noviembre 2011 Archives

Evaluation of the Delivery of Mesenchymal Stem Cells into the Root Canal Space of Necrotic Immature Teeth after Clinical Regenerative Endodontic Procedure
Tyler W. Lovelace, DDS,* Michael A. Henry, DDS, PhD,* Kenneth M. Hargreaves, DDS, PhD,*†
and Anibal Diogenes, DDS, MS, PhD*
Abstract
Introduction: Immature teeth with open apices treated
with conventional nonsurgical root canal treatment
often have a poor prognosis as a result of the increased risk of fracture and susceptibility to recontamination.
Regenerative endodontics represents a new treatment
modality that focuses on reestablishment of pulp vitality and continued root development. This clinical procedure relies on the intracanal delivery of a blood clot (scaffold), growth factors (possibly from platelets and dentin), and stem cells. However, to date, the clinical presence of stem cells in the canal space after this procedure has not been demonstrated. The purpose of this clinical study was to evaluate whether regenerative endodontic procedures are able to deliver stem cells into the canal space of immature teeth in young patients and to identify the possible tissue origin for these cells.
Methods:
After informed consent, the first appointment onsisted
of NaOCl irrigation and treatment with a triple antibiotic
paste. One month later, the root canal space was irrigated with sterile saline, and bleeding was evoked
with collection of samples on paper points. Real-time
reverse-transcription polymerase chain reaction and
immunocytochemistry were conducted to compare the
gene transcripts and proteins found in the root canal
sample with levels found in the systemic circulation.
Results: Molecular analyses of blood collected from
the canal system indicated the significant accumulation of transcripts for the stem cell markers CD73 and CD105 (up to 600-fold), compared with levels found in the systemic blood. Furthermore, this effect was selective because there was no change in expression of the differentiation markers ALK-P, DSPP, ZBTB16, and CD14.
Histologic analyses demonstrated that the delivered cells expressed both CD105 and STRO-1,markers for a subpopulation of mesenchymal stem cells.
Conclusions: Collectively,these findings demonstrate that the evokedbleeding step in regenerative procedures triggers the significant accumulation of undifferentiated stem cells into the canal space where these cells might contribute to the regeneration of pulpal tissues seen after antibiotic paste
therapy of the immature tooth with pulpal necrosis.
(J Endod 2011;37:133–138)

Human breast milk is a rich source of multipotent mesenchymal stem cells.
Patki S, Kadam S, Chandra V, Bhonde R.
Hum Cell. 2010 May;23(2):35-40.

Patki Research Foundation and Hospital, Shahupuri, Kolhapur, India.
Abstract

Putative stem cells have been isolated from various tissue fluids such as synovial fluid, amniotic fluid, menstrual blood, etc. Recently the presence of nestin positive putative mammary stem cells has been reported in human breast milk. However, it is not clear whether they demonstrate multipotent nature. Since human breast milk is a non-invasive source of mammary stem cells, we were interested in examining the nature of these stem cells. In this pursuit, we could succeed in isolating and expanding a mesenchymal stem cell-like population from human breast milk. These cultured cells were examined by immunofluorescent labeling and found positive for mesenchymal stem cell surface markers CD44, CD29, SCA-1 and negative for CD33, CD34, CD45, CD73 confirming their identity as mesenchymal stem cells. Cytoskeletal protein marker analysis revealed that these cells expressed mesenchymal stem cells markers, namely, nestin, vimentin, smooth muscle actin and also manifests presence of E-Cadherin, an epithelial to mesenchymal transition marker in their early passages. Further we tested the multipotent differentiation potential of these cells and found that they can differentiate into adipogenic, chondrogenic and oesteogenic lineage under the influence of specific differentiation cocktails. This means that these mesenchymal stem cells isolated from human breast milk could potentially be “reprogrammed” to form many types of human tissues. The presence of multipotent stem cells in human milk suggests that breast milk could be an alternative source of stem cells for autologous stem cell therapy although the significance of these cells needs to be determined.

