Implantan a una niña una vena de laboratorio fabricada con sus células madre

Una niña de diez años se ha convertido en el primer paciente del mundo a la que se implanta una vena bioartificial, fabricada en el laboratorio a partir de sus propias células madre. La niña, operada hace un año en el Hospital Universitario Shalgresnska de Gotemburgo (Suecia), necesitaba un bypass para solucionar una obstrucción en la vena porta, entre sus intestinos y el hígado. En lugar de utilizar una vena propia que hubiera deteriorado más su circulación, los médicos optaron por utilizar el vaso sanguíneo de un cadáver. Para evitar que generara rechazo, eliminaron todas las células que recordaran su origen y lo repoblaron con las células madre de la niña. De esta forma, crearon un vaso sanguíneo bioartificial totalmente compatible con la paciente.

Un año después del trasplante, en la revista «The Lancet» se cuentan los detalles del proceso y la buena evolución de la pequeña que sigue sin tratamiento inmunosupresor. No tuvo complicaciones tras la cirugía, el flujo sanguíneo se restauró sin complicaciones y ahora ha ganado peso y hasta participa en actividades deportivas.

Por primera vez
Otros grupos de investigación ya habían creado vasos sanguíneos y otros órganos bioartificiales, como los corazones del equipo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Pero es la primera vez que un vaso sanguíneo de laboratorio se implanta en un paciente real.

La niña padecía una enfermedad poco frecuente llamada púrpura trombocitopénica y tenía una obstrucción en la vena porta hepática, el vaso que lleva al hígado la sangre procedente del bazo y de los intestinos. Su obstrucción causa hemorragias y puede provocar la aparición de varices en el esófago.

Una vía experimental
El tratamiento clásico hubiera consistido en hacer un bypass con otra vena propia, una nueva ruta para que la sangre fluyera sin dificultad al hígado sorteando la obstrucción, aunque en el caso de la niña sueca fue imposible encontrar un vaso viable de 9 centímetros, por eso optaron por la vía experimental. El vaso sanguíneo del donante fue repoblado con células madre extraídas de la médula ósea de la niña.

Este caso abre una vía esperanzadora para casos como el de esta niña y numerosos pacientes que necesitan cirugías de bypass, como los enfermos de corazón o los enfermos con diálisis. Prescindir de una vena genera problemas añadidos en los enfermos y, hasta el momento, ninguna alternativa artificial ha sido tan eficaz como las venas humanas. La fabricación de venas bioartificiales pondría fin a este problema. Aún queda, como recuerda el editorial que acompaña al artículo, probar su eficacia en un ensayo clínico.