Científicos italianos descubrieron células estaminales de la médula que migran para reparar el hígado cuando se encuentra muy comprometido por enfermedades o no puede recuperarse por haber sido sometido a cirugías. Estas células viajan en la sangre hasta el órgano y lo ayudan a regenerarse, según el descubrimiento de un equipo liderado por el profesor Antonio Gasbarrini, de la Universidad Católica del Sacro Cuore, de Roma.
El estudio fue publicado por la revista Digestive and Liver Disease, y fue elaborado en colaboración con Gennaro Nuzzo y Felice Giuliante, de la Unidad Operativa de Cirugía general Hepato-Biliar del hospital romano Gemelli.
El hígado tiene su reserva interna de células estaminales capaces de regenerarlo, pero este proceso regenerativo solo es posible cuando el tejido hepático está sano o al menos no muy comprometido por enfermedades como cirrosis o cáncer.
En ese caso, si el hígado está demasiado dañado hacer la extracción hepática es muy riesgoso porque el órgano podría no ser capaz de autoregenerarse.
Pero los expertos, que estudiaron 29 pacientes operados para removerles parte del hígado, descubrieron un truco: células de la médula ósea, es decir las estaminales que dan vida a la sangre, migran al hígado y lo ayudan a curarse, cuando no lo puede hacer por sí solo.
“El descubrimiento es importante, afirma Gasbarrini, porque indica el camino hacia nuevas terapias para estimular el proceso natural de reparación del hígado asistido por las células estaminales de la médula ósea”.
De este modo, explican María Assunta Zocco y Annachiara Piscaglia, del Instituto de Patología de la Universidad Católica, que llevaron adelante la investigación, se podrá curar con la extracción quirúrgica del hígado a más personas”.
“Se podra intervenir inclusive a muchos de los que hoy son considerados inoperables, porque tienen un tejido hepático muy comprometido”, agregaron las investigadoras.
Esta no es la única función que las células estaminales de la médula ósea realizan, aunque la particularidad de este caso es que migran por sí solas hacia el hígado.
Un equipo de científicos argentinos consiguió que el páncreas de un paciente diabético produzca insulina al implantarle en los vasos sanguíneos células extraídas de su propia médula ósea.
El equipo médico, integrado por investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, no intervino quirúrgicamente al enfermo, ya que el implante de células estaminales se realizó por vía intravenosa.
Estas investigaciones no se enmarcan en la polémica en torno al uso de células estaminales que el Vaticano y otros sectores religiosos cuestionan, ya que se trata de células adultas, y no de aquellas extraídas de un embrión
Tomado de Infomed
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