Toronto (Canadá), (EFE).- Investigadores canadienses dijeron hoy que China se ha colocado en quinto lugar a nivel mundial en medicina regenerativa y que las autoridades chinas tienen planes para reinar sobre decenas de clínicas que ofrecen de forma incontrolada terapias de células madre.
Los investigadores del Centro McLaughlin-Rotman de Sanidad Global de la Universidad de Toronto también señalaron que las autoridades chinas están invirtiendo grandes cantidades de recursos y reclutando científicos de gran calibre educados en el exterior del país.
De esta forma, sólo Estados Unidos, Alemania, Japón y el Reino Unido superan en este momento a China en contribuciones científicas en el campo de medicina regenerativa.
La investigadora Dominique McMahon, una de las autoras del estudio, declaró a Efe que la apuesta de China por la medicina regenerativa y técnicas de células madre es consecuencia del creciente envejecimiento de su inmensa población y su preocupación por el futuro coste sanitario que esto supondrá para el país.
Halla Thorsteinsdóttir, otra de las autoras del estudio que se publicó hoy en la revista “Regenerative Medicine”, explicó a Efe que aunque en los países occidentales se tiene la imagen que “China es como el salvaje oeste” en referencia a la proliferación de clínicas con terapias de células madre, “esa no es toda la historia”.
“Hay una gran confusión internacional sobre sus investigaciones. Lo cierto es que hay muchas clínicas que utilizan técnicas controvertidas porque no está probado que esas terapias funcionan. Pero también hay centenares de investigadores publicando sus trabajos en revistas científicas”, afirmó Thorsteinsdóttir.
Según el estudio canadiense, las contribuciones chinas a revistas científicas en materia de células madre ha pasado de 37 en el 2000 a 1.116 en el 2008.
Además, el país está empezando a elaborar nuevas normas para controlar los tratamientos utilizados en unas 200 clínicas de todo el país y que han generado un creciente y lucrativo turismo médico de pacientes procedentes de países occidentales.
El doctor Peter Singer, director del Centro McLaughlin-Rotman y que también participó en el trabajo, señaló que “cuando se estudia el campo de células madre en China, se observa el Yin-Yang de una potencia científica mezclada con la controvertida aplicación clínica de terapias de células madre”.
La medicina regenerativa es un campo concentrado en la reparación, reemplazo o regeneración de células, tejidos u órganos para restablecer funciones.
Las clínicas chinas en el campo ofrecen terapias de células madre para lesiones traumáticas cerebrales y espinales, diabetes, Parkinson, múltiple esclerosis, autismo y otras enfermedades aunque la supuesta efectividad de los tratamientos no están confirmados por pruebas clínicas.
Por ejemplo, Beike Biotechnology es uno de los principales centros de terapia del país que dice haber tratado a unos 5.000 pacientes, entre ellos 900 extranjeros, con inyecciones de células madre en el fluido espinal.
Pero junto con estas prácticas cuestionables, los investigadores chinos han conseguido notables avances en el campo de las células madre, señalaron los investigadores canadienses.
Por ejemplo, China ha creado al menos 25 líneas de células madre embrionarias humanas, cuatro de ellas de un tipo especializado que en su momento sólo otros dos países en todo el mundo habían conseguido desarrollar.
Thorsteinsdóttir explicó que gran parte del éxito de China en el campo es fruto de la política gubernamental de atraer científicos chinos educados en el extranjero.
“Me asombró que casi todos los principales investigadores chinos de medicina regenerativa habían sido educados en lo Estados Unidos y el Reino Unido. Esta es una política que otros países con escasez de recursos humanos deberían considerar”, dijo Thorsteinsdóttir. EFE
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