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EDITORIAL

Medicina regenerativa y aplicaciones de las células madre: una nueva revolución en medicina

Regenerative medicine and implementation of stem cells: a new revolution of the medicine

En los últimos años se ha producido un notable avance en la rama de la medicina denominada medicina regenerativa, cuyo objetivo es estimular o regenerar células, tejidos u órganos con la finalidad de restaurar o establecer una función normal. La medicina regenerativa no se limita al empleo de las células madre, también incluye la aplicación terapéutica de diversos factores estimuladores y otros elementos solubles que intervienen en varios procesos biológicos, la terapia génica y la ingeniería de tejidos, tanto in vitro como in vivo. De todos estos procederes, sin lugar a duda, el que más ha avanzado, y en un corto tiempo, es el de las células madre. El tratamiento con estas células ha dado lugar a lo que se puede catalogar como terapia celular regenerativa.

Según su estado evolutivo, las células madre pueden clasificarse en 2 tipos principales: las embrionarias y las adultas. Una de las características de las embrionarias (pluripotentes) es su potencialidad para convertirse en cualquier tipo celular especializado. Sin embargo, existen evidencias de que la potencialidad de algunos tipos de células madre adultas es mayor de lo que se pensaba, ya que, en condiciones específicas, han mostrado capacidad para diferenciarse en células de diferentes linajes.

Todo esto ha motivado una intensa confrontación científica entre los que apoyan la utilización de células embrionarias y los que defienden las ventajas de las células madre adultas. Se ha señalado que las células madre adultas tienen notables ventajas sobre las embrionarias, pues su manipulación resulta más simple, pueden ser autólogas y, por lo tanto, no ocasionan trastornos inmunológicos, no presentan limitantes éticas ni legales, ni tampoco se ha comprobado que produzcan neoplasias, lo que contrasta positivamente con las características de las células embrionarias, cuya obtención y expansión son más complejas, tienen potencial inmunogénico por ser alogénicas, enfrentan problemas éticos y legales y, además, producen un alto porcentaje de tumores en los animales de experimentación.

Entre las principales células madre con potencialidad terapéutica se han señalado las embrionarias, las fetales, las amnióticas, las de la sangre del cordón umbilical, las adultas, principalmente las hematopoyéticas, las mesenquimales y, más recientemente, las células con características embrionarias que se han obtenido mediante la reprogramación de células adultas y que se han llamado células madre pluripotentes inducidas. La experiencia acumulada con el uso de la célula madre hematopoyética y su mayor facilidad de obtención, comparada con la de otras células madre adultas identificadas, han hecho que las investigaciones y aplicaciones con este tipo celular hayan avanzado rápidamente.

Se conoce que la médula ósea contiene no solo células madre hematopoyéticas, sino también de otros tipos, entre ellas mesenquimales, las que han adquirido gran relevancia en los últimos años por sus potencialidades terapéuticas. En el orden práctico, las células mononucleares derivadas de la médula ósea pueden verse como portadoras de un “coctel” de diferentes células madre.

Todos estos hechos han contribuido a extender la aplicación clínica de la terapia celular regenerativa con células madre adultas y además se ha ampliado el criterio de que ellas pueden actuar mediante transdiferenciación, fusión celular y también a través de la secreción de diferentes factores solubles capaces de actuar sobre las células del tejido en el que se implanten.

Por otra parte, se han hecho algunos progresos en el estudio de las células madre embrionarias y en la preparación de las células madre pluripotentes inducidas, con características y versatilidad semejantes a las de las células madre embrionarias, que últimamente se han podido obtener sin la necesidad de usar vectores virales.

Varios grupos de investigadores han mostrado que las células adultas pueden ser reprogramadas para obtener las células madre pluripotentes inducidas. Al parecer, las diferencias entre estas células y las embrionarias radican en su origen y expresión génica. Un aspecto que es necesario definir, antes de poder aplicarlas en la clínica, es la capacidad oncogénica que tienen las células madre pluripotenciales inducidas, puesto que este es un riesgo en común con las células madre embrionarias y, por tanto, limitaría su potencialidad terapéutica. La reprogramación de una célula somática diferenciada para convertirla en una célula pluripotente con características similares a las embrionarias, es un impacto en el campo de la biología celular que evita el problema ético de la utilización de embriones o de ovocitos humanos y permite desarrollar una fuente de células pluripotentes viables técnicamente y socialmente aceptables y que pueden usarse como modelo para ensayar la actividad y los efectos secundarios de nuevos fármacos. Por otra parte, se han podido obtener células madre pluripotenciales inducidas derivadas de células adultas autólogas procedentes de un paciente con determinada enfermedad, lo que abre la posibilidad de su uso en estos casos sin los conflictos que ocasionan las células alogénicas y facilitaría el desarrollo de la medicina personalizada. Sin embargo, se considera que deben de pasar todavía varios años antes de que ellas se puedan introducir en la práctica clínica. Mientras tanto, la aplicación clínica de las células madre adultas autólogas continúa avanzando y aportando resultados muy alentadores.

