Poco se sabe acerca de las relaciones entre hipertensión, los infartos isquémicos y las diferencias por sexo. Examinamos las diferencias de género y la asociación entre severidad de la hipertensión, tratamiento y riesgo de ictus isquémico. Usamos un estudio de cohorte longitudinal en el territorio continental de los Estados Unidos con un sobremuestreó de personas piel negra y aquellos que vivían en el cinturón de Ictus. Ver más….
Por: Eduardo Pimenta. Hypertension Research (2012) 35, 148–152.
La hipertensión es un importante factor de riesgo modificable de enfermedad cardiovascular (CV), la morbilidad y la mortalidad, y una condición de alta prevalencia en hombres y mujeres. Sin embargo, la prevalencia de hipertensión se prevé que aumente más en mujeres que en hombres. Anticonceptivos orales combinados (AOC) se puede inducir la hipertensión arterial en un grupo pequeño de mujeres, y aumentar el riesgo cardiovascular, especialmente entre las personas con hipertensión. Tanto los AOC relacionados con un mayor riesgo de CV y la presión arterial (PA) regresa a los niveles previos al tratamiento a los 3 meses siguientes a su suspensión. Los efectos de la menopausia y la terapia de reemplazo hormonal (TRH) sobre la presión arterial son controvertidos, y AOC y TRH que contiene la progestina drospirenona generación nueva se prefieren en las mujeres con hipertensión establecida. A pesar de la alta incidencia de cáncer en las mujeres, la enfermedad cardiovascular sigue siendo la causa principal de muerte en las mujeres y los beneficios del tratamiento antihipertensivo han sido demostrados en mujeres y hombres.
Más del 50% de las mujeres mayores del 50 años padece hipertensión y una de cada tres sufre diabetes
Más del 50% de las mujeres mayores del 50 años padece hipertensión y una de cada tres sufre diabetes
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), las enfermedades cerebrovasculares son responsables del 35,10% de los fallecimientos en mujeres.
Más del 50% de las mujeres mayores de 50 años tiene problemas de hipertensión y una de cada tres sufre diabetes o algún trastorno de metabolismo de los hidratos de carbono o colesterol elevado, según los datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Entre los factores de riesgo cardiovascular destacan la edad, la menopausia, los antecedentes familiares o el grupo étnico al que se pertenece. No obstante, sobre estos factores no se puede actuar aunque sí sobre aquellos que influyen en la presión arterial, los lípidos, el peso corporal, la intolerancia a glucosa o la diabetes, el tabaquismo, y los niveles de estrógenos.
Asimismo, el hábito de fumar es uno de los principales riesgos cardiovasculares ya que, aunque el número total de fumadores adultos ha disminuido en España en los últimos 20 años, el porcentaje de niñas adolescentes que se inicia en el hábito tabáquico ha aumentado.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de tres de cada diez fallecimientos en España se deben a una enfermedad cardiovascular. En concreto, en las mujeres, las enfermedades cerebrovasculares son la principal causa de muerte y, en la actualidad, son responsables del 35,10 por ciento de los fallecimientos.
Y es que, la edad juega, sin duda, un papel importante tanto en hombres como en mujeres, con un aumento de la prevalencia de enfermedad cardiovascular a medida que se envejece. Sin embargo, en el caso de las mujeres, la aparición de factores de riesgo cardiovascular va asociado a la llegada de la menopausia.
“La caída de estrógenos que ocurre tras la menopausia se ha asociado a diferentes mecanismos relacionados con la enfermedad cardiovascular, como son el desarrollo de la arteriosclerosis, la alteración de la actividad de los miocitos, deterioro de la reactividad vascular, modificaciones del perfil lipídico, etcétera”, según explica el miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), Plácido Llaneza, que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante.
Tras la menopausia
En este sentido, la mayoría de los estudios observacionales a los que hace referencia este experto muestran un incremento de la enfermedad cardiovascular tras la menopausia y, en el caso de las mujeres que sufren un fallo ovárico prematuro o una menopausia precoz, se registra también un aumento de la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular. “Tras la menopausia, la mujer deja de recibir la protección natural de los estrógenos y se multiplican algunos de estos factores de riesgo cardiovascular, incrementándose la prevalencia de obesidad, dislipemias y diabetes”, recalca este experto.
