La prevalencia global de la hipertensión arterial esencial en adolescentes parece estar creciendo. Las diferencias en las presiones arteriales están bien establecidas en adultos, pero son menos claras en adolescentes. Para este estudio se partió de la hipótesis de que la prevalencia de hipertensión difiere por raza/etnicidad entre adolescentes de Houston, Texas, en EE.UU. Ver más….
Del adolescente prehipertenso al adulto hipertenso. ¿Es posible pronosticar la conversión?
Por: Guillermo Alberto Pérez–Fernández y Ricardo Grau–Abalo. Arch. Cardiol. Méx. vol.82 no.2 México abr./jun. 2012.
Existen gran cantidad de factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión arterial. En pleno siglo XXI se imponen formas más inteligentes de investigar, teniendo en cuenta lo que debe constituir un objetivo prioritario, es decir, evitar la conversión de un adolescente en riesgo cardiovascular a un adulto hipertenso.
Se diseñó un modelo de predicción, para pronosticar la conversión de un adolescente prehipertenso en un adulto hipertenso.
Se estudió una muestra representativa de 125 adolescentes pertenecientes al proyecto “Pesquisaje Escolar en la Adolescencia de Hipertensión Arterial” (PESESCAD–HTA), con diagnóstico de prehipertensión en el año 2001, que fueron seguidos por ocho años (96 meses), hasta enero de 2009. [Actualizado: 1ero de julio 2013]
Merienda escolar e Hipertensión Arterial. ¿Un dúo de riesgo?
Para comenzar, cito un comentario que, no hace mucho tiempo, una madre me realizó: “Muchos padres pensamos que el incremento actual de la hipertensión arterial en edades tempranas en algunos lugares de nuestro país, tiene que ver con el alto consumo de carbohidratos en la alimentación, y especialmente en la merienda escolar de la secundaria básica que en su mayor porciento es a base de harina de trigo; apartándonos del hecho de que esta merienda posee todos los nutrientes necesarios para los niños y demás; mi preocupación, y la de muchos padres es ganar claridad si existe o no relación entre la introducción de la merienda escolar en Secundaria Básica y el alza de hipertensión en la adolescencia que ha experimentado Cuba”
La respuesta a este comentario tiene varios ángulos, primeramente, se debe recordar que la adolescencia es un periodo de crecimiento acelerado con un aumento muy importante tanto de la talla como de la masa corporal. Además, tiene lugar un cambio en la composición del organismo, de este modo se adquiere el 40-50% del peso definitivo, el 20% de la talla adulta y hasta el 50% de la masa esquelética.
Nutrición en la adolescencia. Evidencias actuales.
Hay que asegurar un aporte calórico suficiente, de acuerdo con la edad biológica y la actividad física, que permita el crecimiento adecuado y mantener un peso saludable, evitando sobrecargas calóricas en los casos de maduración lenta.
La distribución calórica de la ingesta debe mantener una proporción correcta de principios inmediatos: 10-15% del valor calórico total en forma de proteínas, 50-60% en forma de hidratos de carbono y 30-35% como grasa.
El reparto calórico a lo largo del día debe realizarse en función de las actividades desarrolladas, evitando omitir comidas o realizar algunas excesivamente copiosas. Es fundamental reforzar el desayuno, evitar picoteos entre horas y el consumo indiscriminado de tentempiés.
Se sugiere un régimen de cuatro comidas con la siguiente distribución calórica: desayuno, 25% del valor calórico total; almuerzo, 30%; merienda, 15-20%, y comida, 25-30%.
Adolescencia. Etapa difícil para una nutrición efectiva. ¿Por qué?
Las mayores demandas nutricionales derivadas del rápido crecimiento se contraponen con los cambios en la conducta alimentaria que ocurren en la adolescencia debido a factores culturales, a la necesidad de socialización y a los deseos de independencia propios de esta etapa. Estos hábitos alimentarios se caracterizan por:
– Alimentación desordenada con tendencia creciente a saltarse comidas, especialmente el desayuno y el almuerzo, concentrando la ingesta en el horario vespertino.
– Alto consumo de comidas rápidas, golosinas y bebidas azucaradas de alta densidad calórica y bajo contenido de nutrientes específicos.
– Baja ingesta de calcio debido al reemplazo de la leche por bebidas o infusiones de bajo contenido nutricional.
– Escaso control y conocimiento de los padres respecto a la alimentación de sus hijos adolescentes.
– Tendencia frecuente a dietas hipocalóricas especialmente en adolescentes mayores, alcanzando una prevalencia de hasta 60% en este grupo; asumiendo en muchos casos regímenes vegetarianos o dietas esotéricas muy restrictivas y desbalanceadas que pueden comprometer el potencial de crecimiento o inducir carencias específicas.
Como consecuencia de lo anterior, la adolescencia es una etapa con alta prevalencia de trastornos nutricionales siendo los más frecuentes, la malnutrición por exceso y las carencias específicas de hierro y de calcio.