Los primeros ensayos clínicos en Cuba, con células madre hematopoyéticas, se comenzaron a partir del 24 de febrero de 2004, día en el que se realizó el primer trasplante de células madre adultas autólogas procedentes de la médula ósea en un paciente con isquemia crítica de un miembro inferior y que tenía indicación de una amputación mayor. Este tratamiento se hizo mediante una colaboración en la cual participaron el Instituto de Hematología e Inmunología (IHI), el Hospital General Docente “Enrique Cabrera” y el Hospital Pediátrico Docente “William Soler”. El enfermo tuvo una evolución favorable y se evitó la amputación de la extremidad afectada. Hasta donde conocemos, este fue el primer caso en el hemisferio occidental en el que se usó este nuevo proceder terapéutico para ese tipo de complicación. Dos días después, el 26 de febrero, se hizo en el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular, en colaboración con el IHI, el primer caso de implantación miocárdica de células madre hematopoyéticas adultas autólogas en un paciente con isquemia miocárdica crónica posinfarto, quien también evolucionó de manera favorable.

A partir de entonces, la terapia celular regenerativa se fue extendiendo a otras enfermedades en las que podría resultar una mejor opción que el tratamiento convencional, entre ellas: periodontitis, lesiones óseas, articulares y algunos procesos neurológicos.

Al concluir el año 2010 ya se habían realizado en el país un poco más de 2 000 aplicaciones de células madre, las que predominaron en la especialidad de angiología:1 533 (74 %), seguidas de ortopedia y traumatología: 453 ( 22 %) y el resto: 102 (4 %) distribuido entre diferentes enfermedades. Aproximadamente, en el 70 % de los pacientes de angiología con indicación de amputación mayor de la extremidad isquémica, este proceder evitó la intervención.

En los primeros meses de 2011, 10 (66 %) de las 15 provincias del país estaban incorporadas a ensayos clínicos con la aplicación de este nuevo proceder: Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Matanzas, Cienfuegos, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. De acuerdo con los resultados obtenidos hasta el momento, consideramos que la terapia celular empleada representa una buena alternativa y que a partir de su aplicación en varias provincias, se puede beneficiar un importante número de enfermos, que de otra forma no tendrían acceso a esta novedosa terapéutica.

Sin desconocer la importancia de las investigaciones básicas, de los ensayos preclínicos, de las posibilidades futuras con las células madre embrionarias y las pluripotenciales inducidas, y sin renunciar a la ética de la investigación, consideramos que mientras se definen todos los aspectos científicos en discusión y se comprueba la utilidad terapéutica sin riesgos, de las células madre embrionarias o de sus similares, existen suficientes evidencias para mantener la aplicación terapéutica de las células madre adultas hematopoyéticas para el tratamiento de algunas enfermedades sin respuesta o con muy poca respuesta a los tratamientos convencionales, ya que hasta el momento han resultado útiles y sin efectos adversos importantes.

Dr. Porfirio Hernández Ramírez
Instituto de Hematología, Inmunología y Hemoterapia

Si la investigación con células madre extraídas de pulpa de dientes sigue avanzando al ritmo actual, dentro de cinco años será posible construir dientes completos, totalmente nuevos, a partir de la pulpa de otros dientes del mismo paciente, afirmó ayer Víctor Saadia, director operativo del banco de células madre de dientes BioEDEN, quien expuso los últimos hallazgos de este campo ante un centenar de odontólogos y estomatólogos del Hospital General de México.

El experto detalló que actualmente ya se realizan experimentos para construir dientes, a partir de células madre, pero todavía se utiliza una matriz de colágeno. Sin embargo, afirmó que este paso se podría omitir en unos pocos años, gracias a estudios que se realizan en Estados Unidos, en el Wake Forest Institute for Regenerative Medicine.

