Estados Unidos autorizó por segunda vez la realización de una prueba clínica con derivados de células madres embrionarias humanas, una terapia tan prometedora como controvertida, ahora para tratar una enfermedad infantil de la vista hereditaria e irreversible.
La autorización concedida a la firma Advanced Cell Technology con sede en Massachusetts (noreste) que permitirá empezar una prueba clínica en 12 pacientes de al menos 18 años que padecen la enfermedad de Stargardt, una afección en el ojo vinculada con una degeneración de la parte central de la retina.
La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) había autorizado por primera vez en enero de 2009 a la empresa de biotecnología Geron Corporation a realizar una prueba clínica con un tratamiento experimental basado en células madres embrionarias humanas en personas que quedaron paralíticas tras una lesión en la médula ósea. La prueba clínica empezó en octubre.
La enfermedad de Stargardt, atribuida en gran parte a la alteración de un solo gen, afecta a unas 25 000 personas en Estados Unidos, sobre todo entre los 7 y los 20 años, y es una de las formas de ceguera juvenil más frecuente en el mundo.
“En la actualidad, no existe ningún tratamiento contra la enfermedad de Stargardt”, dijo el doctor Robert Lanza, responsable científico de la empresa.
“Con células madres embrionarias podemos generar virtualmente una cantidad ilimitada de células del epitelio pigmentario de la retina, las primeras que mueren con la enfermedad de Stargardt y otras formas de degeneración macular”, agregó.
La degeneración macular entre los ancianos es una de las principales causas de ceguera, con más de 30 millones de casos en el mundo.
Las células del epitelio -que reciben la luz en el ojo y son fundamentales para la visión- derivadas de células embrionarias humanas, permitieron una restauración completa de la vista en ratas sin efectos secundarios, informó la empresa.
“No hemos observado ningún tumor cancerígeno u otro efecto adverso”, declaró Lanza a la AFP.
“El comienzo de esta prueba clínica marca una etapa importante para poner a punto terapias derivadas de células madres embrionarias destinadas a vastos mercados”, subrayó William Caldwell, presidente de ACT.
Las terapias que podrían permitir estas pruebas abren la vía a “verdaderos tratamientos que cambiarán la vida de millones de personas” y “van a revolucionar la comunidad médica”, dijo Caldwell, estimando un mercado potencial de 25 000 a 30 000 millones de dólares.
Las células madres embrionarias son las únicas células que tienen la capacidad de multiplicarse de forma ilimitada y de transformarse en cualquier célula del cuerpo, con un enorme potencial para tratar muchas enfermedades todavía sin cura como la enfermedad de Parkinson.
El mayor desafío es lograr que las células “se diferencien” para convertirse en las deseadas por los investigadores sin peligro de que se transformen en células indeseadas como tumores cancerígenos.
Pero la investigación y el uso de las células es controvertido porque son tomadas del embrión humano en la primera fase de su desarrollo, lo que conduce a su destrucción. Grupos religiosos y legisladores conservadores se oponen a ello.
El presidente estadounidense Barack Obama levantó en 2009 las restricciones sobre el uso de fondos públicos para trabajos sobre estas células que había impuesto en 2001 el ex-presidente estadounidense George W. Bush.
En agosto pasado, una acción judicial desembocó en el congelamiento de los fondos federales destinados a la investigación sobre las células madres. Pero en octubre una suspensión de esta decisión permitió seguir con los trabajos hasta que se emita un fallo en una corte de apelaciones.
Washington, noviembre 22/2010 (AFP)
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