péptidos

La investigación con péptidos terapéuticos ha ido en franco aumento en los últimos cinco años y algunas de las técnicas más modernas, como la creación de redes de nanofibras, abren la puerta al desarrollo de la célula artificial con un amplio potencial en la medicina regenerativa.

Karla Islas Pieck. Barcelona – Miércoles, 28 de Octubre de 2009 – Actualizado a las 00:00h.

El desarrollo de la ingeniería de péptidos terapéuticos está generando muchas expectativas en los últimos años, sobre todo en el campo de la medicina regenerativa.

La posibilidad de crear redes de nanofibras formadas por proteínas anfifílicas en el laboratorio abre la puerta a posibles estrategias para conseguir la reparación del daño de la médula espinal o de estimular la angiogénesis después de un evento cerebrovascular, ademas de que pone sobre la mesa la posibilidad de desarrollar una célula artificial, según ha quedado de manifiesto en el Congreso Barcelona BioMed sobre Ingeniería de Péptidos, organizado por el Instituto de Investigación Biomédica (IRB-Barcelona) y la Fundación BBVA.

El equipo de investigadores que dirige Samuel Stupp, director del Instituto de BioNanotecnología Médica de la Universidad Northwestern, en Estados Unidos, ha conseguido promover la elongación de los axones por medio de nanofibras de autoensamblado en ratones con lesión en la médula espinal, en los que se pudo conseguir que recuperaran parte de la movilidad de las extremidades inferiores después del tratamiento. La intención es poder trasladar estos hallazgos a ensayos clínicos en los próximos dos años.

Las nanofibras, que están elaboradas a base de péptidos, también se están probando para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso central como el Parkinson y el Alzheimer. En concreto, un estudio realizado en este mismo centro norteamericano ha logrado mejorar los síntomas y alargar la vida en modelos de ratones parkinsonianos.

Una de las líneas más novedosas de este grupo de trabajo es el diseño y desarrollo de células artificiales por medio de los mecanismos de autoensamblaje de estas proteínas, pero de momento no cuentan con resultados definitivos.

Otras líneas de estudio
Durante el congreso también se han abordado los últimos hallazgos sobre la capacidad de los péptidos como vehículo para la liberación controlada de fármacos. Joel Schneider, de la Universidad de Delaware, en Estados Unidos, ha explicado los detalles de un nuevo biomaterial peptídico que ha desarrollado en su laboratorio y que al inyectarse cambia su consistencia de gel viscoso y se vuelve rígido al contacto con una herida.

Este hidrogel tiene un gran potencial de aplicaciones, desde la liberación controlada de antibióticos para curar una herida abierta o cerrar el paso a infecciones, a enviar un cargamento de células para reparar un tejido dañado.

Los organizadores de esta edición de Barcelona BioMed son Ernest Giralt, del IRB-Barcelona, y Claudio Toniolo, de la Universidad de Padua, en Italia.

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