intestino

El equipo de Michael Helmrath implantó tejido cultivado en el laboratorio en el tejido renal de los ratones, donde maduró más de lo que lo hizo en el laboratorio y se transformó en una estructura compleja que se asemeja al intestino delgado humano. En concreto, los investigadores emplearon técnicas de ingeniería genética para convertir la piel y las células sanguíneas humanas en un tipo de células madre similares a las embrionarias, llamadas células madre pluripotentes inducidas. A continuación se bañaron en factores de crecimiento para promover su conversión a células intestinales antes de ser trasplantadas en la cápsula renal de un ratón. A las 6 u 8 semanas después del trasplante, la ‘bola’ de células era más grande que el riñón de ratón y habían madurado hasta convertirse en casi todos los principales tipos de tejidos que se encuentran en un intestino humano plenamente desarrollado. Ver más…