Una entidad sin fines de lucro y un laboratorio que fabrica bombas de insulina anunció el miércoles que planean unirse para desarrollar un “páncreas artificial”, que consistirá en un sistema de bombas y monitores para controlar la diabetes tipo 1.
La Fundación de Investigación en Diabetes Juvenil dijo que había escogido a la unidad Animas, de Johnson & Johnson, para desarrollar y probar el nuevo sistema.
“Este será un primer paso de investigación y desarrollo hacia la creación de un páncreas artificial”, dijo a Reuters el doctor Henry Anhalt, director de asuntos médicos de Animas.
Animas, que fabrica bombas de insulina, trabajará con la fundación para crear un sistema inalámbrico que combine dispositivos de control constante de la glucosa, bombas de insulina y un sofisticado software.
El objetivo es liberar a los diabéticos de la carga de tener que estar controlando permanentemente sus niveles de azúcar en la sangre y aplicándose insulina.
Se busca lograr un dispositivo que pueda chequear la sangre durante el día y administrar insulina cuando sea preciso, sin la necesidad de que el paciente o un familiar intervengan.
Si bien esto implicaría portar dos dispositivos en el cuerpo, el “páncreas artificial” estaría muchos pasos adelante del uso de una bomba de insulina o un sistema de monitoreo constante de la glucosa.
“Esa es la magia, que estos dos dispositivos puedan ‘dialogar’. Ambos dispositivos están disponibles hoy en día, pero trabajan independientemente uno de otro”, dijo el doctor Alan Lewis, presidente ejecutivo de la fundación.
La entidad ha estado trabajando durante años con diversos centros académicos para desarrollar un sistema que sea más práctico y está lista para trasladar lo aprendido a un desarrollo comercial.
“Animas es la organización que brinda las herramientas. La fundación será un socio en términos de uso de nuestro conocimiento y experiencia”, indicó Lewis en una entrevista telefónica.
La fundación destinará a este proyecto 8 millones de dólares en los siguientes tres años, con la meta de contar con un sistema de primera generación listo para una revisión regulatoria dentro de los próximos cuatro años.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la cual el cuerpo destruye por error las células pancreáticas que producen la hormona insulina.
Ante esta falencia, el cuerpo no logra disociar y emplear el azúcar y, si la afección permanece sin tratar, los vasos sanguíneos y los nervios se destruyen, los órganos fallan y el paciente muere.
Incluso con tratamiento, los vasos sanguíneos y los órganos terminan dañados y los pacientes pueden perder la visión y las extremidades y sufrir insuficiencia renal. Alrededor de 3 millones de estadounidenses padecen diabetes tipo 1, una enfermedad generalmente diagnosticada en la niñez o juventud.
Los fabricantes de dispositivos médicos están trabajando hace muchos años para desarrollar un páncreas artificial que ayude a mejorar la calidad de vida de los diabéticos tipo 1.
La pieza que siempre falta es un software que pueda controlar las bombas y asegurarse de que el azúcar no suba o baje demasiado. La fundación reunirá a investigadores académicos con personal de Animas para hallar la mejor fórmula, y probarla.
“Creemos que Animas es uno de los líderes en el campo, que nos permitirá comercializar un producto”, dijo Lewis.
La meta es un dispositivo en el que puedan confiar tanto los médicos, como los pacientes y sus padres.Fuente: Washington, enero 13/2010 (Reuters)
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