Las células madre son las células maestras de nuestro organismo, mismas que dan origen a todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo.

Los dientes son una fuente abundante de células madre multipotenciales que se pueden convertir en huesos, piel, músculos, células cardiacas y células nerviosas, además de que pueden reparar el sistema inmune. Las células madre dentales se encuentran principalmente en los 20 dientes de leche que se caen entre los 6 y los 12 años de edad.

Actualmente se conocen cinco fuentes importantes para obtener células madre: los embriones congelados, la médula ósea, el tejido adiposo, la sangre de cordón umbilical y la pulpa de dientes. Entre esas cinco fuentes, las dos que se han popularizado más son la del cordón umbilical y la de pulpa dental porque las otras enfrentan dificultades éticas y técnicas.

De las dos fuentes más usadas, las de diente son las que podrían tener un uso más extendido.

“Las células madre extraídas de cordón umbilical no se pueden multiplicar, mientras que las que se extraen de la pulpa de los dientes se pueden copiar tantas veces que de una célula sana se pueden obtener trillones”, explicó Víctor Saadia.

Actualmente ya existen algunas compañías que se dedican a almacenar dientes sanos que tienen pulpa sana, para poder ser usada en un futuro como fuente de células madre y reparar tejidos dañados. Estos dientes se transportan a un banco de células madre, en Austin, Texas, donde pueden ser conservados a muy baja temperatura durante muchos años.

COMO UN PASTEL. Las células madre extraídas de pulpa de diente ya se usaron en México para reparar dientes. En 2010, cirujanos mexicanos comenzaron a utilizar células madre, extraídas de la pulpa de dientes sanos, para regenerar huesos destruidos por quistes y tumores malignos.

La primera cirugía de este tipo se realizó en 2010, en el área de Cirugía Maxilofacial, del Hospital Juárez de México, para reconstruir el maxilar de un joven que perdió hueso debido a una enfermedad degenerativa y actualmente se estudia la posibilidad de usarlas para reparación de tejido cardiaco, cartílago y piel.

“Para explicarlo fácilmente, podemos comparar a la construcción de un tejido vivo con la elaboración de un pastel: tenemos los ingredientes, que serían las células madre; tenemos el molde del pastel, que serían unas matrices que actualmente se fabrican con colágeno y sobre las cuales se vacían las células madre, y por último tenemos la receta y las instrucciones de preparación, que para nosotros serían los químicos, proteínas y enzimas que usamos para ordenar a las células que se conviertan en uno u otro tejido y que dejen de crecer en determinado momento”, explicó Saadia.

Por Antimio Cruz. Crónica de Hoy

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Un hombre con cáncer recibe la tráquea artificial desarrollada sobre un molde de plástico – Cinco meses después, el paciente, ya curado, hace vida normal

EMILIO DE BENITO – Madrid – 24/11/2011

Por primera vez, los científicos han conseguido crear un órgano a partir de células madre. Se trata de una tráquea, y el beneficiario ha sido un hombre de 36 años que tenía un cáncer incurable. El método se ha desarrollado en el Instituto Karolinska de Suecia, y lo publica hoy The Lancet. El cáncer de tráquea es una patología que se presenta muy pocas veces aislada -como en el caso de este paciente-. Lo normal es que concurra con los de pulmón y laringe, los más frecuentes en hombres debido al tabaco y de los más habituales en el conjunto de la población: solo en España causan, en conjunto, más de 18.000 muertes al año.
La técnica evita el rechazo y permite crear repuestos biológicos a medida.
Ya se trabaja con nuevos soportes y con aplicaciones pediátricas
El proceso es más fácil de contar que de llevar a cabo, y supone un nuevo paso que demuestra el potencial de las células con capacidad para reconvertirse en órganos (esa es la definición de células madre) de los seres vivos.
De una manera sencilla, lo que los médicos hicieron con el hombre -Andemariam Teklesenbet Beyene, un eritreo que vive en Islandia donde estudia un máster en Geología- fue fabricarle una tráquea artificial a medida. Beyene era un caso desahuciado. Padecía un tumor que le ocupaba la parte inferior de la tráquea incluidas las ramificaciones a los bronquios. Estos conductos son vitales, ya que llevan el aire a los pulmones, así que extirpar la zona cancerosa no era la solución. Lo normal sería reconstruirla a partir de tejidos del propio paciente, sobre todo de las partes de la tráquea que quedan sanas, pero en este caso no era posible, por lo que el hombre tenía pocas -o ninguna- opción. Además, ya habían fracasado las terapias habituales (sobre todo, la quimioterapia), y la masa celular había alcanzado el tamaño de una pelota de golf que le oprimía hasta dificultar la respiración normal, poniendo en riesgo su vida por asfixia.

