La principal consecuencia de la replicación persistente del virus de la inmunodeficiencia humana es la reducción gradual del número de linfocitos T CD4 positivos, lo que eventualmente conduce a la pérdida de la competencia inmunológica. El conteo de linfocitos T CD4 positivos, mediante citometría de flujo, es considerado parte esencial de la atención médica y un parámetro para estadificar la enfermedad, sirve como guía en el tratamiento clínico.
Numerosos factores, además de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana, pueden influir en el conteo de linfocitos T CD4 positivos. Los cambios en este parámetro generados por estos factores no indican verdaderas modificaciones en el estatus inmunológico del paciente y deben ser interpretados con cautela.
Noda Albelo, Amauri Lázaro; Vidal Tallet, Lázaro Arturo; Pérez Lastre, Jorge Ernesto y Canete Anete Villafranca, Roberto. Interpretación clínica del conteo de linfocitos T CD4 positivos en la infección por VIH. Rev cubana med. 2013, vol.52, n.2, pp. 118-127. ISSN 0034-7523.
En Colombia, el desplazamiento de las poblaciones de las zonas rurales a las urbanas, debido fundamentalmente al conflicto armado, conlleva a un incremento de vulnerabilidad en diferentes aspectos que conducen al deterioro de la salud. Objetivo: determinar la frecuencia de sífilis y VIH y su relación con factores sociodemográficos, conocimientos, actitudes y prácticas en población desplazada en Popayán, Colombia. Métodos: estudio transversal realizado en el 2009. Durante campañas de búsqueda activa focal integral de VIH/sífilis, 500 personas desplazadas mayores de edad dieron su consentimiento para participar en la investigación, respondieron un cuestionario y se realizaron pruebas para diagnóstico de sífilis y VIH. Los análisis estadísticos se hicieron en SPSS versión 17. Resultados: edad promedio 35 ± 0,51 años; 368 mujeres (73,6 %); 322 con menos de un año de desplazamiento (71,4 %); 500 personas VIH negativo (100 %) y 21 con antecedente de sífilis (4,2 %); la mayoría con bajos conocimientos sobre VIH y sífilis. Ser de piel negra, tener más de 20 años de vida sexual activa y haber estado con dos o más compañeros sexuales en el último año, se relacionó con antecedente de sífilis. Conclusiones: la población estudiada tiene factores de riesgo que los hace vulnerables a las infecciones de sífilis y VIH, sin embargo, el tiempo de desplazamiento es un determinante que pudo tener influencia en los resultados encontrados.
Palabras clave: sífilis, VIH, personas desplazadas, pobreza, comportamiento sexual.
Fuente: Rev Cubana Salud Pública vol.39 no.3 Ciudad de La Habana jul.-set. 2013
La sífilis es una infección de transmisión sexual reemergente en países desarrollados y en vías de desarrollo. En Cuba permanece como problema de salud y para su diagnóstico serológico solo se emplean pruebas no treponémicas. La hemaglutinación de Treponema pallidum (HATP) se usa exclusivamente en el Laboratorio Nacional de Espiroquetas del Instituto de Medicina Tropical ¨Pedro Kourí¨ (LNE-IPK), por lo que se trabajó en su descentralización a los laboratorios provinciales del país como prueba confirmatoria.
El objetivo de este trabajo fue mostrar los resultados de la aplicación de la HATP para la confirmación de sífilis. Se estudiaron 1 015 muestras de sueros con resultados reactivos por VDRL/RPR (venereal disease research laboratorios/rapid plasma reagin) (622 de embarazadas, 25 de puérperas y 368 de otros individuos) en 11 provincias de Cuba. A todas se les aplicó la HATP en el laboratorio provincial y después en el LNE-IPK como control de la calidad. A partir de estos últimos resultados se determinó el porcentaje de confirmación serológica, los porcentajes de resultados falsos positivos por VDRL/RPR y la tasa específica de resultados falsos positivos según el trimestre de gestación de las embarazadas.
