Actualidad científica

Esta patología, también conocida como síndrome de Lou Gehrig y cuyo rostro más conocido es el del científico británico Stephen Hawking, afecta a entre 6-10 de cada 100.000 habitantes. Aunque su causa sigue siendo un misterio, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) se caracteriza por un deterioro progresivo de las células del sistema nervioso central, lo que provoca una degeneración progresiva de las funciones motora y respiratoria del paciente. La mayoría de afectados fallece tan sólo tres o cinco años después del diagnótico. Ver más…

Redacción | 13/12/2012 00:00

Con esta estrategia pretrasplante se consigue expandir las células madre de cordón de forma que se logra un mayor número de ellas y con más rapidez, ambos aspectos cruciales para los pacientes que esperan el tratamiento.

La técnica de cocultivo se ha ensayado bajo la coordinación de Elizabeth Shpall, del Departamento de Trasplante de Células Hematológicas y de Terapia Celular delCentro del Cáncer MDAnderson (Texas), y los resultados de la fase I/II se publican hoy en The New England Journal of Medicine. Ver más…

Efe. Granada.
La osteoartritis es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad que provoca la pérdida del cartílago que recubre las superficies articulares y cuya función es proteger y amortiguar el contacto de los huesos.

Una posible manera de ayudar a estos pacientes, afirman los investigadores, sería recuperar ese tejido mediante la terapia celular, es decir con la implantación de células regeneradoras de cartílago, según ha informado la Universidad de Granada en un comunicado. Ver más…

Madrid – Ep

Las células madre son una de las grandes esperanzas de la investigación biomédica, ya que pueden transformarse en cualquier tipo de célula del organismo y, como tales, pueden ser capaces de reparar cualquier órgano, desde el cerebro al corazón, los ojos y huesos.

Una de las fuentes de células madre son los embriones, pero estos están rodeados de controversia ética. Además, como estas células no pertenecen al paciente el sistema inmune puede rechazarlas de la misma forma que sucede con un trasplante. Ver más…

La investigación, liderada por el doctor Maher Atari (Kuwait 1972) y dirigida por Lluís Giner, ambos de la Facultad de Odontología de la UIC, ha sido publicada en la revista Journal of Cell Science. El estudio ha demostrado in vitro la capacidad de la célula madre pluripotente (DPPSC) extraída de la pulpa dental adulta de regenerar tejidos como el óseo, hepático y el neuronal.

Fuentes de la UIC han informado de que la universidad ha patentado el modo de extracción de esta célula madre adulta, que en fase clínica poseería un alto potencial terapéutico ya que se trata de células con un perfil genético similar al de las células madre embrionarias. Ver más…

MADRID, 21 Nov. (EUROPA PRESS) –

Un estudio realizado por investigadores de canadienses ha demostrado que las células madre mesenquimales obtenidas del tejido del cordón umbilical son más efectivas en la recuperación del corazón tras un infarto que una población celular similar obtenida de la médula ósea.

El estudio, publicado recientemente en ‘Cell Transplantation’ y dirigido por el doctor Armand Keating, lo han llevado a cabo investigadores de la Universidad de Toronto y el Hospital Princess Margaret, de la misma ciudad canadiense.

“Confiamos en que este descubrimiento provoque que cada vez menos pacientes desarrollen complicaciones o fallos cardiacos provocados por la disfunción de su músculo cardiaco tras un infarto”, explica Keating.

Keating y su equipo terminarán estudios preclínicos adicionales y confían en comenzar los ensayos clínicos en pacientes dentro de 12 a 18 meses. Por el momento, asegura que los resultados son “estadísticamente y significativamente superiores” a los de las células de la médula ósea.

Hasta ahora las células madre mesenquimales, conocidas por su capacidad para estimular la regeneración tisular y reducir la respuesta inflamatoria, “son obtenidas principalmente de la médula ósea”, explican desde Crio-Cord, donde entienden que este estudio sugiere que las células madre obtenidas del tejido del cordón umbilical “tienen una eficacia superior” para devolver la función al músculo cardiaco.

“El estudio demuestra que las células madre mesenquimales obtenidas del tejido que rodea la vena y las arterias umbilicales, conocido como ‘gelatina de Wharton’, tienen una eficacia superior que el tratamiento habitual para reparar el daño provocado en el músculo cardiaco tras un infarto, cuando son inyectadas directamente en el área afectada”, explican.

Además de la reparación de músculo cardiaco, en estos momentos existen más de 250 estudios en todo el mundo que investigan el uso de células madre mesenquimales en el tratamiento de una gran variedad de enfermedades como la esclerosis múltiple, la diabetes o la regeneración de órganos y tejidos

Los analistas consideran que, con esta técnica pueden llegar a la creación de un brote de tejidos para reconstruir órganos deteriorados. Las nuevas células madre podrán transformarse en una fuente de células de páncreas para dolientes con diabetes o en células del corazón para personas con problemas cardiacos.

Es evidente que el sistemático desastre de las indagaciones con embriones humanos, que significa su matanza, y los avances conseguidos con la investigación con células madre adultas, extraídas del propio aquejado, ha obligado a que se reconozca, en todo el mundo científico, los éxitos logrados con las células madre adultas.

Por otra parte, las últimas noticias confirman el logro conseguido por algunas investigaciones con células madre adultas. El médico coordinador de Hematología del Hospital de La Plana de Vila-Real ratificaba la eficiencia de las células madre en el tratamiento del cáncer, en su aplicación en leucemias y linfomas, aunque llega cuando la quimioterapia ha liquidado tanto “las células malas como con las buenas del paciente”, aclaraba el doctor.

