La última semana de septiembre, en la Cumbre Mundial de Células Madre, en Baltimore, la doctora Jennifer Elisseeff, de la Universidad de Johns Hopkins, describió un método para reparar los tejidos de los pacientes que se ha demostrado cada vez más exitoso. Se trata de usar una malla de un polímero biodegradable impregnado en nutrientes, que actúa como un señuelo para atraer a las células madre que genera el propio organismo. Estas se agrupan en la zona dañada y reconstruyen el tejido. Es decir, si falta cartílago en una articulación afectada por la artrosis, las células madre se acumularán ahí y producirán nuevo cartílago. Si un hueso se fractura, las células madre lo reparan en forma acelerada. En un infarto cardíaco, se recupera el tejido muerto y este órgano se mantendrá saludable por mucho tiempo. El éxito de estas pruebas llevaron al Departamento de Defensa de EE.UU. a financiar por otros cinco años las investigaciones.
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