La cura de la diabetes tipo 1 puede estar en las células madre adultas
ANI 30 de mayo 2013, 17:14 CET
En pacientes con diabetes tipo 1, el sistema inmune ataca a las células productoras de insulina a las que debía proteger. Recientemente, un científico de la Universidad de Missouri ha descubierto que este ataque causa más daño que lo que se pensaba antes. Esta revelación pudiera conducir a una posible cura de la enfermedad, basada en la combinación de células madre adultas con un prometedor nuevo fármaco. Se descubrió que la diabetes tipo 1 no sólo destruye las células productoras de insulina, sino también los vasos sanguíneos que las irrigan.
“Cuando nos dimos cuenta de la importancia de los vasos sanguíneos para la producción de insulina, desarrollamos una cura que combina la administración de células madre adultas de la médula ósea con un fármaco que hemos creado El fármaco detiene el ataque del sistema inmune y las células madre generan nuevos vasos sanguíneos que ayudan a las células productoras de insulina a multiplicarse y prosperar “, explicó el científico.
La diabetes juvenil, a menudo llamada diabetes tipo 1, puede dar lugar a numerosas complicaciones, como la enfermedad cardiovascular, daño renal, lesión nerviosa, osteoporosis y ceguera. La enfermedad ataca el páncreas, que es el órgano que contiene las formaciones llamadas islotes donde están las células beta productoras de insulina, que son las que controlan los niveles de azúcar en la sangre. En las personas con diabetes tipo 1, las células beta ya no producen insulina porque el sistema inmunitario las ha atacado y destruido.
Cuando el sistema inmunitario ataca las células beta, el ataque causa daños colaterales a los capilares que llevan la sangre desde y hacia los islotes. El daño a estos diminutos vasos sanguíneos llevó al científico a pensar en un nuevo camino hacia la curación. En estudios previos, este científico y su equipo desarrollaron un medicamento contra la diabetes tipo 1 que llamaron Ig-GAD2. Ellos encontraron que el tratamiento con este fármaco detuvo el ataque del sistema inmune contra las células beta, pero observaron que muy pocas células beta sobrevivían al ataque , pero eran insuficientes para revertir la enfermedad.
En su último estudio, utilizaron Ig-GAD2 y después inyectaron en el páncreas células madre adultas provenientes de la médula ósea, con la esperanza de que las células madre pudieran convertirse en células beta. La combinación de estas células madre con Ig-GAD2 dio lugar a la producción de nuevas células beta, pero no de la manera que se esperaba; pues se había pensado que las células madre de médula ósea evolucionarían directamente hacia células beta. En cambio, las células madre produjeron el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, que fueron los que facilitaron la reproducción de las nuevas células beta. En otras palabras, se descubrió que para la cura de la diabetes tipo 1, es necesaria la reparación de los vasos sanguíneos que permiten a las células beta crecer y distribuir la insulina por todo el cuerpo.
Para este prometedor tratamiento se ha solicitado una patente y se espera que este descubrimiento se pueda trasladar del uso realizado en ratones a los seres humanos.
El descubrimiento se reporta en la edición actual en línea de Diabetes, la publicación científica insignia de la Asociación Americana de Diabetes