mar 9th, 2020. En: Actualidades.
Los síntomas más comunes son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos, renales o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Alrededor del 2% de las personas que han contraído la enfermedad han fallecido. Importante: Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.
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Fuente: Portal de INFOMED
COVID-19 (enfermedad por coronavirus 2019) es un brote de infección del tracto respiratorio debido a un nuevo coronavirus, SARS-CoV-2 (inicialmente llamado 2019-nCoV). Se cree que el virus es de origen zoonótico, pero aún no se conoce el reservorio animal, y está claro que se está produciendo una transmisión de persona a persona. La infección varía de asintomática a severa; los síntomas incluyen fiebre, tos y (en casos moderados a severos) disnea; La enfermedad puede evolucionar en el transcurso de una semana o más de leve a grave. Los síntomas del tracto respiratorio superior (p. Ej., Rinorrea, dolor de garganta) son poco frecuentes.
Una proporción significativa de casos clínicamente evidentes son graves; la tasa de mortalidad entre los casos diagnosticados es de aproximadamente 2% a 3%. La infección debe sospecharse en función de la presentación con antecedentes clínicamente compatibles y exposición conocida o probable (residencia o viaje a un área afectada en los últimos 14 días, exposición a un caso conocido o sospechoso, exposición a un entorno de atención médica en el que pacientes con se manejan infecciones graves del tracto respiratorio). Las imágenes de tórax en pacientes sintomáticos casi siempre muestran hallazgos anormales, que generalmente incluyen infiltrados bilaterales; los hallazgos de laboratorio son variables pero típicamente incluyen linfopenia y niveles elevados de lactato deshidrogenasa y transaminasa
Fuente: ClinicalKey
Las personas que viven con VIH experimentan altas tasas de estrés psicológico debido a las demandas de vivir con una condición de salud compleja y altamente estigmatizada. Las estimaciones de la depresión varían hasta un 42% entre las PVVS, lo que equivale a una prevalencia de dos a cuatro veces mayor en comparación con las muestras sin VIH. Se ha encontrado que el estrés crónico y los síntomas depresivos tienen un impacto negativo en la función inmune, lo que puede acelerar la progresión de la enfermedad del VIH. Además, la depresión y la ansiedad impactan negativamente en la calidad de vida y contribuyen a la mala adherencia a la medicación entre las PVVS. Dada la cronicidad y el estigma de los medicamentos asociados con el VIH, no es sorprendente que las tasas de prevalencia de estrés, ansiedad y depresión sean elevadas entre las PVVS
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mar 16th, 2020. En: Actualidades.
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH / SIDA (ONUSIDA) ha comentado que “no hay pruebas sólidas” de que las personas que padecen VIH tengan un mayor riesgo de contraer el nuevo coronavirus, y es que, al igual que en la población general, las personas mayores que viven con el VIH o las personas que padecen esta enfermedad con problemas cardiacos o pulmonares pueden tener un mayor riesgo de contraer el de contraer el virus y sufrir síntomas más graves.
El Grupo de Trabajo sobre tratamientos del VIH publicó en sus noticias que la Asociación Británica del VIH (BHIVA, en sus siglas en inglés) –un organismo que representa a los profesionales sanitarios que trabajan en Reino Unido en el ámbito del VIH– declaró con relación al coronavirus y el VIH que, hasta la fecha, no existían indicios que permitieran determinar que las personas con el VIH corrieran un mayor riesgo de infección por el coronavirus (COVID-19) o de sufrir complicaciones graves. También recordaron que los principales factores de riesgo de mortalidad identificados hasta la fecha con el COVID-19 son tener una mayor edad y la presencia de determinadas comorbilidades, como problemas renales o diabetes.
