvenes promueven una serie de cambios en el comportamiento social y sexual que estimulaban la promiscuidad y el intercambio frecuente de parejas. Luego, con la aparición de la píldora anticonceptiva, se relajan aun más las conductas sexuales porque se elimina el temor a los embarazos no deseados.
En los 80, comienza un largo camino hacia la tolerancia de la homosexualidad pero también aparecen grupos altamente vulnerables a las ITS, especialmente al sida.
Actualizado: mayo/2016
Fuente:
Enfermedades de transmisión sexual. CDC
Enfermedades de transmisión sexual. MedlinePlus
Tutorial interactivo sobre las ITS. MedlinePlus
Consideraciones básicas sobre las ITS y el VIH/sida. Disponible en la biblioteca del CNP ITS/VIH/sida
De los 34 millones de adultos que hoy viven con VIH y SIDA en el mundo, se estima que la mitad son mujeres. En un estudio presentado en la XIX Conferencia Internacional de SIDA, realizada en esta capital hace unos días, expertos indicaron que ellas son dos veces más propensas que los hombres a contraer la infección a través de relaciones sin protección.
El sexo femenino continúa soportando la carga de tres décadas de epidemia, y deben ser una prioridad en la investigación, el cuidado y el tratamiento en todos los niveles, aseguraron. En muchos países, las mujeres tienen menos posibilidades de negociar el uso del condón y son más vulnerables a tener relaciones sexuales no consensuadas.
Fuente: Prensa Latina
En los días de vacaciones especialistas y promotores del Centro de Prevención de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y el VIH/sida en la provincia de Las Tunas, incrementan el trabajo dirigido a alertar y a educar, principalmente a los más jóvenes, en la prevención de esas enfermedades.
El incremento de la diversión y el gran intercambio interpersonal que se produce en esta etapa así como la alta concurrencia a instalaciones recreativas como el campismo popular y las playas, donde se pernocta, eleva considerablemente las posibilidades de contagio. Ver más…
Esta investigación buscó identificar las formas más representativas para representar e imaginar la sexualidad dentro de la comunidad transgénero en Colombia. Desarrollamos un estudio descriptivo exploratorio utilizando encuestas, entrevistas a profundidad, grupos focales y estrategias etnográficas con 18 personas transgénero.
La información recolectada fue analizada teniendo en cuenta las siguientes dimensiones de interpretación:
1. Amor, erotismo y relaciones sexuales.
2. Género e identidades sexuales.
3. Prácticas y comportamiento sexual.
4. Autocuidado, percepción de riesgo frente al Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y proyectos de vida.
Las personas transgénero abordadas en esta investigación expresaron la creencia de que el adoptar una identidad femenina involucra tomar riesgos en sexualidad debido a que el espacio socialmente asignado para ellas es el de la prostitución callejera en condiciones de vulnerabilidad. Proponemos intervenciones con personas transgénero para favorecer la autonomía, el goce y el autocuidado como elementos centrales de calidad de vida y equidad ciudadana para, de esta manera, reducir el estigma.
Introducción
Dentro de la configuración global de la epidemia del sida han sido identificados sistemáticamente tres grupos poblacionales como los más vulnerables frente al VIH en países en los cuales la epidemia se encuentra concentrada. Estos grupos corresponden a trabajadores/as sexuales, usuarios de drogas intravenosas y hombres que tienen sexo con hombres (HSH) (1).
El término HSH ha sido utilizado para referirse a todos los hombres que tienen sexo con otros hombres, independientemente de que se identifiquen a sí mismos como gays, bisexuales o heterosexuales. Las mujeres transgénero (de hombre a mujer), también referidas como travestis en América Latina, habían sido agrupadas arbitrariamente en esta categoría de HSH en todos los estudios de comportamiento y de prevalencia de Infecciones de transmisión sexual (ITS) y VIH/Sida, hasta el año 2008, cuando, afortunadamente, debido a la organización y presión de las asociaciones de mujeres trans de todo el mundo, y basados en las consideraciones planteadas en los diferentes escenarios internacionales, y en particular en la conferencia mundial de sida realizada en México en el mes de agosto de 2008, se propuso considerarlas como un grupo separado de los HSH por la Organización Mundial de la Salud y Onusida, tanto para la notificación obligatoria en salud pública relacionada con la vigilancia epidemiológica, como para la realización de estudios epidemiológicos o de comportamiento, y por supuesto, para intervenciones de promoción y prevención.
Las condiciones de vulnerabilidad frente al VIH que enfrentan las personas transgénero son a menudo muy diferentes, y en algunos casos, mucho más elevadas que las que enfrentan los hombres que tienen sexo con otros hombres que se identifican a sí mismos como tales.
La prevalencia de VIH en Asia, Estados Unidos y América Latina en este subgrupo poblacional demuestra sin lugar a dudas que las mujeres transgénero enfrentan un riesgo muy alto frente a la infección por VIH. Estudios recientes arrojan luz acerca de la importancia de no incluir los datos de personas transgénero dentro de los reportados para HSH, de manera que los estudios puedan evitar correr el riesgo de enmascarar la verdadera realidad, y muchas veces, los comportamientos sexuales y la prevalencia de VIH de las personas transgénero. Revisiones recientes que comparan la prevalencia de VIH entre personas transgénero, trabajadoras sexuales y mujeres transgénero no trabajadoras sexuales ilustran cómo el trabajo sexual puede incrementar significativamente el riesgo de VIH para muchas mujeres transgénero.
Fuente: Revista Gerencia y Políticas de Salud 9(18): ene./jun. 2010. Bogotá, Colombia