La merienda escolar como alternativa. Algunos datos de interés.
La merienda escolar constituye el soporte material para la organización de las escuelas secundarias básicas urbanas con doble sesión, que no poseen el servicio de comedor escolar.
El programa se inició de forma experimental en Pinar del Río, luego en Ciudad de la Habana, Santiago de Cuba y en los municipios cabeceras de cada provincia, alcanzando la masividad en el curso 2003-2004.
Surge debido a preocupación del Comandante en Jefe Fidel Castro por los alumnos de secundaria, al revés que la gran mayoría de los de primaria, salvo excepciones, no disponen de comedor escolar.
Durante el curso 2010-2011, el Programa de la Merienda Escolar benefició a335 819 comensalesde 700 Secundarias Básicas Urbanas, del país. El costo de la merienda es 0.13 centavos CUC y 3.00 en MN; la misma se oferta de forma gratuita.El gasto en un curso escolar es de 227 958 720.00 pesos MN y 9 878 211.00 CUC.
La Merienda Escolar está diseñada para cubrir el 30% de las recomendaciones nutricionales de los adolescentes, lo que correspondería a la frecuencia alimentaria del almuerzo. En estas edades, los adolescentes deben obtener a partir de la dieta 2452 Kcal,74 g de proteína,63 g de grasa y 398 g de carbohidratos, por lo que esta merienda debe aportar 736 kcal,22.2 g de proteína, 19 g de grasas y 119.4 g de carbohidratos, para ser consecuente con el 30 % antes referido.
Según estudios del Instituto Nacional de Nutrición e Higiene de los Alimentos de Cuba, de las 11 combinaciones que se ofertan en la actualidad de merienda escolar, la media del porciento de adecuación cubre las necesidades de energía que se requiere para esa frecuencia alimentaria en grasas, carbohidratos y proteínas.
Aunque, el trabajo que ha desarrollado el Grupo Nacional de la Merienda Escolar desde el año 2006, en conjunto con el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos y el Ministerio de Salud Pública, ha hecho posible que el Programa de la merienda escolar se haya ido perfeccionando cada vez mas y logrando una mejor calidad nutricional y sanitaria de los alimentos que se ofertan.
La merienda escolar. ¿Eficaz?
Es cierto que la merienda escolar proporciona la cantidad adecuada de calorías y nutrientes para el adolescente. En mi opinión personal, su mayor “desventaja” es que en las diferentes combinaciones que se ofertan de merienda escolar, el de sal en su confección es no despreciable, y como se sabe el exceso de sal está considerado como uno de los factores que hacen más proclives a cualquier individuo a presentar cifras de presión arterial anormales.
Sin embargo,considero que es una buena opción, siempre que los padres conozcan que la clave es balancear la dieta.
¿Como?
Es complicado, lo sabemos, pero es nuestro deber hacerlo. No se debe culpar a la merienda escolar y a todos los problemas inherentes a su introducción (que no son objeto de esta reflexión), que van desde la aceptación por parte del adolescente de su calidad (gusto) hasta lo que conlleva para la familia ese “extra” que en no pocas ocasiones los padres (no todos pueden) dedican a “fortalecer” el almuerzo de sus descendientes en las Secundarias Básicas.
Hasta el momento en la bibliografía revisada para la redacción de estas líneas no encontré estudios realizados en Cuba que hayan medido nivel de aceptación del educando por la merienda escolar. Lo cierto es, que es una alternativa, hasta el momento necesaria y teóricamente eficaz (esto es importante), a lo que se suma que con la voluntad de varios “factores” se podría hacer plausible su aplicación práctica de manera todavía más eficiente.
Realmente no creo que sea este momento de la merienda escolar, la clave del alza de la hipertensión arterial (HTA) entre la población adolescente, el problema de la HTA va mucho más allá. Pero, como el objetivo hoy es la dieta, creo que la mayor preocupación en este contexto, esta fuera de la escuela, que es cuando la alimentación desordenada y la preferencia por la comida “chatarra” son la regla. Es aquí donde los padres deben desempeñar el papel principal: no es prohibir, si no convencer pacientemente al adolescente del daño al que están expuestos al ingerir de manera inadecuada la muy amplia gama de alimentos, que yo llamo “hipertensores” (pizas, mantecados, helados, etc), y que de manera lamentable proliferan día a día, incluso de procedencia casera, donde la certeza una composición optima de nutrientes y los excesos de sal no son descartables. ¿Existe acaso una Comisión Evaluadora Estatal de los alimentos de confección en el domicilio y que se expenden cerca de las escuelas donde estudian nuestros hijos?
Si, sin dudas, el problema es muy complejo.