El control de la calidad realizado en el LNE-IPK mostró valores de discordancia entre los resultados de 0 a 30 %. Se confirmó sífilis en 65,0 % de las muestras. El 33,9 % de los resultados reactivos por VDRL/RPR en embarazadas constituían falsos positivos, el 20,0 % en puérperas y 38,3 % en otros individuos. En el caso de las embarazadas los trimestres I y III contribuyen mayormente a este tipo de resultado.
Estos resultados refuerzan la necesidad de incluir pruebas no treponémicas y treponémicas en el diagnóstico serológico de la sífilis en Cuba, sobre todo en embarazadas.
Hemaglutinación de Treponema pallidum para la confirmación de sífilis en Cuba. Dr. C. Islay Rodríguez González,I Téc. Eduardo Echevarria Pérez,I Lic. Angel A. Noda Ramos y col. Rev Cubana Med Trop vol.65 no.2 Ciudad de la Habana abr.-jun. 2013
El establecimiento de una terapéutica farmacológica exige la selección adecuada de medicamentos y la programación de pautas posológicas que garanticen la máxima efectividad con un mínimo riesgo de aparición de efectos adversos. Actualmente en la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) el tratamiento se basa en combinaciones de al menos tres fármacos antirretrovirales (ARV). Por otro lado, la baja biodisponibilidad de algunos ARV, la aparición de resistencias o de interacciones con otros fármacos, pueden originar importantes variaciones interindividuales.
La aparición en la práctica médica de nuevos agentes ARV cada año ha permitido avances sin precedentes en el tratamiento del VIH. Las drogas ARV actúan sobre diferentes pasos esenciales en el ciclo viral. Hasta la fecha las más utilizadas son aquellas drogas que actúan sobre la enzima reverso transcriptasa y sobre la proteasa formando entre estos 2 grupos esquemas terapéuticos que los combinan, lo que se denomina Terapia antirretroviral de Alta Eficacia (TARVAE).
Cuando se pretende introducir en el mercado un genérico, no es necesario, generalmente, realizar estudios fármaco-toxicológicos, sin embargo internacionalmente se ha optado por evaluar la intercambiabilidad de un producto innovador con su genérico mediante estudios de bioequivalencia para demostrar la analogía entre la formulación genérica y la innovadora.
Los medicamentos genéricos contienen los mismos ingredientes activos y las mismas concentraciones que sus correspondientes fármacos innovadores y son autorizados sólo si su calidad, seguridad y eficacia han sido adecuadamente demostradas de acuerdo con los estándares internacionales reconocidos.
Fuente: BVS Cuba. Repositorio de Tesisi Doctorales
Tarinas Reyes, Alicia (2013) Terapia antirretroviral en pacientes VIH/sida cubanos: Estudios de bioequivalencia de genéricos nacionales. Doctor en Ciencias de una Especialidad, Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí”.
Nos adentramos ya en el cuarto decenio de la epidemia mundial de SIDA. La mayoría de los más de cuarenta millones de personas infectadas por el VIH (de los que cerca de cinco millones contrajeron el virus en 2005) están en su edad más productiva; se estima que ascienden a nueve de cada diez de los infectados. Los efectos de la epidemia son devastadores, no sólo para los trabajadores y sus familias, sino también para las empresas y la economía de países y regiones enteros.
El sida se ha vuelto un problema de gran magnitud en el lugar de trabajo y un reto enorme para el desarrollo. En torno a la incidencia sobre el empleo y el mercado de trabajo, conviene considerar que, según las estimaciones, había, ya hace diez años, 23 millones de trabajadores portadores del VIH que tenían de 15 a 49 años de edad.
En Cuba desde 1993 se ha adoptado una nueva modalidad de atención, el Sistema de Atención Ambulatoria (SAA), el que tiene como objetivo la atención, a través de los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud (SNS), a las personas con VIH.
En el Reglamento sobre ese sistema para portadores del VIH y enfermos del sida se expresa que en el centro sanatorial se estudiarán las posibilidades de incorporación laboral que puedan existir para el paciente en la propia institución sanatorial en centros del SNS o en el centro de trabajo de procedencia con vistas a obtener vías alternas para su productiva incorporación laboral, efectuando las propuestas que correspondan a la Comisión Técnica Provincial. A su vez se enuncia que el Ministerio de Salud Pública establecerá las coordinaciones pertinentes con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) para determinar los puestos de trabajo que no pueden ser ocupados por los pacientes acogidos y aprobados para el SAA.
