La mayoría de los tejidos del cuerpo poseen una población específica de células madre que permiten su regeneración cuando se produce algún daño

EFE – Una nueva técnica para insertar células madre en tejidos dañados podría permitir en un futuro la regeneración de órganos y reducir la dependencia de las donaciones, según publica hoy la revista británica “The Lancet”.

La mayoría de los tejidos del cuerpo poseen una población específica de células madre que permiten su regeneración cuando se produce algún daño.

Sin embargo, cuando el daño está demasiado extendido, estas células no son suficientes y es necesario recurrir a un trasplante, una intervención que se repite más de 104.000 veces al año en todo el mundo.

Los últimos avances de la medicina regenerativa han hecho que la reconstrucción de órganos y tejidos a partir de células madre parezca cada vez más posible, una terapia que contribuiría a reducir la demanda de órganos.

Ahora, científicos del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y del Kings College de Londres han logrado construir un “andamio artificial” en tres dimensiones, a partir de la matriz extracelular, una especie de red en la que están inmersas las células que forman un tejido.

En esta red los expertos insertarían un conjunto de células madre, que carecen de una función concreta y que conservan la capacidad de dividirse sin perder sus propiedades y convertirse en otras células.

Las células madre insertadas darían lugar a un órgano o un tejido completamente funcional, según explicó Paolo Macchiarini, del Instituto Karolinska de Estocolmo y principal autor del artículo.

Este enfoque ya ha tenido éxito en la reparación de varios tejidos, como la tráquea, el esófago o el músculo esquelético en modelos de animales y de seres humanos, según detalló Macchiarini, quien se mostró optimista sobre los resultados para la regeneración de órganos como el hígado, el corazón y el pulmón.

“Con la supervisión científica y ética adecuada esta técnica puede servir como una plataforma para la ingeniería de órganos completos y otros tejidos, y convertirse, en un futuro, en un enfoque terapéutico viable para satisfacer la demanda de órganos”, afirmó Macchiarini.

Para ello, sin embargo, los investigadores deben identificar aún cuáles son la procedencia más adecuada de células madre para cada uno de los órganos, el material óptimo para este “andamio” y la muestra de pacientes apropiados para recibir este tipo de tratamiento.

Macchiarini alertó también sobre las presiones para avanzar con esta técnica y pidió un “compromiso ético” que garantice la seguridad de los pacientes y que los resultados no se vean comprometidos.

Entre los dilemas éticos que genera este descubrimiento figura, según este investigador, la transparencia en cuanto a las técnicas utilizadas, la procedencia de las células madres o los costes finales para los pacientes.

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MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) –

Investigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, han probado con éxito en ratones un novedoso tratamiento con células madre progenitoras del intestino que ayuda a los pacientes con diabetes tipo I a producir insulina, según informa en su último número la revista ‘Nature Genetics’.

Hasta ahora, los trasplantes de células madre estaban considerados por muchos investigadores como la forma más adecuada para reemplazar las células pancreáticas de estos pacientes por otras que sí permitiesen liberar insulina en la sangre en función de las necesidades del paciente.

El problema, según reconocen los expertos, es que aunque dichas células podían desarrollarse en laboratorio a partir de células madre embrionarias, éstas no son adecuadas para un trasplante ya que no liberan la insulina en respuesta a los niveles de glucosa, por lo que podrían causar una hipoglucemia que podría ser mortal.

Sin embargo, en este estudio realizado por los profesores Chutima Talchai y Domenico Accili se ha demostrado que las células progenitoras del intestino tienen la “sorprendente capacidad” de desarrollar células productoras de insulina.

Dichas células ya habían demostrado su potencial para producir una amplia variedad de células, incluyendo aquellas que producen la serotonina y otras hormonas secretadas en el tracto gastrointestinal.

En esta ocasión, los autores observaron que cuando se desactiva el gen Foxo1, conocido por desempeñar un papel clave en el destino celular, las células progenitoras también generan las células productoras de insulina.

Además, el momento en que se inhibía dicho gen no afectaba al desarrollo de estas células, incluso cuando fue desactivado después de que los ratones llegaran a la edad adulta. “Nuestros resultados muestran que podría ser posible hacer crecer las células productoras de insulina en el tracto gastrointestinal de los pacientes pediátricos y adultos”, admite Accili.

“En el páncreas, cuando inhibimos el gen Foxo1, no pasa nada. Sin embargo ¿Por qué sucede esto en el intestino?”, se han preguntado ambos expertos.

Asimismo, los investigadores han comprobado como estas nuevas células intestinales tienen unos sensores receptores de glucosa que les permite liberarla en respuesta de los niveles que hay en sangre.

“Todos estos hallazgos nos hacen pensar que persuadir al intestino de un paciente para hacer células productoras de insulina sería mejor manera de tratar la diabetes que las terapias basadas en células madre embrionarias o células iPS”, según Accili.

