El VII Congreso Internacional de Células Madre, que por primera vez se celebra en Europa y que reúne a unos 3000 científicos en Barcelona, empezó el miércoles con gran expectación sobre el futuro de las terapias celulares, a pesar de que su uso en biomedicina no es una realidad.
Thomas Graf, coordinador del Programa de Diferenciación y Cáncer del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y miembro de la directiva de la Asociación Internacional de Células Madre, organizadora del encuentro, explicó que una de las presentaciones más esperadas es la de Shinya Yamanaka, que en 2006 dio un vuelco a estas investigaciones con sus descubrimientos.
El funcionario señaló que en el Congreso, que se prolonga hasta el próximo 11 de julio, hay 39 presentaciones en plenarios, y de estas cinco son de España, lo que pone de manifiesto el alto nivel de la investigación con células madre que se realiza en este país.
El doctor Graf trabajó en el Instituto Max Planck en Tubinga (Alemania), y en la Facultad de Medicina Albert Einstein en Nueva York, en la que es profesor, con oncogenes virales demostrando en modelos animales que al menos dos de estos intervienen en el origen de la leucemia.
Actualmente, el experto estudia cómo las células madre hematopoyéticas, precursoras de las células sanguíneas, se diferencian en células especializadas y, en particular, investiga el papel de los factores de transcripción en este proceso. En otro de sus trabajos, convirtió linfocitos del sistema sanguíneo en macrófagos, que son células del sistema inmune que suponen la primera línea de defensa del sistema inmunológico, con una frecuencia altísima, y que son perfectamente normales y funcionales.
Este científico ha expandido sus experimentos a otro tipo de células para convertir células derivadas de la piel en células sanguíneas, lo que supone un gran avance, aunque esto no se ha logrado completar pese a los esfuerzos de otros grupos. Yamanaka, investigador de la Universidad de Kyoto y Premio Shaw, que se conoce como el Premio Nobel Oriental, fue el primero en lograr, a partir de piel humana, células madre embrionarias artificiales, lo que ha marcado un hito en este campo de la ciencia.
El trabajo de este científico japonés, según Graf, ha hecho posible que las investigaciones, que en un principio se hacían en ratones y después con células humanas, se pueden hacer con modelos de enfermedades humanas para estudiar algunas patologías como la enfermedad de Parkinson, en la que no se conocen las causas de porqué se mueren determinadas células.
Hasta el momento no se podía estudiar esta enfermedad porque no había modelos aplicable a los ratones, pero ahora sí es posible hacer células madre artificiales a partir de biopsias de estos pacientes, lo que permite inducir la diferenciación de las células madre embrionarias, que por definición pueden originar distintos tipos de células, como de corazón o de sangre, puntualizó.
En este caso, el proceso se logra artificialmente y las células se pueden usar para tratar de regenerar el tipo de neurona defectuosa en los pacientes con esta condición neurodegenerativa, una investigación que tienen en marcha muchos grupos para estudiar en cultivo el defecto que provoca la enfermedad.
Actualmente, se pueden generar células madre embrionarias que sólo existen en las primeras fases del desarrollo embrionario y son capaces de producir cualquier tipo de célula en el cuerpo. Se obtienen a partir de células adultas reprogramadas con un cóctel de cuatro factores de transcripción, y se comportan como células madre embrionarias. A estas células se las denomina células madre pluripotentes inducidas (iPS), agregó Gras.
Fuente: Barcelona, julio 8/2009 (EFE)
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