La bacteria Mycoplasma genitalium(MG) es una especie recientemente descrita como causa de infecciones de transmisión sexual, con una especial importancia debido a su resistencia a algunos antimicrobianos. El tratamiento empírico aceptado en episodios de uretritis no gonocócia es doxiciclina(guíasIUSTIyECDC) y azitromicina(guíaCDC). La posología indicada de azitromicina es 500mg/primerdía y 250mg/4 días más. Ladescripción en la literatura de variables y crecientes tasas de resistencia amacrólidos en MG hace necesario analizar sus sensibilidad a estos antibióticos. La guía europea IUSTI recomienda el uso de pruebas moleculares para la detección de MG y resistencias asociadas, ya que aportan una ventaja clínica y proponen la terapia más adecuada. Debido al poco conocimiento en España de la sensibilidad a macrólidos.
Fuente: Clinical Key
mar 19th, 2020. En: Actualidades.
Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que apareciera el brote en Wuhan, en China, en diciembre de 2019.
Los síntomas más comunes de la enfermedad son fiebre, tos seca y dificultad para respirar. Algunos pacientes pueden presentar malestar general, escalofríos, obstrucción nasal, secreción nasal, dolor de garganta y diarrea, entre otros. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. También puede suceder que algunas personas se infecten, pero no desarrollen ningún síntoma. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento específico. Alrededor de una de cada seis personas que contraen el virus desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Los adultos mayores y las personas que padecen otras afecciones médicas, como hipertensión arterial, problemas cardiacos, diabetes, enfermedad pulmonar crónica, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. Alrededor del 3% de las personas que han contraído la enfermedad han fallecido.
Una persona puede contraer la enfermedad por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las goticas procedentes de la nariz o la boca que hayan sido esparcidas por una persona infestada con el virus al toser, estornudar, escupir o hablar. También puede propagarse al ponerse en contacto con objetos y superficies contaminadas con estas secreciones, es decir, que, si las personas que no están enfermas tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca pueden contraer la enfermedad.
El período de incubación, que es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad, se estima que oscila entre uno y 14 días, y en general se sitúa en torno a los cinco días.
Hasta el momento no hay vacunas ni tratamientos específicos para prevenirla, pero sí podemos adoptar algunas medidas para reducir el riesgo de infección:
· Lavarse las manos regularmente con agua y jabón.
· Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con el ángulo del codo o con servilleta de papel y desecharla de inmediato.
· Evitar tocarse con las manos los ojos, la nariz y la boca.
· Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente. Puede utilizar solución desinfectante a base de hipoclorito de sodio.
· Mantener la ventilación natural de las habitaciones y locales.
· Aunque no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19, se recomienda mantener la higiene y evitar el contacto directo con los mismos.
· Cocinar bien las carnes y los huevos.
Otros Consejos de Salud que pudiéramos seguir son los siguientes:
· Mantenerse informado sobre el comportamiento de la enfermedad a través de las autoridades de salud pública y de los medios de comunicación, como la radio, la televisión y la prensa.
· Ante cualquier síntoma de la enfermedad acuda de inmediato al médico y siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.
· Evite viajar si tiene síntomas respiratorios.
· Evite los lugares donde se aglomeran muchas personas.
· Si usted o un familiar arriba al país de alguna zona con trasmisión, cumpla las medidas orientadas por el personal de salud de los aeropuertos, puertos o marinas y acuda al médico de la familia.
· Mantenga una distancia entre uno y 2 metros entre usted y cualquier persona que presente síntomas respiratorios.
· Si está enfermo, quédese en casa, trate, de ser posible, dormir separado del resto de la familia y separe sus utensilios y cubiertos para comer.
· Si usted no tiene síntomas respiratorios, no es recomendable que use nasobuco o mascarilla para protegerse de las enfermedades respiratorias.
· Deben usar nasobuco las personas que muestren síntomas, con el fin de ayudar a evitar el contagio de la enfermedad a otras personas.
· El uso de mascarillas o nasobuco es también esencial para los trabajadores de la salud y las personas que cuidan de algún enfermo con síntomas respiratorios.
· Los antibióticos no se deben utilizar, ya que no son eficaces contra los virus.
· Los organismos, las organizaciones y la población deben colaborar para identificar personas con síntomas respiratorios sin atención médica, declarándolo a las autoridades de salud.
Fuente: Prosalud