Por ello, añade, la clave para convertir el hallazgo en una terapia viable sería encontrar un fármaco que tenga el mismo efecto sobre las células progenitoras gastrointestinales en estos pacientes como la anulación del gen FoxO1 en ratones.

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Alexis Rojas Aguilera

Holguín, 12 mar (AIN) Un centenar de pacientes fueron ya tratados mediante la medicina regenerativa en el hospital clínico quirúrgico Lucía Iñiguez Landín, de la ciudad de Holguín, con resultados favorables.

El doctor Fernando Cruz Tamayo, jefe del servicio de Oncohematología y Hemoterapia, señaló a la AIN que en los dos años de aplicación, este proceder resultó plenamente exitoso en el 98 por ciento de los enfermos tratados.

Indicó que la terapia celular se emplea en personas con insuficiencia arterial crónica de miembros inferiores, donde intervienen de conjunto los servicios de Angiología y Hematología.

Precisó el galeno que este tratamiento consiste en utilizar células madre adultas para reconstruir o regenerar células diferentes a ellas.

Cruz Tamayo añadió que entre las bondades ofrecidas por esta terapéutica destaca su carácter poco invasivo en la mayoría de los casos, y propiciar la disminución de los gastos hospitalarios.

Dentro de las proyecciones para el presente año el especialista mencionó que esperan beneficiar a un número importante de pacientes portadores de insuficiencia arterial crónica, y extender el proceder a la Gastroenterología con vistas al tratamiento de la cirrosis hepática.

Días atrás, en el hospital Lucía Iñiguez, a la paciente Aliuska Rodríguez Rojas, de 23 años y vecina del municipio de Antilla, se le practicó el segundo trasplante de médula ósea que se lleva a cabo en la región oriental del país, en tanto se prepara una tercera intervención.

Leonardo Laguna, también hematólogo, señaló que los trasplantes están también al alcance de los restantes territorios del oriente cubano, a cuyos especialistas este centro capacita.

Carlos Cordón-Cardo, profesor y director del Departamento de Patología del Hospital Mount Sinai, en Nueva York, ha comentado que cada vez cobra más peso la hipótesis, avalada con datos clínicos de pacientes y modelos tanto de laboratorio como experimentales, de que la célula madre adulta puede ser, además de la unidad de la vida, la semilla de inicio de algunas enfermedades.

En este contexto, las investigaciones para conseguir conocer mejor su funcionamiento y aprovecharlas para avanzar en las terapias se convierten en claves en estos momentos.

El investigador impartió una conferencia en la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, en la que afirmó que “las terapias celulares están en su infancia, pero ya han andado y empezado a correr, por lo que no es que estemos hablando de una cosa absolutamente nueva. Por ejemplo, hace muchos años que estamos curando a pacientes con cáncer mediante terapias celulares, como es el trasplante de médula ósea”.

El acto científico, que ha contado con el patrocinio de Celgene, ha mostrado el proceso de integración entre la investigación sobre procesos celulares básicos y sus aplicaciones clínicas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades humanas, tomando el cáncer como modelo.

En su opinión, “nos damos cuenta de que las terapias celulares empiezan a tener un sentido en enfermedades donde no atacamos su sintomatología, sino sus raíces. En este momento, en el cáncer estamos tratando la sintomatología y tenemos que aprender cuáles son las mejores maneras de emplear esas terapias”.

Bernat Soria, director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa, en Sevilla, ha avanzado que “en nuestro centro estamos desarrollando tres ensayos clínicos con células madre de origen adulto para revascularizar el pie diabético”.

Cordón ha añadido que existen “evidencias procedentes de estudios que se están haciendo en los tumores convencionales más frecuentes, como próstata, mama, colon y pulmón, porque son enfermedades que tienen una base común. Además, se está trabajando en enfermedades complejas y crónicas, como el Crohn, donde se están viendo resultados extraordinarios en fases I y II”. En este sentido, ha comentado que “uno de los escollos que existe es el de la percepción tanto desde el punto de vista científico-médico como de la sociedad.

Plantear un nuevo paradigma supone un compás de duda y, en estos momentos, es muy importante definir con mucha transparencia lo que hacemos”.