El primer paso del proceso fue tomar medidas -con métodos de imagen no invasivos en los que participó la University College de Londres- de la parte de la tráquea que había que recomponer. Con ellas se fabricó un molde “como de plástico”, explica Macchiarini. A la vez, se extrajeron células madre de la médula ósea del paciente (una práctica muy sencilla que se suele efectuar con una incisión en la cadera y un centrifugado), que se hicieron crecer -con los correspondientes factores que lo estimularan y ayudaran a su diferenciación-. “El proceso duró 36 horas”, indica el médico.

Después de ese tiempo, se operó al paciente. Se le extirpó la masa tumoral, y se reemplazó la parte de la tráquea eliminada por la que había crecido sobre el molde. Cinco meses después, Beyene “hace una vida normal”, afirma Macchiarini.

El tratamiento es una de las primeras demostraciones de uso práctico de células madre, y, sobre todo, la primera en la que se origina una parte grande de un órgano. Hasta ahora, estas terapias se han ensayado sobre todo para ayudar a la regeneración de hueso y músculo (desde infartos a necrosis óseas), pero no se había conseguido utilizarla para crear fuera del cuerpo del paciente algo que luego se le iba a implantar.

Ello tiene la ventaja -y por eso hay tanto interés en estas células- de que el órgano así fabricado es genéticamente idéntico al receptor, lo que evita el mayor problema de los trasplantes: el rechazo. Además, se puede hacer a medida, que es otro de los inconvenientes en los trasplantes habituales, donde además de buscar órganos compatibles tienen que ser del tamaño adecuado para el receptor. Esto es muy importante en el caso de niños. Precisamente, el equipo médico está trabajando para probar la técnica en un bebé, y en nuevos moldes que faciliten la formación de los órganos.

El impacto de este tipo de investigaciones es tan grande que Gonzalo Varela, vicepresidente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, que trabaja como cirujano en el hospital Clínico Universitario de Salamanca, no duda en calificar el trabajo de “espectacular”. “Voy a tener que volver a estudiar lo que sé, porque tira por tierra muchas ideas”, comenta.

Se refiere Varela al hecho de que se haya podido regenerar una tráquea, algo que se consideraba imposible. Por un lado, crear una tráquea puede parecer simple porque es, básicamente, un tubo, pero “se trata de un órgano muy poco vascularizado, que es sobre todo cartílago que se alimenta por contigüidad. Por eso, cuando se ha intentado implantar, a los días o semanas se producía un rechazo o se necrosaba”, indica el médico.

Varela cree que el valor de este trabajo va más allá del tratamiento de cánceres de tráquea, que son muy pocos. “Tiene más mérito por lo que supone de cambio del conocimiento”, dice el médico, quien conoció a Macchiarini porque este estuvo en el Clínic de Barcelona. Eso no quiere decir que se trate de un hallazgo minoritario o de poca utilidad, porque el cirujano enseguida le ve otras aplicaciones. “Lo de este paciente era un caso excepcional que no se podía tratar de otra forma, pero la técnica se podrá utilizar también en pacientes con estenosis de tráquea debida a una larga ventilación mecánica, o aquellos que hayan sufrido inflamaciones de tráquea o por accidentes. También en niños con estenosis traqueal”.

“Así es como empezaron los trasplantes, como algo minoritario que cada vez tiene más utilidad”, indica Varela. Él ve el siguiente paso en la posibilidad de regenerar pulmones o parte de ellos, que ahora dependen de que haya donantes. “Tendría múltiples aplicaciones, como el tratamiento de enfisemas, de enfermedad obstructiva crónica u otras dolencias”, dice.

