Una de las aplicaciones pioneras en reconstrucción mamaria postmastectomía es el trasplante de tejido adiposo, es decir, la inyección de grasa de la propia paciente.
Los objetivos de la medicina regenerativa se basan en proporcionar los elementos necesarios para la reparación in vivo, estimulando al propio organismo a autorepararse, por medio del uso las células madre, la ingeniería tisular o la terapia génica. Esta disciplina da un paso más con respecto a los tratamientos tradicionales en trasplantes o en terapias con órganos artificiales.
“El sector de la cirugía plástica será uno de los que más se podrá beneficiar de los avances de la medicina regenerativa”, ha explicado la Dra. Gemma Pons, cirujana miembro de la SECPRE, en el marco de su XLVII Congreso Nacional.
Según esta especialista, “aunque la medicina regenerativa se encuentra, básicamente, a nivel de investigación científica, su aplicación en el campo de la medicina en general, y de la cirugía plástica en particular, tiene un gran potencial”. Concretamente, una de las dos grandes líneas de investigación en las que se divide esta disciplina se centra en la cicatrización de heridas, utilización de factores plaquetarios para disminuir la inflamación y el fortalecimiento del sistema inmunológico para reducir el rechazo de órganos en trasplantes.
En reconstrucción mamaria post-mastectomía, el trasplante de tejido adiposo, es decir la inyección de grasa de la propia paciente, que contiene células madre pluripotenciales, es una de las aplicaciones pioneras de la medicina regenerativa en cirugía plástica, y con la que se están consiguiendo resultados prometedores. “Esta técnica consigue restaurar la mama en casos de resecciones parciales y refinar reconstrucciones mamarias llevadas a cabo con otras técnicas (implantes, colgajos, etc.)”, asegura la Dra. Pons.
El trasplante de tejido adiposo también es utilizado para los casos de aumento mamario en el campo de la cirugía estética, con buenos resultados. Asimismo, otra de las aplicaciones de la medicina regenerativa es la utilización de matrices tisulares, las cuales actúan como andamios que redirigen al propio organismo para crear nuevos tejidos.
Por otro lado, “en algunas cirugías faciales como el lifting o la rinoplastia, gracias al uso de plasma enriquecido en plaquetas y líquidos enriquecidos con factores de crecimiento, se están consiguiendo efectos muy satisfactorios al disminuir la inflamación y facilitar la posterior reparación y cicatrización tisular”, concluye esta especialista.
abril 16/2012 (JANO. es)
En: Noticias