En su opinión, “cuando tengamos ese buen entendimiento, junto con herramientas preclínicas, estará gran parte del camino hecho. Todavía nos queda mucho por hacer desde el punto de vista científico para demostrar, probar y reprobar que lo que planteamos es lo que es”.
marzo 12/2012 (Diario Médico)

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Fuentes Ribeiro da Silva J, Galito Rocha N, Lucas da Nóbrega A C.
Programa de Pós-Graduação em Ciências Cardiovasculares – Universidade Federal Fluminense1; Departamento de Fisiologia e Farmacologia –
Universidade Federal Fluminense2, Niterói, RJ, Brasil.
El ejercicio físico moviliza Células Progenitoras Endoteliales (CPE) hacia la sangre periférica. Entre tanto, ese efecto parece depender de características del ejercicio,
como duración e intensidad.
El objetivo de este estudio fue verificar, por medio de revisión sistemática, el impacto de una única sesión de ejercicio aeróbico sobre la Movilización de CPE en individuos sanos y los potenciales mecanismos envueltos.
La búsqueda bibliográfica fue realizada en las bases de datos electrónicas SciELO, LILACS, Cochrane, ClinicalTrials. gov, SPORTDiscus y Medline, en mayo de 2011.
De los 178 estudios inicialmente identificados, 12 respondieron a los criterios de inclusión y fueron clasificados en cuanto a la calidad mediante criterios de la escala PEDro.
La magnitud y la duración de la respuesta de Movilización de las CPE fueron mayores después de la realización de ejercicios de larga/ultra larga duración y están correlacionadas con niveles plasmáticos de factor de crecimiento endotelio vascular (VEGF). El pico de Movilización de esas células en respuesta a una sesión de ejercicio máximo o submáximo, con duración de hasta
una hora, ocurre en el período inmediatamente después del esfuerzo y hasta una hora después de su interrupción.
Un posible mecanismo es la biodisponibilidad del Óxido Nítrico (NO). La edad de los individuos y la intensidad del ejercicio parecen interferir en la respuesta de Movilización de las CPE.
Ejercicios de larga/ultra larga duración promueven Movilización más acentuada de las CPE cuando son comparados a ejercicios máximos o submáximos. Los mecanismos envuelven la liberación del VEGF en ejercicios de larga/ultra larga duración y la biodisponibilidad de NO
en ejercicios máximo y submáximo con hasta una hora de duración.

ISSN: 1561-3194
Rev. de Ciencias Médicas. diciembre 2011; 15(4)
HOSPITAL GENERAL DOCENTE ABEL SANTAMARÍA CUADRADO PINAR DEL RÍO
Autotrasplante de células madre adultas en defecto óseo de rama mandibular por quiste dentígero
Autotransplantation of adult stem cells in an osseous defect of the mandibular branch per dentigerous cyst
Luís E. Torres Rodríguez1, Maria E. Marimón Torres2, Felicia C. Morejón Álvarez3, René Camacho Díaz4, Liseet Leon Amado5
1Especialista de Primer Grado en Cirugía Maxilofacial. Instructor. Máster en Urgencias Estomatológicas. Hospital General Docente “Abel Santamaría Cuadrado”. Pinar del Río. Correo electrónico:coco@has.sld.cu
2Especialistas de Segundo Grado en Cirugía Maxilofacial. Hospital General Docente “Abel Santamaría
Cuadrado”. Pinar del Río.
3Especialista de Segundo Grado en Cirugía Maxilofacial. Hospital General Docente “Abel Santamaría Cuadrado”.
Pinar del Río.
4Especialista de Primer Grado en Cirugía Maxilofacial. Hospital General Docente “Abel Santamaría Cuadrado”.
Pinar del Río.
5Licenciada en Medicina Transfusional. Hospital General Docente “Abel Santamaría Cuadrado”. Pinar del Río.
RESUMEN
Propósitos del estudio: indagar en la formación ósea de cavidades quísticas de los maxilares a partir de
células madres adultas.
Método: se realiza la presentación de un paciente que presentaba un quiste dentígero en rama mandibular izquierda y que había provocado gran destrucción ósea, lo cual se comprobó al examen físico y estudios complementarios, tomografía axial compuarizada (TAC) e imágenes gráficas . Se decide colocar las células madres adultas, previa valoración y preparación del paciente con el servicio de hematología y medicina transfusional. Se describe la conducta médico _ quirúrgica realizada y su diagnóstico anatomopatológico. Se presenta de forma gráfica la evolución clínico radiológico del paciente, inmediato, a los tres meses y a los dos años de evolución.
Resultados: quedó identificado que las células madres adultas inducen la regeneración ósea en las cavidades quísticas de los maxilares. Se discutió la evolución del paciente según la literatura consultada.
Conclusiones: Se puede expresar que lo identificado en este caso confirma el uso de células madres adultas en la regeneración ósea de cavidades quísticas de los
maxilares, además de abrir nuevas perspectivas en el tratamiento de otras afecciones del territorio maxilofacial como fracturas, artrosis de la ATM, defectos por lesiones oncológicas, por lo que se justifica la realización de proyectos investigativos que apoyen la utilización de esta nueva terapéutica.
DeCS: CÉLULAS MADRE, MEDICINA REGENERATIVA, QUISTE DENTÍGERO.