De hecho, el potencial de la técnica es tan grande que el mismo equipo de Macchiarini, después de un solo caso, ya trabaja en mejoras, y ha realizado otro implante con otra tráquea artificial conseguida cambiando el material del molde. Pero el médico prefiere esperar antes de dar mucho detalle

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Roberto Bolli, Atul R Chugh, Domenico D’Amario, John H Loughran, Marcus F Stoddard, Sohail Ikram, Garth M Beache, Stephen G Wagner,
Annarosa Leri, Toru Hosoda, Fumihiro Sanada, Julius B Elmore, Polina Goichberg, Donato Cappetta, Naresh K Solankhi, Ibrahim Fahsah,
D Gregg Rokosh, Mark S Slaughter, Jan Kajstura, Piero Anversa
Summary
Background c-kit-positive, lineage-negative cardiac stem cells (CSCs) improve post-infarction left ventricular (LV) dysfunction when administered to animals. We under took a phase 1 trial (Stem Cell Infusion in Patients with Ischemic cardiomyopathy [SCIPIO]) of autologous CSCs for the treatment of heart failure resulting from ischaemic heart disease.
Methods In stage A of the SCIPIO trial, patients with post-infarction LV dysfunction (ejection fraction [EF] ≤40%)before coronary artery bypass grafting were consecutively enrolled in the treatment and control groups. In stage B,patients were randomly assigned to the treatment or control group in a 2:3 ratio by use of a computer-generated block randomisation scheme. 1 million autologous CSCs were administered by intracoronary infusion at a mean of 113 days (SE 4) after surgery; controls were not given any treatment. Although the study was open label, the
echocardiographic analyses were masked to group assignment. The primary endpoint was short-term safety of CSCs and the secondary endpoint was effi cacy. A per-protocol analysis was used. This study is registered with ClinicalTrials.
gov, number NCT00474461.
Findings This study is still in progress. 16 patients were assigned to the treatment group and seven to the control group; no CSC-related adverse eff ects were reported. In 14 CSC-treated patients who were analysed, LVEF increased from 30·3% (SE 1·9) before CSC infusion to 38·5% (2·8) at 4 months after infusion (p=0·001). By contrast, in seven control patients, during the corresponding time interval, LVEF did not change (30·1% [2·4] at 4 months after CABG
vs 30·2% [2·5] at 8 months after CABG). Importantly, the salubrious eff ects of CSCs were even more pronounced at 1 year in eight patients (eg, LVEF increased by 12·3 ejection fraction units [2·1] vs baseline, p=0·0007). In the seven treated patients in whom cardiac MRI could be done, infarct size decreased from 32·6 g (6·3) by 7·8 g (1·7; 24%) at
4 months (p=0·004) and 9·8 g (3·5; 30%) at 1 year (p=0·04).
Interpretation These initial results in patients are very encouraging. They suggest that intracoronary infusion of autologous CSCs is eff ective in improving LV systolic function and reducing infarct size in patients with heart failure after myocardial infarction, and warrant further, larger, phase 2 studies.
Funding University of Louisville Research Foundation and National Institutes of Health.
Lancet 2011; 378: 1847–57

En un nuevo estudio de investigadores japoneses les ha dado una esperanza a las personas con insuficiencia de la glándula pituitaria, para que puedan recibir trasplantes de tejido generado por células madre.
En un nuevo estudio de investigadores japoneses les ha dado una esperanza a las personas con insuficiencia de la glándula pituitaria, para que puedan recibir trasplantes de tejido generado por células madre para ayudar a restaurar la función normal de la glándula.

Sin la glándula pituitaria, cuyo tamaño es el mismo de un guisante, y se encuentra en la base del cerebro, sin ella el cuerpo no puede sobrevivir, puesto que controla la producción y función de muchas hormonas, entre ellas las relacionadas con el crecimiento, la fertilidad, el estrés y la regulación de la temperatura.

Por ello los investigadores del Centro RIKEN de Biología del Desarrollo en Kobe, cultivaron células madre embrionarias de ratones que luego se diferenciaron en varios tipos de células endocrinas productoras de hormonas en el laboratorio, luego, trasplantaron algunos de los tejidos celulares productores de hormonas, normalmente creados por una glándula pituitaria saludable en los animales, en ratones sin glándulas pituitarias y pudieron restaurar la secreción hormonal en los animales.