La epidemia de sida está concentrada en la población adulta, en una fase del ciclo vital donde la persona es económicamente más productiva. Al afectar el segmento de la población que corresponde a la fuerza laboral de un país, el SIDA produce impactos económicos negativos para las familias, las empresas y la sociedad.
Fuente: Revista Cubana de Salud y Trabajo 2013;14(1):32-8
Entre las proyecciones de la Salud Pública en Cuba para el 2015, según un documento de trabajo, están los siguientes propósitos:
Propósito Nº 2: Reducir la mortalidad debida al VIH/sida en un 13% para el 2015.
Propósito Nº 15: Mejorar la calidad de la relación hombre-trabajo- salud y el control de los factores de riesgo del ambiente laboral. Cobertura de la población laboral con control efectivo de salud específico acorde a sus factores de riesgos laborales.
En 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de compromiso en la lucha contra el VIH/sida. En el artículo 59 de esta declaración, todos los Estados se comprometieron a promulgar, fortalecer o hacer cumplir, según proceda, leyes, reglamentos y otras medidas a fin de eliminar todas las formas de discriminación contra las personas que viven con el VIH/sida y los miembros de grupos vulnerables, y asegurarles el pleno disfrute de todos sus derechos humanos y libertades fundamentales; en particular, darles acceso a, entre otras cosas, educación, empleo, atención de la salud, servicios sociales y de salud, prevención, apoyo, tratamiento, información y protección jurídica, respetando al mismo tiempo su intimidad y confidencialidad; y elaborar estrategias para combatir el estigma y la exclusión social asociados a la epidemia’. Cuba siempre ha cumplido con estos compromisos.
En ese mismo año 2001, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó un código de conducta sobre el VIH/sida en el mundo del trabajo, que se ha convertido en un texto de referencia para todas las estrategias destinadas a hacer frente a esta enfermedad en el lugar de trabajo. Se trata de un repertorio de recomendaciones prácticas sobre el VIH/sida y el mundo del trabajo. Los objetivos fundamentales del mismo son los siguientes: salvaguardar unas condiciones de trabajo decentes y proteger los derechos y la dignidad de los trabajadores, así como de todas las personas que viven con el VIH/sida. Sus directrices abarcan las siguientes esferas principales de actuación:
la prevención del VIH/sida;
la gestión y atenuación de los efectos del VIH/sida en el mundo del trabajo; y
la prestación de asistencia y apoyo a los trabajadores infectados por el VIH/sida y a los afectados por la epidemia; y la erradicación del rechazo y de la discriminación contra la persona real o supuestamente infectada por el VIH/sida.
Veamos un resumen de los principios fundamentales de este repertorio, el que fue preparado en colaboración con representantes de los gobiernos, empleadores y trabajadores de todas las regiones. Los 10 principios fundamentales del repertorio son los siguientes:
- Reconocimiento del VIH/sida como un problema que concierne al lugar de trabajo. El VIH/SIDA es un problema que concierne al lugar de trabajo, no solamente porque afecta a la fuerza laboral, sino también porque el lugar de trabajo puede desempeñar un papel decisivo en la contención de la propagación y en la reducción de los efectos de la epidemia.
- No discriminación. No debería haber estigma y discriminación de los trabajadores sobre la base del estado serológico respecto al VIH real o percibido.
- Igualdad entre los sexos. Una mayor igualdad en las relaciones entre los sexos y la capacitación de la mujer son fundamentales para prevenir con eficacia la propagación de la infección por el VIH y facultar a la mujer para afrontar el VIH/sida.
- Un lugar de trabajo saludable. Los entornos laborales deben ser saludables y seguros, y adaptados al estado de salud y las capacidades de los trabajadores.
- Diálogo social. Unas políticas y programas sobre el VIH/sida eficaces requieren cooperación y confianza entre los empleadores, los trabajadores y los gobiernos.
Fuente: Revista Cubana de Salud y Trabajo 2013;14(1):32-8