Por vez primera un equipo de investigadores ha logrado regenerar un tejido humano a partir de células madre humanas adultas purificadas. Se había hecho con la sangre, explica a ABC Markus Frank, pero «no en un tejido como la córnea». Lo que el equipo de Frank, Natasha Frank y Bruce Ksande acaba de lograr es regenerar en vivo un córnea dañada con el uso de células madre adultas, un hallazgo que permitirá el abordaje de las lesiones de la córnea en humanos y así restaurar la visión.
Los investigadores del Eye and Ear/Schepens Eye Research Institute, del Boston Children’s Hospital, del Brigham and Women’s Hospital y del the VA Boston Healthcare System han identificado una vía para mejorar el crecimiento de tejido de la córnea humana. La clave, explica Frank, está en el «uso de una molécula conocida como ABCB5, que actúa como un marcador para las ‘escurridizas’ células madre del limbo». Ver más…
Trasplante de células de limbo corneal se realiza en varios hospitales del país
En Venezuela se ha avanzado mucho en los trasplantes de limbo corneal
Una córnea debe estar en buen estado para su trasplante. Pero esto no será posible si el donante no tiene un limbo corneal en óptimo estado, un problema por el que ya se está trabajando en Venezuela a través del uso de células madre.
Aproximadamente desde el año 2006 que se viene realizando trabajos científicos con trasplantes de limbo corneal, una operación terapéutica que ya se encuentra en aprobación clínica en varios centros hospitalarios del país, según Nelson Hernández, coordinador del Programa Nacional de Donación y Trasplantes, y Gertrud Esche del Banco Central de Ojos.
El procedimiento se trata en trasplantar un pedazo de limbo corneal sano a uno con síndrome de déficit de células limbales, es decir, con insuficientes células madre. Es uno de los tratamientos aceptados por el Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS) sobre el uso de células madre.
Hernández asegura que el procedimiento tiene hasta 60% de efectividad, y puede realizarse en el Hospital Universitario de Caracas, el Pérez Carreño, el Domingo Luciani, el militar Dr. Carlos Arvelo, el General Lidice y el Municipal Risquez en la zona capital; y el Hospital Central de Táchira en el interior del país.
El limbo es un cinturon fino que rodea la córnea (capa transparente que cubre el iris del ojo) y que supone un límite entre la córnea y la conjuntiva, la membrana blanca que cubre el ojo.
Dentro de este limbo se encuentran células madre adultas (aquellas que dan formación a un solo tipo de células) que ayudan a la formación de la córnea. Sin embargo, si el limbo tiene problemas y no produce células, afectando la córnea, la persona podría quedar ciega de uno o ambos ojos.
Las causas de déficit de células limbales son múltiples, aunque las más comúnes son los accidentes laborales, como quemaduras químicas o térmicas. El uso de lentes de contacto también puede generar problemas tanto en la córnea como en el limbo.
Otras causas son genéticas, aunque son poco probables de padecer, como la aniridia congénita (ausencia del iris), esclerocórnea (malformación de la córnea) o el síndrome de Stevens-Johnson, una hipersensibilidad que afecta a la piel y a las mucosas.
“Solo con trasplantar una cuarta parte del limbo corneal se empiezan a generar células madre de manera inmediata. Desde los siete días de la operación se empiezan a ver cambios positivos”, asegura Esche. Sin embargo, puede llegar a pasar hasta un año para que los médicos determinen si el trasplante de córnea es viable.
Esche no cree viable que un nuevo limbo pueda generar rechazo en el globo ocular. Asegura que, si el procedimiento falla, (lo que puede ocurrir si el limbo posee pocas células madre), se puede volver a repetir en el mismo paciente.
El trasplante de limbo incluso es más seguro que otros procesos, indica Hernández, ya que, en caso que haya algún problema con el ojo, siempre podrá ser observado de manera directa por los médicos ya que se trata de un órgano externo.
“Es como tener una evaluación médica que dura las 24 horas de cada día”, explica Hernández.
Córnea artificial
Esche trabaja además en un proyecto científico de cultivo de células madre extraídas del limbo corneal en laboratorios de la Universidad Simón Bolívar (USB).
El objetivo es crear una córnea artificial en un futuro, aunque todo está en fase de experimentación y no hay resultados preliminares.
El dilema de las células madre es que, si se usan aquellas que son embrionarias, multipotenciales que pueden crear varios tipos de células, tienden a crear tumores. Mientras que las adultas, como las utilizadas en el trasplante de limbo corneal, pueden crear un solo tipo de células, lo que limita su funcionalidad.
“Por eso es que es tan difícil trabajar con células madre. No podemos augurar un trabajo 100% efectivo. En esto no hay un total de efectividad”, asegura Esche.
Otra opción de obtener una córnea adecuada para un trasplante es a través de una compra a bancos privados, lo que puede tener un costo de hasta 1.500 dólares.
Actualmente hay 1.500 venezolanos en lista de espera por una córnea según cifras de la Organización Nacional de Trasplantes de Venezuela (ONTV). Es uno de los órganos más solicitados, siendo 1.327 en espera por un riñón, 345 por médula ósea y 20 por hígadoTomado de EL UNIVERSAL
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