Pero, considero que el mayor “pecado” que uno puede cometer en este contexto es saber algo y no aplicarlo. Por lo tanto en mi “trayectoria” atendiendo adolescentes me he dado cuenta de tres aspectos básicos, que enumero:
1- La existencia de padres preocupadospor la salud de sus hijos que posean los conocimientos básicos de la nutrición adecuada es fundamental, y en Cuba, la mayoría, más que menos, sabe lo que no es bueno para la salud en el ámbito de la alimentación. Recordar, que no es solo preocuparse, si no ocuparse, pero de manera inteligente (dar el ejemplo, motivar constantemente en el cumplimiento de lo orientado por el facultativo, hacer un “pacto”, etc.)
2- Cuando los médicos saben como motivarlos, los adolescentes responden bien, es decir se adhieren bien al tratamiento impuesto.
3- Cuando los padres o tutores, involucran al resto de la familia y sobre todo a la escuela (profesor guía, promotor de salud, profesor de educación física), los resultados son mejores en modo muy significativo.
Estoy consciente, de que hacer una “dieta” adecuada en torno a una buena salud en mi país se torna en una tarea propia de un Hércules, por todo lo que ello conlleva, pero no debemos culpar a solo un momento del día (la merienda escolar), estaríamos siendo injustos con una opción eficaz, aunque, sin dudas, todavía perfectible.
(Fuente: Blog: htaadolescencia.vcl.sld.cu) [Actualizado: 25 de abril 2013]
A manera de editorial. Los trabajos y opiniones que aquí se exponen son orientadores de lo que se publica en Cuba y en el mundo sobre aspectos relevantes de la hipertensión arterial.
Dietary fructose in relation to blood pressure and serum uric acid in adolescent boys and girls
Por: K S Bobridge, G L Haines, T A Mori, L J Beilin, W H Oddy, J Sherriff y T A O’Sullivan. Journal of Human Hypertension (2013) 27, 217–224.
Evidence that fructose intake may modify blood pressure is generally limited to adult populations. This study examined cross-sectional associations between dietary intake of fructose, serum uric acid and blood pressure in 814 adolescents aged 13–15 years participating in the Western Australian Pregnancy Cohort (Raine) Study. Energy-adjusted fructose intake was derived from 3-day food records, serum uric acid concentration was assessed using fasting blood and resting blood pressure was determined using repeated oscillometric readings. [Actualizado: 18 de marzo 2013]
Las opciones de estilo de vida de los adolescentes afectan a su presión arterial
Un estudio australiano halló más riesgo de hipertensión en los chicos que beben y en las chicas que usan pastillas anticonceptivas.
Las chicas adolescentes que usan pastillas anticonceptivas y los chicos adolescentes que beben alcohol están en mayor riesgo de presión arterial alta, según un estudio reciente.
El riesgo también es mayor en los adolescentes de ambos sexos que ingieren mucha sal y los que tienen un índice de masa corporal (IMC) más alto, que es una medida de la grasa corporal según el peso y la estatura. La presión arterial alta o hipertensión aumenta las probabilidades de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.
Los investigadores observaron la presión arterial, el consumo de alcohol, el tabaquismo, los niveles de actividad física, el uso de fármacos recetados y los hábitos alimentarios de casi 1,800 adolescentes en Australia.
Alrededor del 24 por ciento de los adolescentes tenían prehipertensión o hipertensión, entre ellos 34 por ciento de los que tenían sobrepeso y 38 por ciento de los obesos.
La presión sistólica (la cifra superior en una lectura) promedio entre los chicos del estudio era 9 mmHg mayor que la de las chicas en general. Entre los chicos, la presión arterial sistólica se relacionó significativamente con la ingesta de sal, el consumo de alcohol y el IMC.
La actividad física regular se asoció con una presión arterial diastólica (la cifra inferior) más baja.
El uso de pastillas anticonceptivas se asoció significativamente con una mayor presión arterial entre las chicas. La presión arterial sistólica de las chicas que usaban pastillas anticonceptivas era 3.3 mmHg más alta que la de las que no usaban esa forma de anticonceptivos, y la presión arterial era incluso más alta entre las chicas que usaban pastillas anticonceptivas y tenían IMC más altos.
El consumo de alcohol no tuvo un efecto sobre la presión arterial en las chicas, según el estudio, que aparece en la edición del 10 de julio de la revista European Journal of Preventive Cardiology.
Las importantes diferencias en la presión arterial halladas entre los adolescentes con estilos de vida sanos y menos sanos podrían tener un impacto significativo sobre su riesgo de enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular en la adultez, apuntaron los investigadores.
“Los adolescentes deben tener en cuenta que un estilo de vida que predisponga a la gordura, una alta ingesta de sal y el consumo de alcohol podrían llevar a consecuencias adversas de salud en la vida adulta. Los efectos son acumulativos y ya se asocian con la hipertensión. Además, las chicas adolescentes que toman anticonceptivos orales deben ser aconsejadas sobre una monitorización regular de su presión arterial”, señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, el Dr. Chi Le-Ha, del Hospital Real de Perth.
(Fuente: European Society of Cardiology)
Comentarios recientes