Asimismo, un grupo de investigadores del Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada de Japón, aseveraba haber descubierto células madre idénticas a las embrionarias. Han logrado crear células madre que ayudan a la reconstrucción de órganos humanos dañados por alguna enfermedad.

Las indagaciones llevadas a cabo por el anglosajón John B. Gurdon y el nipón Shinya Yamanaka, distinguidos con el Premio Nobel de Medicina, padres de la reprogramación celular, han conseguido la creación de células de idéntico comportamiento que las células embrionarias, pero sin tener que destruir embriones humanos.

El jefe del equipo de científicos, Jaime Ogushi, recordó que a través de las células madre pueden ser desarrollados órganos o tejidos que podrían ser la sanación de enfermedades como el cáncer o la diabetes.

Una célula madre es una célula que tiene la capacidad de autorrenovarse mediante divisiones mitóticas o bien de continuar la vía de diferenciación para la que está programada y, por lo tanto, producir células de uno o más tejidos maduros, funcionales y plenamente diferenciados en función de su grado de multipotencialidad.

El estudio es el primero en probar la eficacia de este tipo de trasplante en lesiones de la «vida real» en lugar de animales de laboratorio. Y, aunque los investigadores son cautelosamente optimistas, creen que la técnica podría llegar a tener un papel en el tratamiento de pacientes humanos, en combinación con otras terapias .

El equipo formado por expertos del Medical Research Council, del Centro de Medicina Regenerativa y de la Escuela de Veterinaria de la Universidad de Cambridge utilizó un tipo único de células para regenerar la parte dañada de médula espinal de los perros.

Células olfativas

Los científicos son conscientes desde hace más de una década que las células olfatorias de la glía/células gliales pueden ser útiles en el tratamiento de las lesiones de la médula dañada debido a sus propiedades . Estas células tienen una gran capacidad para promover el crecimiento de fibras nerviosas que mantienen una vía activa entre la nariz y el cerebro.

Algunas investigaciones previas realizadas con animales de laboratorio ya habían revelado que las células olfatorias de la glía pueden ayudar a la regeneración de los axones (las zonas de las células nerviosas que transmiten señales); de esta forma, se forma una especie de «puente» entre el tejido de la médula espinal dañado y el sano. Un ensayo en fase 1 en humanos con lesiones medulares estableció que el procedimiento era seguro.

Lesión antigua

El estudio es el primer trabajo doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo que ha evaluado la eficacia de estos trasplantes en la mejora de la función motora en animales con lesiones medulares. Así, los investigadores llevaron a cabo su trabajo en animales con una lesión medular, causada hace tiempo, una situación mucho más semejante a los humanos, y no en animales de laboratorio.

Así, probaron el tratamiento en 34 perros que habían sufrido una lesión grave en la médula espinal. Doce meses o más después de la lesión, los animales eran incapaces de usar sus patas traseras para caminar y tampoco sentían dolor en sus cuartos traseros. Muchos de los perros eran dachshunds o «perros salchicha», un tipo de perros particularmente propensos a este tipo de lesión.

En el presente estudio, se realizó un trasplante de células olfatorias de la glía en el área de la lesión; al otro grupo de perros se les inyectó sólo el líquido en el que las células había sido trasplantadas. Ni los investigadores, ni los propietarios -ni los perros- conocían qué tipo de tratamiento estaban recibiendo.

Movimientos coordinados

Los animales tuvieron reacciones adversas durante las primeras 24 horas; a partir de ese momento, se analizó su función neurológica mediante una cinta andadora. En concreto, los investigadores evaluaron la capacidad de los perros para coordinar el movimiento de sus extremidades delanteras y traseras.

Los resultados mostraron que el grupo de perros que había recibido el trasplante de células mostraron una mejora considerable en su capacidad neurológica, algo que no se observó en los otros animales: los animales eran capaces de mover las extremidades traseras previamente paralizadas y coordinaban el movimiento con sus patas delanteras. Esto, dicen los expertos, significa que se había restablecido la conexión para activar los mensajes neuronales que se lleva a cabo a través de la parte anteriormente dañado de la médula espinal. Sin embargo, matizan, la conexión solo había sido posible en distancias cortas dentro de la médula espinal y no en distancias más largas, necesarias para conectar el cerebro con la médula espinal.

Robin Franklin, co-autor del estudio, del Wellcome Trust-MRC Instituto de Células Madre de la Universidad de Cambridge, explica que estos resultados «muestran por primera vez que este tipo de trasplante celular en una médula espinal dañada puede causar una mejoría significativa. Estamos seguros de que la técnica podría ser capaz de restaurar, por lo menos, una pequeña cantidad de movimiento en pacientes humanos con lesiones en la médula espinal, pero todavía es pronto para asegurar que podría ser capaz de recuperar todas las funciones perdidas. Es más probable que este procedimiento pueda ser utilizado en una combinación con otros tratamientos, junto a fármacos y terapias físicas, por ejemplo».

Prueba de concepto

Para Rob Buckle, del Medical Research Council, el trabajo es la «prueba de concepto» en perros y una excelente base para futuras investigaciones en un área donde las opciones de tratamiento son extremadamente limitadas».

De momento, los más contentos son Jasper y su dueña, May Hay: «Jasper no podía caminar en absoluto, pero ahora no hay quien lo pare. Es absolutamente mágico».