Por su parte, el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, recuerda que los avances de la medicina y los conocimientos actuales permiten establecer diagnósticos precoces y valorar factores de riesgo con el fin de poder establecer tratamientos y, lo más importante, medidas preventivas.
“Es importante que a través de campañas y los profesionales de la salud, se haga llegar la información y aumentar la concienciación de mantener hábitos saludables a lo largo de toda la vida, para alcanzar una madurez, no sólo cumpliendo más años si no manteniendo una buena calidad de vida e independencia”, subraya.
Y es que precisamente, según incide Borrego, el lema del Congreso este año, ‘Rumbo al Bienestar’, plantea el objetivo de garantizar el envejecimiento femenino saludable de las mujeres mayores de 40 años.
Hábitos saludables
Por otra parte, los expertos destacan la importancia de animar a la mujer a seguir una dieta correcta que incluya muchos de los componentes tradicionales de la dieta mediterránea para evitar que se produzcan este tipo de complicaciones. “Lo aconsejable es que el consumo de grasa total no supere el 30% del aporte energético diario, donde las grasas saturadas deben representar un tercio del consumo de grasa total y haciendo hincapié en evitar los alimentos que contengan niveles altos de sal”, explica Llaneza.
En segundo lugar, se aconseja la práctica de ejercicio físico moderado, de forma ideal realizando 30 minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana, con una intensidad que suponga el 65 y el 70% de la frecuencia máxima promedio. “En caso de que exista hipertensión arterial, deberían descartarse otras causas secundarias de hipertensión y los fármacos de elección durante la menopausia parecen ser los IECA o los ARAII”, precisan los expertos.
Finalmente, si fuese necesario el empleo de estatinas u otros fármacos útiles para la prevención primaria o secundaria, los especialistas recomiendan la colaboración del médico especialista en este campo, ya que muchos de los datos obtenidos con estos tratamientos provienen de estudios realizados en varones y parece que no funcionan del mismo modo en las mujeres.
(Fuente: Jano.es)
Fruit and Vegetable Intake and the Risk of Hypertension in Middle-Aged and Older Women
Por: Lu Wang, JoAnn E. Manson, J. Michael Gaziano, Julie E. Buring y Howard D. Sesso. American Journal of Hypertension (2012); 25 2, 180–189.
Despite the promising findings from short-term intervention trials, the long-term effect of habitual fruit and vegetable intake on blood pressure (BP) remains uncertain. We therefore assessed the prospective association between baseline intake of fruits and vegetables and the risk of hypertension in a large cohort of middle-aged and older women.
Síndrome de Piernas Inquietas e hipertensión en mujeres de mediana edad
Por: Salma Batool-Anwar, Atul Malhotra, John Forman, John Winkelman, Yanping Li y Xiang Gao.
Una investigación limitada indica una relación entre el síndrome de piernas inquietas y la hipertensión, por lo que, se evaluó la
relación entre el síndrome de piernas inquietas y la hipertensión entre mujeres de mediana edad. Este estudio transversal
con 65 544 mujeres (edad 41-58 años) que participan en el II Nurses ‘Health Study, fueron excluidos los participantes con diabetes mellitus y artritis, debido a que estas condiciones pueden simular el síndrome de piernas inquietas.
El síndrome de piernas inquietas se evaluó mediante un cuestionario auto-administrado sobre la base de los criterios internacionales de Piernas Inquietas Grupo de Estudio, la información sobre el diagnóstico de la hipertensión y los valores de presión arterial se recogieron a través de cuestionarios. Modelos de regresión logística multivariable se utilizó para analizar la relación entre el síndrome de piernas inquietas y la hipertensión, con ajuste por edad, raza, índice de masa corporal, actividad física, el estado menopáusico, el tabaquismo, el uso de analgésicos, y la ingesta de alcohol, cafeína, ácido fólico, y de hierro.
En comparación con las mujeres sin síntomas de piernas inquietas, las probabilidades de varios ajustada de hipertensión fueron 1,20 veces (IC 95%: 1,10-1,30, p <0,0001) mayor entre las mujeres con síntomas de piernas inquietas.
(Fuente: Hypertension October 2011, Volume 58, Issue 4.)
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