La era de la regeneración

Todo el mundo aleja ese presagio de que la vida pudiera sorprender con una mala jugada. Tampoco lo imaginó Francisco Barrera Palenzuela, hasta que su corazón se quebró a causa de un infarto.

El «latigazo» fue grande. Le dejó severas afectaciones que limitaron su función cardiovascular. Era necesario recurrir a una revascularización miocárdica, a fin de nutrir el resto del músculo que no estaba afectado.

Antes de someterse al proceder quirúrgico, los expertos consideraron que podían aplicar las ventajas de la Medicina Regenerativa (MR)  y, una vez anestesiado, le extrajeron parte del contenido de su médula ósea para procesarlo y lograr el aislamiento celular.

El caibarienense Francisco Barrera Palenzuela, luego de someterse a los procederes en el Cardiocentro de Villa Clara (Fotos: Ramón Barreras Valdés y cortesía del entrevistado).

Paciente

Después de concluido el proceso de revascularización, inyectaron las células madre alrededor de la cicatriz quirúrgica, con el propósito de disminuir el área infartada y mejorar su función cardiaca.

Por suerte, el caibarienense Francisco Barrera respira feliz y está reincorporado a su vida social, con el seguimiento médico a través de las especialidades de cardiología y hematología.

«Este resulta el primer caso que ha recibido las bondades de la terapéutica regenerativa en la cardiología villaclareña, con saldos muy favorables», afirma el doctor José Luis Aparicio Suárez, jefe del Grupo Provincial de MR e integrante de la Comisión Nacional.

Una modalidad en la que Villa Clara aparece entre las primeras provincias cubanas en aplicarla, cuyos antecedentes se remontan al 10 de julio de 2000, cuando se realizó aquí el primer trasplante de médula ósea.

Desde entonces, más de 50 pacientes han sido beneficiados con el método hasta que, entre 2006 y 2007, abrieron otras ventanas para ampliar el espectro.

MÁS ALLÁ DE LA MÉDULA ÓSEA

La vida impone retos, y los angiólogos no se quedaron atrás. Iniciaron el camino de la terapia celular con portadores de enfermedades arteriales periféricas ante casos condenados, irremediablemente, a la amputación de miembros. Sin embargo, un número significativo evitó el mal momento gracias a los adelantos de la ciencia.

«De 151 casos tratados, solamente en 15 de ellos fue necesario acudir a la mutilación, por lo que la angiología se convierte en uno de los campos más prometedores, tanto en este territorio como en Cuba», confirma Aparicio Suárez.

Por su parte, la ortopedia pediátrica reporta diez infantes tratados ante quistes y otras afecciones óseas, y en la totalidad de los casos se muestran resultados favorables.

Los resultados dependen de un trabajo en equipo que incluye a varias instituciones y especialidades, como hematología, angiología, neurología, ortopedia y estomatología, que ya aplican la terapéutica, expresa el doctor José Luis Aparicio Suárez, jefe del Grupo Provincial de Medicina Regenerativa.

El doctor José Luis Aparicio considera las ventajas de la MR, y no lo piensa dos veces para expresar que son múltiples respecto a las terapias convencionales.

«Al extraerse los quistes óseos, ese espacio se rellena con la aplicación de la terapia celular, que elimina los contratiempos, mientras en angiología regenera vasos sanguíneos, mejora la circulación periférica y reduce las lesiones. Pacientes que antes presentaban limitaciones para caminar tres cuadras, ahora pueden andar hasta kilómetros.

«Como novedad, se han iniciado los estudios en el campo de las enfermedades neurodegenerativas, fundamentalmente con determinados tipos de esclerosis consideradas entre los padecimientos de avance progresivo, en extremo limitante, y que inducen a la muerte. Para beneplácito, los enfermos evolucionan de manera admirable y su estado general ha mejorado desde que se aplicó el método por la vía acupuntural profunda.

-Se habla de introducir células madre en el organismo, ¿cómo intervienen en el proceso?

-En nuestro caso pueden ser obtenidas directamente de la médula ósea, que resulta su punto de origen, a las que se incorporan determinados medicamentos producidos en el país en función de multiplicar las células en la médula, a la vez que se obtienen de una donación de sangre realizada por el propio paciente.

«Por determinados mecanismos logramos el procesamiento, y una vez listas, las inyectamos en sitios del organismo que bien pueden ser el corazón, los miembros inferiores (en angiología), los huesos (ortopedia) u otros, según la especialidad que lo aplique.

Diferentes puntos existentes en el organismo resultan de utilidad para inyectar las células madre en casos de angiología.

«Esto permite la entrada de esas células madre ya libres de barreras inmunológicas que impiden el rechazo».

Como parte del desarrollo, la estomatología villaclareña labra sus sendas, y desde la Universidad Médica Dr. Serafín Ruiz de Zárate Ruiz se reportan las primeras aplicaciones dirigidas a las irregularidades de las encías vinculadas al proceso inflamatorio generado por los implantes dentales.

Si de perspectivas se trata, mucho más puede lograrse en las acciones estomatológicas, mas no es descartable su inclusión futura en la oftalmología, la dermatología y en el tratamiento de algunas enfermedades endocrinas, como la diabetes mellitus.

-¿Cuál es el panorama internacional al respecto?

-Dichos procederes ya existen en otras partes del mundo con animales de experimentación, y cuando se logre organizar el tipo de células, la cantidad que debe administrarse y el momento preciso de hacerlo, habrá solución definitiva para muchos problemas de salud que hoy no encuentran respuesta.

También se utilizan las donaciones sanguíneas del propio paciente como parte del proceso de la Medicina Regenerativa, una terapéutica de primer mundo; aunque se puede contextualizar en un mundo en desarrollo.

-Entonces, ¿se declara un apasionado de la MR?

-De hecho, porque sus bondades resultan probatorias. Lo que era una especie de especulación, la vida y el desarrollo científico ha corroborado que es algo cierto.

A nivel mundial todavía quedan muchas preguntas sin respuesta, pero centros de muy alto desarrollo trabajan de manera acelerada en estos procederes. Solo queda vencer el largo y tortuoso camino de los obstáculos para adentrarnos, definitivamente, en la era de la regeneración.

Ricardo González del Río
03 de Febrero de 2014

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