La administración intraarterial de células madre permite una mejora clínica de los pacientes diabéticos con isquemia crítica de la extremidad inferior y fomenta la formación de nuevos vasos sanguíneos, según un ensayo clínico que se ha presentado en el II Congreso de la Sociedad Española de Heridas, que se celebró en Madrid.

Uno de los autores del estudio, Rafael Ruiz-Salmerón, responsable de la Unidad Clínica Endovascular del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla, ha explicado que este ensayo clínico multidisciplinar se inició en 2008 y sus resultados se publicaron el año pasado en Cell Transplantation (doi.org/10.3727/096368910X0177).

Se trata de un registro prospectivo en fase I-II que se puso en marcha con dos objetivos. El primero y más importante de ellos fue “analizar angiográficamente si se crean nuevos vasos sanguíneos. Pensábamos que sí, pero hasta ahora no se había documentado”, ha señalado el cirujano vascular.

En segundo término se pretendía averiguar la eficacia de un nuevo modelo de aplicación, la administración intraarterial. El experto ha precisado que también se analizaron otros aspectos relevantes en pacientes con este tipo de isquemia, como la seguridad, el índice tobillo-brazo o la cicatrización de las úlceras.

En el ensayo participaron 20 pacientes diabéticos tipo 2 con isquemia crítica de la extremidad inferior y sin posibilidad de revascularización. El miembro diana para la aplicación de la nueva terapia fue aquel que tenía un peor estado clínico.

En cuanto a la preparación de las células, Ruiz-Salmerón ha indicado que en este ensayo “no fueron consideradas como medicamentos; para ello hubo que cumplir el requisito de que todo el proceso se llevase a cabo en el quirófano”.

Cuando cada paciente entraba en el quirófano, los hematólogos le realizaban una punción de médula ósea con la que extraían entre 60 y 100 mililitros de contenido. Para el procesamiento fue necesario instalar en el quirófano distintos dispositivos, como una cámara de flujo laminar y una centrifugadora. De esta manera se obtenía una pequeña banda de células mononucleadas que se separaban hasta obtener 20 mililitros de suero.

A continuación, los cirujanos vasculares accedían al paciente por vía radial. Mediante catéteres llegaban al miembro diana y depositaban las células en la región más distal permeable. Para evitar que las células acabasen en el torrente sanguíneo, ocluían la arteria durante tres minutos y las administraban lentamente. “Inyectamos una media de 200 millones de células mononucleadas por paciente”, ha declarado el experto. Los pacientes eran dados de alta en el mismo día.

Al cabo de tres meses se realizó la primera evaluación, en la que los especialistas sometieron a los pacientes a angiografía y utilizaron el programa llamado MetaMorph para analizar los vasos. Ruiz-Salmerón ha explicado que, de los 19 individuos a los que se les pudo realizar seguimiento angiográfico, “en 13 se observó una mejora clara de la extensión y la densidad vascular”. Además, se apreció una correlación de estos resultados con la mejoría clínica de los afectados. El índice tobillo-brazo mejoró sustancialmente, y lo mismo puede decirse de los resultados según la clasificación Rutherford-Becker y la Escala de la Universidad de Texas.

También se observó algo que Ruiz-Salmerón ha calificado como “hallazgos sorprendentes”. En tres pacientes se produjo una “sobreexpresión de la neovascularización arteriovenosa”, aunque el especialista ha apuntado que este hecho “no tuvo traducción clínica”.

“Pensamos que es una terapia eficaz, cómoda para el paciente y con efectos rápidos. En el primer mes ya se aprecian cambios, y a los tres meses todavía más”, ha concluido el cirujano vascular. El porcentaje de respuesta fue del 70 %.

Durante el periodo de estudio no hubo problemas de seguridad ni amputaciones mayores, si bien se produjeron cuatro muertes. El especialista ha aclarado que estos fallecimientos se debieron a problemas cardiovasculares y, por lo tanto, son achacables a la evolución normal de los pacientes participantes.

El grupo de investigación ha iniciado otro ensayo similar que empleará células madre mesenquimales en vez de las de médula ósea.
Febrero 09/2012 (Diario Médico)

Nota: Los lectores del dominio *sld.cu acceden al texto completo a través de Hinari.

Ruiz-Salmeron R, de la Cuesta-Diaz A, Constantino-Bermejo M, Pérez-Camacho I, Marcos-Sánchez F, Hmadcha A, Soria B.Angiographic Demonstration of Neoangiogenesis After Intra-arterial Infusion of Autologous Bone Marrow Mononuclear Cells in Diabetic Patients With Critical Limb Ischemia.Cell Transplant. 2011;20(10):1629-39.

http://www.sld.cu/servicios/aldia/view-aldia.php?idn=20551

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