Los desafíos del dengue, zika y chikungunya
Con más de 2,3 millones de casos de dengue en 2016 y 220 mil casos confirmados de zika en América hasta el momento, especialistas de todo el mundo analizaron cómo enfrentar esta problemática durante el XVIII Simposio International Sobre Enfermedades Desatendidas, organizado por la Fundación Mundo Sano, que este año tuvo más de 700 inscriptos.
El Dr. Haroldo Bezerra, asesor Regional de Entomología en Salud Pública de OPS/OMS, indicó que “un solo vector, el mosquito Aedes aegypti, transmite cuatro enfermedades de la región, y el riesgo está en casi todos los países”. En Argentina, las regiones con mayor presencia de dicho mosquito son las provincias del Noroeste, el Noreste, el Litoral y desde el Centro hasta el sur de Buenos Aires.
Menos cantidad de mosquitos significa menor riesgo de transmisión de estas enfermedades. La fumigación no es suficiente para eliminar el mosquito, y es muestra de falta de prevención oportuna: es preciso apuntar a los criaderos. El Aedes aegypti crece en lugares sombríos y húmedos. Cualquier recipiente capaz de acumular agua puede convertirse en un criadero: tapas de botellas plásticas, cubiertas de automóviles, platos debajo de macetas, floreros, frascos con plantas en agua y otros. “Las acciones de prevención requieren de múltiples esfuerzos,” precisó el Lic. Marcelo Abril, Director Ejecutivo de la Fundación Mundo Sano.
“En Tartagal, Salta, Mundo Sano lleva adelante un programa de prevención del que participan el Municipio y el Hospital local. Entonces, las acciones de descacharrado y de diagnóstico se realizan articuladamente.”
“Si uno ve un Aedes aegypti adulto, debe hacer una ‘búsqueda del tesoro’ en la manzana para encontrar el criadero, porque estará dentro de un radio de 45 metros. Hay que eliminar los huevos y larvas”, aconsejó el Dr. Nicolás Schweigmann, investigador independiente del CONICET y profesor adjunto en la FCEN-UBA.
Además de los programas de control vectorial, que apuntan a disminuir las poblaciones de mosquitos, otras medidas de prevención incluyen: protección personal a través de repelentes, ropas adecuadas si se va a estar en contacto o en lugares en los que abundan los mosquitos. En el caso del virus zika, se agrega la protección con preservativos, ya que también se transmite por vía sexual; en el caso de embarazadas, debe tomarse la precaución de no viajar a zonas con circulación activa, ya que el virus puede infectar al feto y producir malformaciones congénitas. Se están investigando vacunas para el zika y el dengue, pero “su desarrollo lleva muchos años y tiene muchas dificultades”, comentó el Dr. Andrea Vicari, asesor regional en Enfermedades Epidémicas de OPS/OMS.
En cuanto al manejo en pleno brote, “una herramienta muy importante es la química”, recalcó el Dr. Bezerra, recordando que los insecticidas deben utilizarse en forma adecuada y responsable. Y sentenció: “En las epidemias, una sola estrategia no funciona. Hay que hacer una entomología responsable”.