“Inducimos exitosamente que se diferenciaran y se convirtieran en células maduras productoras de hormonas”, comentó el doctor Yoshiki Sasai, director del Grupo de Neurogénesis y Organogénesis del RIKEN.

“En particular, las células productoras de adrenocorticotropina (ACTH) fueron las inducidas más eficazmente. Por tanto, evaluamos su funcionalidad al trasplantarlas en ratones cuyas glándulas pituitarias habían sido extirpadas quirúrgicamente. El trasplante no solo recuperó la secreción hormonal en los ratones, sino que también mejoró su actividad y supervivencia”, indicó Sasai a la prensa especializada en temas médicos.

“Aunque ninguno de los ratones sin glándulas pituitarias vivió más de ocho semanas, la mayoría de los ratones con el injerto sí sobrevivieron más de ocho semanas”, señaló.

Mientras que el científico Edward Vates, de la Universidad de Rochester, en Nueva York, dijo que este es el primer estudio en mostrar una forma realista de producir células pituitarias en un cultivo que podría en última instancia llevar a un tratamiento de trasplante en humanos. La investigación es pionera y constituye un hito.

Según explicaron otros expertos este tema siempre es candente en el ámbito de la endocrinología, además Sasai dijo que los investigadores planifican aplicar los nuevos hallazgos a células madre embrionarias humanas y a células madre pluripotentes inducidas.

Según publicaciones médicas en la red se piensa que las células madre, usadas en trasplantes pueden ayudar a muchas personas, y lograr unos mejores tratamientos para controlar los tumores pituitarios, entre otros
Tomado de Panamericana. 25 de noviembre

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EL PAÍS – Madrid – 24/11/2011
Cada día que pasa, el cerebro da muestras de que es mucho más flexible de lo que se creía hace 20 años. El último experimento en este sentido lo han llevado a cabo investigadores de Harvard, y consiste en trasplantar neuronas de embriones de ratón “cuidadosamente seleccionadas” en el hipocampo de animales adultos. El trabajo lo publica Science.
El hipotálamo es una región del cerebro compleja y muy importante. Entre otras, alberga funciones como la sensación de hambre, el metabolismo, la temperatura corporal, el impulso sexual y la agresividad. En el ensayo se trabajó con las primeras de estas propiedades. En concreto se usaron ratones modificados para tener alterada la respuesta a la leptina, la hormona que regula el metabolismo y que está asociada a los problemas de sobrepeso. Con el trasplante, su circuito cerebral se restauró, y los roedores perdieron peso.

Este ensayo da esperanzas a que en un futuro se puedan reparar otras zonas cerebrales, lo que implicaría posibles terapias para enfermedades como el párkinson, el autismo y la epilepsia entre otras, indican los autores del estudio.

Claro que todo eso sería muy a largo plazo. “Solo hay dos áreas del cerebro de las que se sepa que habitualmente llevan a cabo un reemplazamiento de las neuronas a gran escala -lo que se conoce como neurogénesis-: el bulbo olfatorio y una región del hipocampo llamada giro dentado”, ha explicado Jeffrey Macklis, profesor de la Universidad de Harvard y uno de los autores del trabajo junto con Jeffrey Flier, del Hospital de Harvard, y Mathew Anderson, del Beth Israel Deaconess Medical Center. A ellos hay que agregar, aunque un menor nivel, el hipotálamo, afirma. “Las neuronas que se añaden durante la etapa adulta a las dos primeras regiones normalmente son más pequeñas, y actúan como los mandos del volumen sobre sus señales”, explica el investigador. Pero en este caso se ha ido más allá. “Hemos restablecido un sistema de gran nivel de circuitos neuronales que normalmente no experimenta neurogénesis, y con ello se ha recuperado gran parte de su función original”, dice.

El investigador en neurogénesis del Instituto Cajal del CSIC (que participa en el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas, Ciberned), José Luis Trejo, afirma que este trabajo es “importantísimo”. “El abordaje de implantar precursores embrionarios en el cerebro no es novedoso, pero sí lo es que lo hayan conseguido”, dice. “Esta vez se ha conseguido reconstruir el circuito cerebral”. Otras veces, incluso cuando ha habido mejoras, no quedaba claro por qué era; esta vez, sí”, añade.

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